Espantos De Agosto

Un cuento del escritor colombiano Gabriel García Márquez, con un estilo fluido y parco a la que se trata el cuento y está escrito en un lugar que es el castillo en Arezzo, comprado por el escritor venezolano Miguel Otero Silva en pleno bullicio de quien se trata de un día domingo no encontraron quien le diera razón de la ubicación del castillo, al preguntar a varias personas, hasta que dieron con una vieja pastora de gansos quien les dio indicios precisos y al a vez le dijo a la familia de que el castillo estaba embrujado; él y su mujer se burlaron de la incredulidad de la buena mujer y lo tomaron como una broma, pero los dos hijos quedaron encantados con la idea de conocer a un fantasma de cuerpo presente.

Miguel Otero Silva los esperaba con un almuerzo excelente, allí en la mesa les habló de Ludovico, uno de los más prominentes e insignes habitantes de Arezzo, hombre de gran poder que había construido aquel castillo; en una noche de locura apuñaló hasta matar a su amada y, él, azuzando a sus perros sé izo destrozar por ellos. A partir de media noche el fantasma de Ludovico ya se paseaba por el castillo en busca de sosiego en su purgatorio de amor.

La edificación era un inmenso y sombrío edifico con una multitud de sucesivos dueños que habían dejado muestras de sus gustos en moblaje abandonado, pero Miguel se había hecho construir en la planta baja, lugar que ocupaba para vivir excelentes dormitorios, la planta alta era la que durante siglos ocuparan Ludovico y antiguos dueños; allí se encontraba la habitación intacta donde Ludovico perpetrara su crimen; allí se encontraba la cama con sangre acartonada por los siglos.

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