Ensayo sobre Joche de Antonio Ronceros
Enviado por leelopez • 12 de Mayo de 2018 • Ensayo • 2.934 Palabras (12 Páginas) • 181 Visitas
Lee Sandra López Castro
Una mirada distinta frente a la muerte: Joche
“Joche se ha ido para siempre” son las palabras de su entrañable amigo que lo acompañaba corriendo apresuradamente para que no se sintiera solo cuando lo llevaban al cementerio. Esta mirada de la muerte únicamente puede ser entendida desde una visión de inocencia, ternura y compañerismo que encontramos en los niños. A partir de estas ideas que se esbozan en este párrafo, analizaremos los elementos paratextuales y, por último, los elementos que conforman la narración del cuento. De tal forma que el análisis global responde al esquema planteado por Gemma Lluch.
Antonio Gálvez Ronceros es considerado por la crítica literaria, como uno de los cuentistas más valiosos de la tradición peruana. Su primer libro de cuentos, Los ermitaños, es un elemento de culto, puesto que es considerado dentro de la literatura proscrita o marginal. Igual situación presentan los Cuadernos de agravios y lamentaciones, Monólogo desde las tinieblas, Historia para reunir a los hombres, entre otros.
Todas estas creaciones consideran una realidad muy poco abordada, puesto que reflejan a una sociedad marginal, el reflejo de la tradición oral y el empleo de un lenguaje oral muy íntimo de la costa del Perú, Chincha. De ahí deriva la clasificación de proscrito.
Ricardo Gonzáles Vigil, caracteriza a Gálvez Ronceros diciendo: "Si bien parece estar vinculada con una vertiente muy activa en las letras peruanas de los años 30 a 60: del realismo social al neorrealismo; sin embargo, la textura de los cuentos de Gálvez Ronceros se aparta de las convenciones de la narrativa realista. Prefiere reelaborar el legado fecundo de la tradición oral: los relatos del pueblo con sabor a fábula, con su dosis de fantasía y humor, con su carácter “ejemplar” o aleccionador, sin omitir su capacidad de aludir corrosivamente a la experiencia cotidiana y el tejido social" (Suplemento Dominical. El Comercio).
La temática presentada en algunas obras refleja también su preocupación social. En Cuadernos de agravios y lamentaciones reúne 11 cuentos escritos en épocas distintas. A través de ellos se aprecia la oposición directa entre explotadores y explotados, en Historias para reunir a los hombres se presenta a la sociedad que sufre (el sector de los que padecen miseria e injusticias) y, en contra de quienes se empeñan, con diligencia vil o con indiferencia, en mantener ese gran dolor.
Podríamos decir que Gálvez Ronceros es un autor vivencial puesto que muchos de los relatos están ambientados en su contexto social de crianza. “Mi infancia transcurrió en Chincha Alta. El mundo rural rodeaba a Chincha, y aún la rodea, de modo que quienes vivíamos en la ciudad realizábamos incursiones a la campiña, ese espacio estaba dominado por el campesino mestizo, el cholo costeño” (Suplemento Dominical. El Comercio).
Se podría decir que para Gálvez Ronceros, la literatura se volvió una forma de hacer un llamado a la sociedad para darnos cuenta que nuestra literatura es más que una creación capitalina.
Como ya se ha mencionado dentro de su literatura prima el uso de una prosa relevante, reflejo de la realidad lingüística e ideológica del hombre costeño. A estas características se le añade el tema de la muerte, vista desde la visión costeña e infantil que según en palabras de Gálvez se convirtió en una obsesión. “Tenía yo una historia que me obsesionaba, elaboraba mentalmente párrafos breves y los "mejoraba" constantemente. Es decir, los corregía. Ese cuento se titula Joche y aparece en Los ermitaños. Es quizá mi cuento más ambicioso porque trata sobre la muerte. Escribirlo me tomó cerca de cuatro años, entre 1957 y 1961. Yo quería terminar mi primer libro y eso significaba terminar aquel cuento, pero sucede que hasta el sesenta me encontraba en Chincha, así que me dije: "si me quedo acá, no termino nunca". Entonces salí para Lima y pude terminar el cuento y escribir uno más” (Suplemento Dominical. El Comercio).
La muerte ha sido un tema de constante reflexión que con el pasar de los años se vuelve en la vida del hombre una preocupación. En unas culturas más que otras, ha sido un tema tabú, y; sin embargo, el tema de la muerte nunca dejó de fascinar tanto a niños como adultos. Este tema ha sido presentado en una gran variedad de obras literarias, abordándola desde diferentes perspectivas.
Por citar algunos autores que sobresalen en el uso de la muerte en sus obras se podría mencionar a Horacio Quiroga que insiste en su intento de destacar los aspectos trágicos, patéticos y lúgubres, que no hacen más que reflejar su visión biográfica; García Márquez en su cuento La muerte en Samarra, le da “vida” a la muerte convirtiéndola en un personaje que se presenta a un joven que en sus intentos de huir de ella lo único que hace es acercarse más; Juan Rulfo presenta en su novela Pedro Páramo una confluencia de la muerte entre sus personajes, desde la visión profética de un aparecido hasta el encuentro de los muertos de Comala en la fosa común.
En el presente cuento a estudiar, la muerte asume el sinónimo de Joche en este se refleja la mirada común de la costa frente a la muerte, la creencia tradicional de considerarla con festividad y jolgorio. A la vez se incorpora la mirada curiosa de los niños (narrador, Vito y Lando) frente a este hecho. Ellos recién se están incorporando a esta tradición y no logran entenderla en su totalidad. Puesto que es contradictorio pensar que tras la ausencia de un ser querido se haga una ceremonia festiva.
La historia se sitúa en el campo que por datos del registro léxico los podemos determinar: hacienda, camino, pampas, chacras. “Hoy, más arriba de la mañanita, se llevaron al Joche al cementerio. El grupo salió por entre las chacras al camino de Chavalinas, pasó el puente y desembocó en la pampa” (Gálvez Ronceros: 88). Por estos datos y las ilustraciones del autor se puede reflejar la identidad de la costa rural.
Abordando el segundo nivel de análisis: los paratextos recaen en las ilustraciones de la obra, cabe resaltar que por el carácter de compromiso e intimismos que Gálvez Ronceros le da a sus obras, optó por realizar las ilustraciones de su cuento. Este se publicó dentro de Los Ermitaños, como apreciamos en la ilustración echa a mano alzada y a carboncillo observamos una casucha y un arbusto, separados por un terrenal. Las tonalidades de fondo son de colores pasteles (poco llamativos y parcos). Esta portada muestra la característica principal de la obra, la simpleza de la zona rural, buscando así reflejar tal y como son las viviendas de la costa en forma realista. Además por la soledad del paisaje que le da un sentido de tristeza o tal vez en el autor de nostalgia. [pic 1]
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