Esclavos De La Pasión

Esclavos de la Pasión

Ana Cristina Pérez Sierra

Tranquilo tus desgracias soportaste, tú, de la suerte el golpe

Y el halago recibiste con ánimo sereno… Encuentre al hombre

Yo que no sea esclavo de la pasión, y vivirá en mi pecho, junto

A mi corazón, como tú vives…

Hamlet a su amigo Horacio

Tener emociones y ser apasionados no es malo, si no que le da sentido a nuestras vidas, pero como en todo, también en ellas debemos tener control, si las emociones son muy excesivas pueden llegar a ser patológicas y si son inexpresivas nos pueden hacer sentir un vacío. Las emociones son una manera de expresar nuestro sentir en todo momento de nuestras vidas.

Anatomía de la ira

Antes de enojarnos y hacer nuestro coraje, tenemos que ser conscientes y ver qué es lo que en verdad está sucediendo y no lo que creemos que está sucediendo, en algunas ocasiones podemos mal entender las situaciones y tomarlas de mala manera y reaccionar después de eso, pero así como es bueno ponernos a pensar antes también es bueno no reprimir nuestras emociones, pero como ya lo había dicho antes con un equilibrio, el ejemplo que menciona el libro es de unos conductores y como es que poco a poco transforme recorren su trayecto se van encontrando con una serie de acontecimientos y cada uno va aumentando su ira hasta llegar a un punto donde ya no es posible controlarla y explotan.

El “ataque” de furia

A veces nos enojamos y nos ponemos iracundos porque nos sentimos amenazados, pero esto es por instinto, para protegernos del peligro ya sea físico, mental o hasta en ocasiones por el simple hecho de competir.

La ira se construye sobre la ira

En el libro se menciona un ejemplo de un niño que quería algo mientras iba con su madre de compras y la madre le dijo que no, que lo dejara en su lugar y el niño siguió aferrado a que quería el objeto y la madre cada vez más enojada le dijo que no entonces el niño otra vez se aferró a él y se puso mucho más a la defensiva y enojado, entonces llego hasta un punto donde los dos se llegaron a agredirse físicamente, esto quiere decir que entre más agresivo sea uno con una persona la persona de igual manera va a responder con agresividad.

La calma

El autor comparte una experiencia que tuvo con sus padres cuando era adolescente y menciona que una solución para su arranque de ira fue la calma cuando salió de su casa muy enojado el paisaje bonito del camino fue el que lo tranquilizo y lo hizo llegar a calmarse.

La falacia de la ventilación

Este subtitulo hace referencia a que no necesariamente el “explotar” con la persona que nos hace enojar, va a calmarnos, si no, todo lo contrario, comenta también que se han hecho estudios en donde se demuestra que violencia genera más violencia y por lo tanto propone que cuando ya se esté en un estado más

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