Ensayo los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. Es muy usual que en la sociedad nos comparemos con los demás

En ocasiones nos sentimos desanimados y creemos que no tenemos un rumbo definido, que nuestro futuro es incierto y que quizás no logremos lo que tanto anhelamos; cada tropiezo y cada obstáculo son situaciones desalentadoras en la búsqueda del éxito que tanto añoramos, pero la vida nos enseña que todo tiene su razón de ser y todo nos trae una enseñanza, quizás en el momento no lo veamos pero conforme pasa el tiempo nos damos cuenta que la vida trae momentos mágicos, nos da respuesta a muchos interrogantes y así vamos alcanzando nuestras metas y va cambiando la percepción negativa y nos orientamos hacia donde queremos llegar.

Es muy usual que en la sociedad nos comparemos con los demás y lleguemos a querer tener la posición social que otros tienen o talvez su trabajo, pero la realidad es que cada uno tiene una identidad propia que nos hace únicos y con nuestras cualidades y capacidades podemos lograr todo lo que nos proponemos. Alcanzar el éxito no es un camino fácil, para lograrlo hay que pasar por situaciones tanto negativas como positivas de las cuales hay que aprender ya que la buena actitud que manejemos frente a nuestros problemas será la base para saberlos resolver.

La familia sin duda alguna es el pilar donde deben nacer y se deben inculcar los valores fundamentales que nos guiaran hacia el camino del éxito, los padres son las personas más adecuadas para mostrarnos lo importante que es ser nosotros mismos y que nuestra personalidad no debe ser influenciada por nada ni por nadie.

A lo largo de nuestra existencia se nos presentan ocasiones en las cuales tenemos altercados con las demás personas porque percibimos de manera diferente momentos, situaciones, palabras o gestos que nos llevan a una confrontación de ideas ya que cada quien tiene su punto de vista frente a su realidad, es por eso que no debemos ofender ni criticar la posición de los demás porque en algún momento la perspectiva cambia y la opinión de los demás será tan cierta como la nuestra, puesto que llevamos toda una vida condicionados e influenciados por una sociedad que nos hace ver las cosas no como son sino como las queremos ver.

Es muy fácil juzgar las demás personas y creer que no están actuando de la mejor manera, pero ¿conocemos su vida?, ¿Sabemos que está viviendo en estos momentos?, ¿conocemos sus miedos o sus problemas?, es difícil entender a los demás como también lo es ponernos en su situación y cuando logramos hacerlo nos damos cuenta que esa persona ha librado batallas que no nos imaginábamos y que le ha tocado luchar para llegar a conseguir sus sueños.

El desarrollo de cada persona implica un crecimiento paso a paso, llegar a conquistar la cima trae consigo un conjunto de aprendizajes, de momentos, de experiencias y de conocimientos que hacen parte de un proceso vital el cual tiene un ritmo y una secuencia indispensable donde no es posible saltarnos ninguno de ellos ya que cada uno es como un eslabón indispensable para continuar. El libro nos muestra que para llegar a ser altamente afectivos debemos iniciar con unos hábitos que nos brindan los máximos beneficios posibles a largo plazo, el primero de ellos es “ser proactivo”, esto significa que todos los seres humanos estamos en la capacidad de elegir y tenemos la libertad de hacerlo, por ende somos responsables de nuestros actos ya que poseemos autoconciencia, imaginación, conciencia moral, y voluntad independiente, ser proactivo implica que el mal tiempo o las malas condiciones no nos afecten de manera negativa, nuestros pensamientos deben orientarse siempre hacia lo positivo, porque cada situación que llega a nuestra vida trae consigo un propósito y es responsabilidad de nosotros dejar que nos afecte o por el contrario aprender y sacarle el mayor provecho.

Ser proactivo es ser conscientes que debemos trabajar y cambiar de adentro hacia afuera, pensar más en “ser” que en “tener” ya que muchos de los problemas se dan por pretender cambiar a los demás o pensar que ellos son los del problema porque miramos solo sus defectos, pero si por el contrario nos autoevaluamos y nos corregimos primero nosotros mismos talvez las respuestas sean positivas y los problemas disminuyan.

Como nos cuenta el autor Stephen R. Covey en el libro los problemas pueden ser directos cuando involucra nuestra propia conducta, indirectos cuando involucra a otras personas y los de inexistencia de control cuando no podemos hacer nada.

El segundo habito es “empiece con un fin en mente”, nos muestra la importancia de tener una visión de nosotros mismos, de saber ¿quiénes queremos ser?, ¿cómo queremos que los demás nos vean?, la impresión que queremos dar y la huella que quisiéramos dejar en cada una de las personas que hacen parte de nuestra vida. la misión que tenemos no es tan fácil de identificarla ya que implica una cantidad de principios y normas que nos rigen y que son la base para tomar las decisiones cotidianas a las que nos enfrentamos día tras día para el alcance de nuestros objetivos, también se condiciona por una cantidad de centros a los que estamos dedicados, unos con mayor intensidad pero que son el punto de partida de nuestra vida como la familia, el trabajo, el dinero, o el placer entre muchos otros.

El tercer habito del que nos habla el autor en el libro es: “establezca primero lo primero” ya que a diario nos enfrentamos con situaciones algunas importantes y otras urgentes y no sabemos decidir a cuál de ellas debemos darle prioridad y lo que debemos pensar para tomar la decisión de cual atender primero es pensar cual nos trae mayor beneficio y tener el valor de dejar a un lado las que no nos aportan ningún resultado positivo; es aprender a administrar nuestra propia vida y quizás tener que hacer lo que no se quiere hacer pero que sin duda alguna nos aportara mayores rendimientos en el ámbito donde nos encontremos. La administración efectiva del tiempo debe estar equilibrada por medio de varios factores como lo son: la identificación de los roles dependiendo en el lugar donde nos encontremos, la selección de las metas, la programación en tiempo que se le asigne al cumplimiento de cada uno de los objetivos y la adaptación diaria de las actividades teniendo en cuenta los imprevistos que puedan surgir.

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