Ensayo "La llamada de lo Salvaje"
Enviado por Lore Feijoó • 4 de Marzo de 2017 • Ensayo • 1.130 Palabras (5 Páginas) • 2.089 Visitas
La codicia según Jack London.
Por: Loreto Feijoó
La codicia es el más feo y detestable de los pecados,
Porque se alimenta de su propio apetito y nunca se sacia,
Y su rapacidad aumenta consigo misma.
Taylor Caldwell.
El señor John Griffith London también conocido como “Jack London”, escritor del libro “La llamada de lo salvaje”, nació en la ciudad de San Francisco de California en 1876. Dejó la escuela a los 14 años de edad, sin embargo tiempo después el autor, consciente de su escasa cultura, decidió terminar su educación. Asistió por un semestre a la Universidad de California mientras leía con avidez a varios escritores entre ellos a Rudyard Kipling, escritor que influyó fuertemente en su técnica narrativa. Esta obra enfoca claramente la codicia y el amor. Atraídos por la fiebre del oro en Alaska, un grupo de personas maltratan sin piedad a animales, arriesgando inclusive sus vidas en las fuertes nevadas de 1893, lo cual provoca que los instintos primitivos de un perro de trineo empiecen a surgir. El autor desea sensibilizar al ser humano, lo lleva a reflexionar sobre la agresividad impuesta en los animales al querer beneficiarse de su esfuerzo e incluso, al amor y fidelidad que puede demostrar un ser irracional a un hombre que simplemente brinda importancia y cariño.
London mantiene su fe en que las personas cambien el comportamiento agresivo que tienen hacia los animales. Dos hombres, una mujer y perros de trineo avanzan lo más rápido hacia su destino pero llevaban cargamento pesado, razón por la cual estaban cansados, casi ya no podían mantenerse en pie. Decidieron parar en un campamento que se encontraba cerca del río congelado por el cual debían pasar, llamado White River. Al llegar, los perros cayeron cansados igual que sus dueños a excepción de Hal, que era uno de los hombres del grupo y hermano de la única mujer la cual se hacía llamar Mercedes. Él se puso a conversar con John Thornton, dueño del campamento, hablaban sobre lo que podría suceder si alguien llegaba a cruzar aquel río congelado pero Hal no hizo caso a lo que decía Thornton pues era muy necio al igual que las personas que lo acompañaban. Por lo cual, decidió seguir su camino y cogiendo un látigo entre sus manos empezó a golpear y gritar a los perros para que estos se pudieran levantar, todos con su mayor esfuerzo se pusieron de pie menos uno, su nombre era Buck.
En este capítulo, London deja en claro que, Buck era una de los perros más astutos y fuertes de la manada, sin embargo no podía ni quería levantarse a pesar de los golpes que su dueño le propinaba. El perro no gimió ni forcejeó, pues el dolor se había extinguido, el impacto que el garrote tenía sobre su piel era tan fuerte que el animal sentía su cuerpo tan distante que ya no era suyo. A pesar que el perro no le pertenecía, John Thornton se abalanzó sobre el hombre y le dijo “Si vuelves a golpear a este perro, te mato.” (London. J, 2006). Hall estaba muy enfurecido pues estaba sangrando la boca por el golpe que Thornton le había dado y aparte quería llegar rápido a Dawson, su destino. Pero John no mostraba la intención de retirarse porque sabía que si le devolvía el perro, este volvería a abusar de aquel inofensivo animal. Buck estaba muy cerca de la muerte por lo que ya no sería útil para Hal, así que decidió dejarlo y se marcharon rio abajo. Thornton se quedó con el perro y con sus manos buscaba huesos rotos. El hombre y el perro miraban como poco a poco se alejaban, y lo que había advertido John en un inicio sucedió pues solo bastó escuchar los gritos de Mercedes para que se diesen cuenta que un bloque de hielo se desprendió hacía abajo. A la vista de Thornton y Buck solo se admiraba un inmenso agujero, todos los demás habían muerto.
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