Estrategias Para Entrar Y Salir De La Modernidad
Enviado por pollitotruma15 • 26 de Junio de 2015 • 510 Palabras (3 Páginas) • 223 Visitas
A esa propuesta llega García Canclini después de un largo trabajo de reflexión e investigación sobre las culturas del arte y las populares. Un trabajo que fue pionero por estas tierras en recolocar los estudios estéticos al interior de la investigación social, introduciendo en el debate cruces teóricos y metodológicos que permitieron interpelar al arte desde ámbitos –la industria, la comunicación, los consumos– replanteadores de las inercias idealistas y sociologistas.
Pionero también en reubicar el estudio de las culturas populares a distancia tanto del culturalismo antropológico y su idealizada autonomía como de los instrumentalismos populistas, haciendo con ello pensables la interacción de las culturas populares con las sociedades nacionales y la inserción de lo popular en lo masivo trasnacional.
El libro que reseñamos marca sin duda un punto de llegada en ese recorrido y un hito en los estudios culturales de América Latina. Y lo es ante todo por ayudarnos a pensar la diferencia no al margen sino desde el debate a la modernidad, haciendo de ese debate aquí no una forma de escape a los “atrasos” y las contradicciones de la situación latinoamericana sino, por el contrario, una ocasión y un modo de acceso a las cuestiones más radicales y las crisis más nuestras.
No extraña entonces que el libro arranque colocando la modernidad de los filósofos en el terreno de los sociólogos: una torsión que permite “referir” la autonomía del arte/la cultura –rasgo definitorio de la modernidad– a cuestiones primero de método y después de historia y política culturales. Mirando desde ahí, García Canclini hace un balance a la vez del proyecto moderno y del debate mismo: de lo que significa la crisis de las vanguardias y la reorganización del mercado cultural en torno a una lógica cada día más alejada de las “bellas artes”, mientras la estética moderna se transforma postmodernamente en ideología para
consumidores.
El segundo desplazamiento busca romper con dos prejuicios para hacer abordable la cuestión central. No es un déficit de modernización lo que ha hecho imposible la modernidad en América Latina, y son las “optimizadas imágenes” de la modernidad europea, con las que hemos medido nuestros procesos, las que nos han impedido reconocer la modernidad propia. Pues ni la modernidad en Europa fue el resultado lineal de la modernización socioeconómica, ni el modernismo latinoamericano se limitó a imitar y traducir.
Tanto allá como acá la modernidad se produce en la interacción de diferentes temporalidades históricas. En Europa fueron “un orden dominante semiaristocrático, una economía semiindustrializada y un movimiento obrero semiemergente o semiinsurgente” (Perry Anderson); pero, ¿cuáles son esas temporalidades en América Latina y “qué contradicciones genera su cruce”?, se pregunta García
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