FANTASIA EN MADERA

FANTASIA EN MADERA

DAVID PONTON MEDINA

TUTOR

Lic. EDGAR FELIPE CRUZ PEREZ

UNIVERSIDAD DEL MAGDALENA

LICENCIATURA EN EDUCACION BASICA CON ENFASIS EN HUMANIDADES: LENGUA CASTELLANA

III SEMESTRE

SAN MARCOS – SUCRE

MARZO DE 2014 

FANTASIA EN MADERA

Fantasía en madera, es una crónica absurda y exótica de una tremenda lógica y que todos deberíamos aprender a vivir, al menos un poquito, como el cronista propone. Es una crónica más políticas, más concretas, más apegadas al combate social.

Su autor, Luis Tejada, más conocido como “el filósofo de lo cotidiano”, “el príncipe de los cronistas” o “el pequeño filósofo”, pues desde un género poco reconocido en la historia como es la crónica, logra plasmar la radiografía diaria del acontecer político, social y cultural de este país. Y no sólo eso. Dando animosidad a lo inanimado, en muchas de estas crónicas se pueden encontrar objetos que pasan de lo inerte a un valor altruista, genuino y hasta ahora insospechado por el lector, notando claramente que ha valido la pena cambiar la tarea que tenían los cronistas de esa época, de hacer reír por la de hacer reflexionar, de hacer soñar más aún, de hacer encontrar hasta del más negado, toda la poesía, todo el perfume de frecuentes, y al parecer humildes, actos cotidianos. Está siempre cuestionando lo intocable y, de este modo, rompiendo los andamiajes del sistema establecido, tanto cuando se burla de la lógica oficial como cuando denuncia los crímenes del gobierno o pone al desnudo la dictadura de clase.

En Tejada encontramos el humanista, el poeta, el crítico, el político, el filósofo, el humorista, el transgresor, el observador; el hombre que con una vida muy corta aprovechada al máximo y provisto de un pensamiento reflexivo y autónomo nos dejó un legado muy importante, desde su mirada joven e inquieta, sobre la problemática social en la Colombia de los años veinte, a través de lo que Mariluz Vallejo Mejía, describe como: “…prosa ligera, profunda y chispeante, capaz de captar lo efímero, lo perdurable, lo mezquino y lo entrañable en la naturaleza de los seres y las cosas”

En este artículo, su autor, a cada mueble, taburete, cama, mesa, etc., les da vida haciendo de sus conversaciones motivos de una extraordinaria reflexión, donde los lleva con un fluido léxico a cosas inimaginables en una forma muy amena y divertida.

El autor es esa clase de persona que reconoce que el hombre no sólo puede transferir sentimientos, actitudes y pensamientos a las cosas, sino que de hecho lo hace a cada instante, llenando de dignidad y de humanidad a los objetos inertes, es decir, sin vituperar podría decirse, que el hombre puede dignificar y humanizar al hombre, .

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