Ensayo sobre ornamento y delito.

Pontificia Universidad Javeriana

Angelo Fernando Del Vecchio Cristancho

Ingeniería Civil

Arquitectura Moderna

8 de Septiembre 2016

SUBIENDO ESCALONES PARA ROMPER ESTEREOTIPOS.

“La arquitectura esta reprimida por la costumbre,

los estilos son una mentira.”

Le  Corbusier.

Atreves de los años la arquitectura ha tenido incontables cambios, desde estilos hasta  maneras de ejecutarse. Todos estos estilos han dejado huella en su respectiva época de ejecución, sin embargo, hoy en día queda muy poco de eso,  precisamente por que pertenecen a épocas anteriores,  es preciso decir que los humanos vivimos en constante desarrollo, y por eso no podemos detenernos en una misma tendencia. Con esto doy paso a mi posición acerca del texto “Ornamento y delito”, donde ratifico lo expuesto por Adolf Loos, debido a que me siento muy de acuerdo con la posición de él, al decir que el ornamento pertenece a épocas anteriores, además de que actualmente esta muy desvalorado el trabajo. Es importante relacionar lo expuesto anteriormente con la posición de Loos y confirmar que el humano vive de eso, vive de un constante desarrollo y para eso toca ir al pie de los cambios, ya que si los arquitectos se quedan en un mismo estilo se volverá aburrido más adelante y empezara a perder su valor, teniendo en cuenta que estamos hablando de la época contemporánea. Habiendo dicho esto, este ensayo desarrollará dos partes, con las que se pretende ratificar y argumentar el enfoque de Loos en el texto “Ornamento y delito”.  La primera parte será  desarrollar la idea de cómo los estereotipos se ven discriminados, y el porqué esto no debería ser así. La segunda parte ampliara el concepto de Loos, sobre el ornamento al decir que esto ya no pertenece a esta época.

Considero que la época contemporánea a dado pie para el desarrollo de muchos estereotipos, que a mi parecer han sido muy criticados y adicionalmente marginados. Es importante traer esto al texto, puesto que los estereotipos no van ligados solo a apariencias humanas, sino también arquitectónicas, y es así como Adolf Loos da un buen ejemplo de cómo la arquitectura se ve criticada, al compararla con lo que él cree que es considerado como delincuencia o desagradable en la actualidad. Loos pretende hacer esta comparación no con el animo de ofender aquellas personas que siguen estas tendencias, sino él quiere llegar al punto de que sí se critican estas personas y se les excluye, llegara un punto donde la arquitectura se vea envuelta en este tipo de rechazos, al final llegara un punto donde no se pueda innovar por el miedo a ser juzgados. Como consecuencia el gobierno es quien sacara provecho de la falta de innovación y podrá tener más control sobre el pueblo, como lo menciona Loos en su texto.

Para darle fuerza a este argumento he decidido citar una frase del texto donde Loos describe una tendencia y cómo esta es juzgada: “La persona moderna que se tatúa es o un delincuente o un degenerado. Hay prisiones en las que un ochenta porciento de los presos muestran tatuajes. Los tatuados que no están en prisión son delincuentes latentes o aristócratas degenerados”. Es un ejemplo claro de cómo la sociedad discrimina algunos por sus gustos, esto nos lleva a que, si los arquitectos estuviéramos en un constante desarrollo de ideas que innovaran la construcción contemporánea, ¿seriamos discriminados? Por que simplemente a algunos no les gusta innovar y no por eso deben ser juzgados como revolucionarios o peor aún como delincuentes en potencia, solo por el hecho de romper con la cotidianidad de las personas.

Adicionalmente Loos cita en su texto: “ … y el Estado, cuya tarea es detener el desarrollo cultural de los pueblos, hizo suya la cuestión de desarrollar y reponer el ornamento. ¡ Ay del Estado cuyas revoluciones estén promovidas por los consejeros de Corte!”. A que voy con esta cita, es claro que para el gobierno es provechoso que la sociedad no avance con eso evitan  el problema de que las personas se revolucionen contra el estado. Por otro lado esto no debería ser así, para eso rompemos los estereotipos y subimos ese escalón más hacia el avance, con el fin de hacer innovaciones que no sean juzgadas, que tengan que ser aceptadas por la sociedad con el fin de salir de lo que nos impide el desarrollo.

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