El único Y más Poderoso Activo Que Todos Tenemos Es Nuestra Mente.
Enviado por Mesindol • 1 de Mayo de 2014 • 4.225 Palabras (17 Páginas) • 401 Visitas
El único y más poderoso activo que todos tenemos es nuestra mente.
Si está bien entrenada, puede crear inmensa riqueza en aparen-temente un instante. Riqueza más allá de los sueños de los reyes y las reinas di 300 años atrás. De la misma manera, una mente no entrenada puede crear extrema pobreza, que perdure por generaciones, al ense-ñarle es a sus familias.
En la Era de la Información, el dinero está creciendo exponencial mente. Unos pocos individuos se están volviendo ridículamente ricos < partir de nada, sólo de ideas y acuerdos. Si usted le pregunta a mu-cha; de las personas que comercializan acciones u otras inversiones para vivir, ellos lo ven suceder todo el tiempo. A menudo, se pueden gana: millones instantáneamente a partir de nada. Y por nada, me refie-ro a que ningún dinero fue intercambiado. Se hace vía acuerdos: un geste con la mano en un box dentro del recinto de la bolsa de valores; un—, señal en la pantalla de un agente en Lisboa desde la pantalla de otro operador en Toronto, y vuelta a Lisboa; una llamada a mi agente pare comprar, y otra un momento más tarde para vender. No es el dinero e que pasa de mano. Son los acuerdos los que lo hacen.
Así que, ¿por qué desarrollar su genio financiero? Sólo usted puede responder a esa pregunta. Puedo decirle porqué yo he estado desarrollando este área de mi inteligencia. Lo hago porque quiero ga-nar dinero rápidamente. No porque lo necesite, sino porque quiero. Es un procese de aprendizaje fascinante. Desarrollo mi coeficiente intelec-tual financiero porque quiero participar en el juego más grande y fasci-nante del mundo. Y a mi propia y humilde manera, me gustaría ser parte de esta evolución sin precedentes de la humanidad, la era en la cual los seres humanos trabajan únicamente con sus mentes, y no con sus cuerpos. Además, es donde está la acción. Es lo que está suce-diendo. Es atrapante. Es impresionante. Y es divertido.
Es por eso que invierto en mi inteligencia financiera, desarrollan-do el activo más poderoso que poseo. Quiero estar con las personas que se están moviendo audazmente hacia adelante. No quiero estar con los que se vayan quedando atrás.
Les voy a dar un ejemplo sencillo sobre crear dinero. En los pri-meros años de la década del 90, la economía de Phoenix estaba terri-ble. Yo estaba mirando el show televisivo Buenos días América (Good Morning América), cuando apareció un planificador financiero y co-menzó a pronosticar fatalidades con pesimismo. Su consejo era "aho-rrar dinero. Guardar 100 dólares por mes", decía, "y en 40 años usted será multimillonario".
Bueno, guardar dinero todos los meses no es mala idea. Es una opción —a la que adhiere la mayoría de las personas. El problema es éste: las enceguece en relación a lo que realmente está sucediendo. De esa manera pierden mejores oportunidades de un crecimiento mu-cho más significativo de su dinero. El mundo les pasa desapercibido.
Como ya he dicho, la economía estaba terrible en esa época. Para los inversores, esta es la condición perfecta del mercado. Una porción de mi dinero se hallaba en el mercado de valores y en casas de apartamentos. Yo me encontraba corto de efectivo. Como todo el mundo estaba vendiendo, yo compraba. No estaba ahorrando dinero, estaba invirtiendo. Mi esposa y yo teníamos más de un millón de dóla-res en efectivo trabajando en un mercado que iba velozmente en alza. Era la mejor oportunidad para invertir. La economía estaba terrible. Yo simplemente no podía dejar pasar estas pequeñas transacciones.
Las casas que alguna vez estuvieron a u$s 100.000, ahora esta-ban a u$s 75.000. Pero en lugar de comprar en la oficina inmobiliaria, comencé a comprar en la oficina de quiebras de la fiscalía, o en los escalones de la corte. En estos lugares de compras, una casa de u$s 75.000, a veces podía ser comprada en u$s 20.000 o menos. Con u$s 2.000, que un amigo me prestó durante 90 días, con un interés de u$s 200, le di un cheque a un abogado como pago del anticipo. Mientras se procesaba la adquisición, publiqué un aviso en el periódico ofre-ciendo una casa de u$s 75.000 por tan sólo u$s 60.000, sin anticipo. El teléfono sonaba intensa y fuertemente. Los probables compradores fueron registrados y, una vez que la propiedad fue mía legalmente, a todos los interesados se les permitió verla. Fue como alimentar el frenesí. La casa se vendió en pocos minutos. Pedí u$s 2.500 para gastos de procesamiento, que ellos me entregaron gustosos, y la empresa de avales y títulos despegó a partir de ese momento. Devolví los u$s 2.000 a mi amigo, junto con los u$s 200 adicionales. El estaba feliz, el comprador de la casa estaba feliz, el abogado estaba feliz, y yo estaba feliz. Había vendido en u$s 60.000 una casa que me costó u$s 20.000. Los u$s 40.000 de diferencia fueron creados a partir de dinero de mi columna del activo, bajo la forma de un pagaré del com-prador. Tiempo total de trabajo: cinco horas.
De manera que, ahora que usted es experto en finanzas y en-tiende los números, le mostraré porqué éste es un ejemplo de dinero que se inventa.
Mientras duró esta depresión en el mercado, mi esposa y yo pudimos hacer seis de estas sencillas transacciones en nuestro tiempo libre. Mientras que el grueso de nuestro dinero estaba invertido en propiedades más grandes y en el mercado de valores, pudimos crear u$s 190.000 en inversiones (pagarés al 10 % de interés) en esas seis transacciones de comprar, crear y vender. Eso hace aproximadamente unos u$s 19.000 de ingreso por año, gran parte del cual, fue protegido por nuestra corporación privada. Una buena porción de esos u$s 19.000 por año, pagaron los automóviles de la compañía, combustible, viajes, seguros, comidas con clientes y otras gastos. Para cuando el gobierno pudo tener la oportunidad de gravar ese ingreso, ya había sido gastado o legalmente deducido para egresos previos al pago de impuestos.
Este es un ejemplo simple de cómo el dinero es inventado, ge-nerado y protegido usando inteligencia financiera.
Pregúntese a sí mismo cuánto tiempo le tomaría ahorrar u$s 190.000. ¿Le pagaría el banco el 10 por ciento de interés sobre su dinero? Y la letra vale por 30 años. Espero que nunca me salden los u$s 190.000. Si me dieran el monto completo, tendría que pagar im-puestos; y además, u$s 19.000 por 30 años equivalen a ingresos por encima de los u$s 500.000.
Algunos me preguntan qué sucede si una persona no paga. Eso sucede, y es una buena noticia. El mercado inmobiliario de Phoenix, desde 1994 hasta 1997, ha sido uno de los más calientes en toda la nación. Esa casa de u$s 60.000 sería embargada, y se volvería a ven-der en u$s 70.000, y entonces otros u$s 2.500 se recolectarían como gastos de procesamiento del crédito. En la mente del. nuevo compra-dor
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