El último niño de los bosques
Enviado por cinerea • 8 de Febrero de 2019 • Ensayo • 4.505 Palabras (19 Páginas) • 254 Visitas
El último niño de los bosques,
El primer libro en este campo
por Mike Weilbacher
traducido por Sandra Pérez
n 2005, un libro DIRECTO y bien
documentado, con una poderosa premisa,
aterrizó de una zambullida en el estanque de
la educación ambiental y, desde entonces, las ondas
de esta zambullida se han propagado por la
profesión. El libro ha forjado un auténtico
movimiento y su autor se ha convertido en la
mayor estrella del firmamento de la educación
ambiental.
El libro es Last Child in the Woods [El último
niño de los bosques] y su autor es el periodista
Richard Louv. Desde 2005, el libro ha vendido
alrededor de 325.000 ejemplares en 21 ediciones,
entre las que se incluye una edición en 2008
ampliada y actualizada, y ha sido, o será, traducido
a nueve idiomas en 13 países. En la codiciada lista
de best sellers del New York Times no suelen
irrumpir demasiados libros de educación ambiental.
De hecho, ningún libro ha tenido tanto impacto
dentro de los círculos de la educación ambiental
desde Acclimatization [Aclimatación] de Steve Van
Matre o Sharing Nature with Children [Compartir
la naturaleza con los niños] de Joseph Cornell;
ambos niños de la década de los 70. El mensaje de
Last Child in the Woods [El último niño de los
bosques] es sorprendentemente simple: en un
momento de desarrollo sin precedentes, los niños
del siglo XXI crecen desconectados del mundo
natural; una desconexión con numerosas
consecuencias. El libro, fruto de una investigación
urdida a partir de una amplia gama de disciplinas
—educación, psicología, medicina, sociología—,
con entrevistas a profesores y a padres, a niños y a
expertos en niños, ha calado rápidamente en
educadores y naturalistas, y ha tocado la fibra
sensible de la cultura popular.
Louv ha acuñado un nuevo término, «trastorno
por déficit de naturaleza», para designar «los costes
humanos de la alienación de la naturaleza; entre
ellos, la disminución del uso de los sentidos, los
problemas de atención y los altos porcentajes de
enfermedades físicas y emocionales». Este término
ha cobrado vida por sí mismo con 440.000 entradas
en Google y su propia definición en Wikipedia.
Además, tanto Louv como el término han llamado
la atención de los hambrientos medios de
comunicación. La revista Orion, Good Morning
America, The Today Show, National Public Radio
and The Washington Post —por citar algunos—,
han publicado artículos sobre él y sus teorías. Uno
de sus ensayos fue publicado el verano pasado en
The Times of London, introduciéndose así el
pensamiento louviano en el Reino Unido. Muchas
revistas han publicado artículos semejantes al que
apareció en Canadian Living: un juego de
preguntas interactivas online titulado «Is Your
Family Suffering from Nature Deficit Disorder?»
(«¿Sufre tu familia un trastorno por déficit de
naturaleza?»). Incluso Opus, el pingüino estrella de
la veterana tira cómica de Berkeley Brathed, fue
E
pillado colocado de videojuegos, padeciendo un
trastorno por déficit natural.
Muchos autores se contentarían con introducir
un término en el lexicón cultural. Sin embargo, en
este caso, es solo el principio. Desde que su libro
llegó a las estanterías de las librerías, Last Child in
the Woods [El último niño de los bosques] ha
generado un torrente de actividad. Algunos puntos
a tener en cuenta:
• Louv cofundó Children and Nature Network
(Red Niños y Naturaleza), una organización
sin ánimo de lucro que apadrina el movimiento
iniciado por el libro. Esta red, a través de su
web, ofrece formación de liderazgo, traza un
mapa del creciente movimiento, ha empezado
a elaborar sus propios recursos educativos,
alberga el blog de Louv y mucho más. The
Child and Nature Alliance (Alianza Niños y
Naturaleza) se creó con el objetivo de guiar el
movimiento en Canadá.
• Inspiradas en el libro y armadas con sus datos
inquietantes, cientos de pequeñas
organizaciones sin ánimo de lucro se han
formado, han creado coaliciones o han
desarrollado nuevos programas y campañas.
Muchas de ellas están vinculadas a
Children&Nature Network (Red Niños y
Naturaleza) y pueden consultarse a través de su
web. Es una explosión de actividad mundial —
Super Natural Adventures in Costa Rica,
Healthy by Nature in Alberta, the Maryland
Partnership for Children and Nature, Ontario’s
Back to Nature campaign, London’s Nature of
Experience, Get Outdoors Anchorage!, Rhode
Island Families in Nature, y se podrían
continuar citando más organizaciones—. Louv
remarca que se han creado, en al menos «60
regiones urbanas de Norteamérica —además
de en algunas otras regiones de otros países—,
campañas regionales, estatales o provinciales
para que los niños salgan a la naturaleza».
• Envalentonadas por el libro, más de 1.500
organizaciones en representación de 50
millones de personas, encabezadas por grupos
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