Entre Razon Y Religion, Dialéctica De La Secularización
Enviado por hunter9808 • 18 de Febrero de 2013 • 1.523 Palabras (7 Páginas) • 1.446 Visitas
¿FUNDAMENTOS PREPOLÍTICOS DEL ESTADO DEMOCRÁTICO DE DERECHO?
Jürgen Habermas
El ensayo inicia retomando la pregunta que Ernest Wolfgang Böckenförde realizara respecto de si el Estado liberal y secularizado se sustentaba en presupuestos normativos que él mismo no podía siquiera garantizar. Destaca que esta pregunta pone en duda la capacidad del Estado de recurrir a sus propias fuentes, a la vez que hace surgir la sospecha de que depende de lo religioso, y por tanto, haría tambalear a un Estado obligado a mantenerse neutral en lo relativo a la cosmovisión.
Habermas afirma que desde un punto de vista cognitivo la duda se refiere a la cuestión de si puede siquiera alcanzarse un poder político -una vez llevada a cabo una completa positivación del derecho- de justificación secularizada, es decir, no religiosa o postmetafísica.
Entiende el proceso de secularización cultural y social como un doble proceso de aprendizaje que fuerce tanto a las tradiciones de la Ilustración como a las enseñanzas religiosas a una reflexión sobre sus respectivos límites.
1. SOBRE LA FUNDACIÓN DEL ESTADO CONSTITUCIONAL SECULAR A PARTIR DE LAS FUENTES DE LA RAZÓN
Habermas parte de entender el liberalismo como una justificación no religiosa y postmetafísica de los principios normativos del Estado constitucional democrático, se sitúa en la tradición de un derecho racional que ha renunciado a las enseñanzas del derecho natural clásico y religioso fuertemente ancladas en suposiciones cosmológicas o relativas a la historia de la salvación. Desde el punto de vista católico no hay nada que en principio impida justificar la moral y el derecho de manera autónoma, es decir, independientemente de las verdades relevadas.
Esta herencia problemática provocó que la pregunta de Böckenförde se interpretara de modo que daba a entender que un orden constitucional completamente positivizado precisaba la religión o de algún otro poder sustentador para garantizar desde el aspecto cognitivo los principios que lo legitiman.
2. ¿CÓMO SE REPRODUCE LA SOLIDARIDAD CIUDADANA?
Frente a esta mera obediencia a las leyes que coartan los actos individuales están la motivación y la actitud que se esperan de los ciudadanos en su función de coautores democráticos del derecho. De ellos se espera que hagan uso coactivo de sus derechos de comunicación y de participación no sólo por un interés propio bien entendido sino también en interés del bien común, es decir, solidario.
En un Estado democrático de derecho una ley que hiciera del derecho el voto una obligación sería un elemento tan extraño como una solidaridad impuesta por ley.
De todo lo anterior, sin embargo, no se puede concluir que el Estado liberal no tenga la capacidad para reproducir sus presupuestos motivacionales con base en sus propios recursos seculares.
Para la integración constitucional de una sociedad civil mundial bastaría con la evidencia moral y con un consenso mundial de lo que respecta a la indignación moral que provocan las violaciones masivas de los derechos humanos. Entre los miembros de una sociedad política solamente puede darse una solidaridad – por abstracta y jurídica que ésta sea- cuando los principios de justicia han penetrado previamente el denso entramado de los diferentes conceptos culturales.
3. CUANDO SE DESGARRA EL VÍNCULO SOCIAL
Como ya he comentado, una modernización <descarrilada > de la sociedad en su conjunto bien podría resquebrajar el lazo democrático y agotar el tipo de solidaridad en el que se apoya la sociedad democrática, que no puede exigirse por vía legal. En este caso sí se daría exactamente la constelación a la que se refería Böckenförde, es decir, la transformación de los ciudadanos de sociedades liberales prósperas y pacíficas en mónadas aisladas, guiadas por su propio interés, que utilizan sus derechos subjetivos como armas las unas contra las otras. Evidencia de un desmoronamiento de la solidaridad ciudadana como el descrito se observan ya en un contexto más amplio en lo que se refiere a la dinámica políticamente incontrolable de la economía mundial y de la sociedad mundial.
Como efecto de los conflictos y de las manifiestas injusticias sociales en una sociedad mundial cada vez más fragmentada, crece – con cada nuevo fracaso- el descontento en el camino hacia la constitucionalización del derecho internacional público que se inició después de 1945.
4. SECULARIZACIÓN COMO PROCESO DOBLE Y COMPLEMENTARIO DE APRENDIZAJE
La religión mantiene firme en un ambiente cada vez más laico y que la sociedad cuenta con que las comunidades religiosas se mantengan indefinidamente en el tiempo.
En la sociedad postsecular se impone evidencia de que la < la modernización de la conciencia pública> abarca de forma desfasada tanto mentalidades religiosas como mundanas y las cambia reflexivamente. Si ambas posturas, la religiosa y la laica, conciben la secularización
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