Ensayo Cazadores de microbios , libro escrito por Paul de Kruif

Cazadores de microbios.

Comentario.

Cazadores de microbios es un libro escrito por Paul de Kruif dirigido a cualquier lector. En este, Kruif nos relata la vida de los pioneros de de la ciencia esto dada la curiosidad que ellos mostraban al entorno que los rodeaba y haciéndose preguntas sobre qué era y que había dentro de este, gracias a la curiosidad de este grupo de hombres por los microorganismos, hoy sabemos sobre ellos. 

El libro está dividido en capítulos en los que se nos describe entre experimentos y relatos de la vida de los científicos algunos avances en la historia de la ciencia, nos pone en el contexto que se vivía haciéndonos entender más a fondo la época de ellos y el gran avance que se ha obtenido hacia nuestros días.

Del primer hombre que se nos hace mención es Antonio Van Leeuwenhoek, el fué el primer hombre en interesarse en ésta área. El empezó tallando lentes en su edad adulta, esto le dio la idea de hacer un instrumento que después sería de gran ayuda; éste señor creó el primer microscopio y su curiosidad le llevó a estudiar fibras musculares de una ballena y  su propia piel, ojos de buey, de los cuales la estructura del cristalino fué lo que más le llamó la atención. Se llevó horas observando lana de ovejas y los pelos de castor y liebre, cuyos finos filamentos se transforman en gruesos troncos. Con sumo cuidado disecó la cabeza de una mosca, ensartando la masa encefálica en la finísima aguja de su microscopio y al igual examinó cortes transversales de madera de doce especies diferentes de árboles, y observó el interior de semillas de plantas. Todo con solo su pedazo de cristal.

Leeuwenhoek, luego de algunos inconvenientes comenzó con la mejora en fabricación de microscopios y obtuvo  descubrimientos importantes al avance científico tales como el estudio de protozoarios, glóbulos rojos y vida de los insectos. El primer cazador de microbios murió en 1723 con noventa y dos años de edad.

El siguiente cazador de microbios es Lazzaro Spallanzani quien nació en Scandiano, pueblo del norte de Italia en 1729. Desde pequeño tuvo gran interés por la naturaleza empezando a estudiar a los animalitos microscópicos. Éste cazador de microbios se cuestionó el origen de los microorganismos y la llamada generación espontánea que es una teoría antigua según la cual los seres vivos podían nacer espontáneamente a partir de materia inorgánica; Spallanzani logra demostrar que la generación espontánea no existe llevando a cabo diferentes experimentos, pudo demostrar que los caldos que Needham había hecho en forma de experimentos no generaban microorganismos mientras los recipientes se mantuvieran herméticamente cerrados y habiendo sido esterilizados, diciéndole así que sus experimentos carecían de bases.

Todo esto le dio paso a nuestro siguiente cazador Louis Pasteur, quien también estaba de acuerdo con Spallanzani en que los microbios se originan de otros microbios. Esto sucede después de varios años tras la muerte de Spallanzani y luego de varias dudas con su vida académica Pasteur se decide por ser químico. A los veintiséis años, descubrió que había diferentes tipos de ácido tartárico, que en la Naturaleza hay una gran variedad de compuestos extraños exactamente iguales, excepto en que unos son como las imágenes de un espejo de los otros.

Fué profesor de Estrasburgo y luego de más experimentos lo nombraron administrador y director de estudios de la Escuela Norma. Louis Pasteur fue un científico de gran importancia para las diferentes ramas de la microbiología porque aportó la vacuna contra la rabia demostrando la teoría de enfermedades infecciosas con algunas especies bacterianas y descubrió agentes infecciosos de otras enfermedades como la tuberculosis, el cólera, la difteria, pasteurización, así como contribuyó en la construcción de un laboratorio y algo que en el libro no se menciona pero el implemento la esterilización en la medicina. Para mi, uno de los más conocidos dentro del área médica por su contribución en el desarrollo de antídotos, y en cierto punto el que para mí interés más intriga me trae.

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