Ensayo de Etica ¿La ética como el género humano?
Enviado por Eilly Alvarez • 16 de Agosto de 2017 • Informe • 1.101 Palabras (5 Páginas) • 401 Visitas
¿La ética como el género humano?
Para dar inicio, la ética determina las acciones de los individuos en cuanto tienen que ver con la manera que éstos ejercen su responsabilidad frente a los valores, principios y normas morales, desde otra óptica, se advierte sobre la distancia entre desarrollo tecnológico y desarrollo social, Morín sostiene “el desarrollo de la tecno burocracia instala el reino de los expertos en todos los campos”; así se crea una nueva fractura de la sociedad entre una nueva clase y los ciudadanos, el mismo proceso está en marcha en el acceso a las nuevas tecnologías de comunicación entre los países ricos y los países pobres, la dominación de la nueva clase impide en realidad la democratización del conocimiento, en contraste con esta idea, las interacciones entre individuos producen la sociedad y ésta retro actúa sobre los individuos, la cultura en sentido genérico, emerge de estas interacciones, las religa y les da un valor, individuo - sociedad - especie se conservan en sentido completo: se sostienen, se retroalimentan y se religan. Así mismo, individuo - sociedad - especie son no solamente inseparables sino coproductores el uno del otro, cada uno de estos términos es a la vez medio y fin de los otros, no se puede absolutizar a ninguno y hacer de uno solo el fin supremo de la triada; ésta es en sí misma, de manera rotativa, su propio fin, estos elementos no se podrían comprender de manera disociada: toda concepción del género humano significa desarrollo conjunto de las autonomías individuales, de las participaciones comunitarias y del sentido de pertenencia a la especie humana, en medio de esta triada compleja emerge la conciencia. Seguidamente, desde ahora, una ética propiamente humana, es decir una antropo- ética debe considerarse como una ética del bucle de los tres términos individuo - sociedad - especie, de donde surgen nuestra conciencia y nuestro espíritu propiamente humano; la antropo-ética supone la decisión consciente y clara: de asumir la humana condición individuo - sociedad - especie en la complejidad de nuestra era, de lograr la humanidad en nosotros mismos en nuestra conciencia personal, de asumir el destino humano en sus antinomias y su plenitud. De igual manera, la antropo-ética nos pide asumir la misión antropológica del milenio: trabajar para la humanización de la humanidad, efectuar el doble pilotaje del planeta: obedecer a la vida, guiar la vida, lograr la unidad planetaria en la diversidad, respetar en el otro, a la vez, tanto la diferencia como la identidad consigo mismo, desarrollar la ética de la solidaridad, desarrollar la ética de la comprensión, enseñar la ética del género humano, la antropo-ética conlleva, entonces, la esperanza de lograr la humanidad como conciencia y ciudadanía planetaria. De igual forma, Comprende, por consiguiente, como toda ética, una aspiración y una voluntad pero también una apuesta a lo incierto, ella es conciencia individual más allá de la individualidad. Dentro de este capítulo, se reseña el bucle individuo - sociedad : que trata de enseñar la democracia entre Individuo y Sociedad, por consiguiente, la democracia permite la relación rica y compleja individuo y sociedad, donde los individuos y la sociedad pueden entre sí ayudarse, desarrollarse, regularse y controlarse. De igual manera, la democracia se funda sobre el control del aparato del poder por los controlados y así reduce la esclavitud (que determina un poder que no sufre la autorregulación de aquellos que somete; en este sentido la democracia es, más que un régimen político, la regeneración continua de un bucle complejo y retroactivo: los ciudadanos producen la democracia que produce los ciudadanos, a diferencia de las sociedades democráticas, que funcionan gracias a las libertades individuales y a la responsabilidad de los individuos, las sociedades autoritarias o totalitarias colonizan los individuos que no son más que súbditos; en la democracia el individuo es ciudadano, persona jurídica y responsable que, por un lado, expresa sus deseos e intereses y, por el otro, es responsable y solidario con su ciudad. Por otro lado, se hace referencia a la democracia, que comprende al mismo tiempo la autolimitación del poder estatal por la separación de los poderes, la garantía de los derechos individuales y la protección de la vida privada. Evidentemente, la democracia necesita del consenso de la mayoría de los ciudadanos y del respeto de las reglas democráticas, necesita que un gran número de ciudadanos crea en la democracia, pero al igual que consenso, la democracia necesita diversidades y antagonismos. A continuación la experiencia del totalitarismo ha relevado un carácter fundamental de la democracia: su vínculo vital con la diversidad, la democracia supone y alimenta la diversidad de los intereses así como la diversidad de las ideas, el respeto de la diversidad significa que la democracia no se puede identificar con la dictadura de la mayoría sobre las minorías; ella debe incluir el derecho de las minorías y contestatarios a la existencia y a la expresión, y debe permitir la expresión de las ideas heréticas y marginadas. Así mismo, como hay que proteger la diversidad de las especies para salvar la biósfera, hay que proteger la de las ideas y opiniones y también la diversidad de las fuentes de información y de los medios de información (prensa y demás medios de comunicación), para salvar la vida democrática. También se puede decir, que hay procesos de regresión democrática que tienden a marginar a los ciudadanos de las grandes decisiones políticas (bajo el pretexto de que éstas son muy « complicadas » y deben ser tomadas por « expertos » tecnócratas); a atrofiar sus habilidades, a amenazar la diversidad, a degradar el civismo, estos procesos de regresión están ligados al crecimiento de la complejidad de los problemas y al modo mutilador de tratarlos. Seguidamente la política se fragmenta en diversos campos y la posibilidad de concebirlos juntos disminuye o desaparece. Para concluir, el vínculo ético del individuo con la especie humana ha sido afirmado desde las más antiguas civilizaciones, a su vez, esta antropo-ética ha sido cubierta, oscurecida, minimizada por las éticas diversas y cerradas pero no ha dejado de conservarse en las grandes religiones universalistas ni de resurgir en las éticas universalistas, en el humanismo y en los derechos humanos, como reflexión, la expansión y la libre expresión de los individuos constituyen el propósito ético y político para el planeta; ello supone a la vez el desarrollo de la relación individuo - sociedad en el sentido democrático, y el, desarrollo de la relación individuo - especie en el sentido de la realización de la humanidad.
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