Galeano, E. (2004). Las venas abiertas de América Latina. México: Siglo veintiuno editores, pp. 379.
Enviado por Corinna Calderón • 25 de Marzo de 2016 • Ensayo • 1.076 Palabras (5 Páginas) • 382 Visitas
América sangra
Galeano, E. (2004). Las venas abiertas de América Latina. México: Siglo veintiuno editores, pp. 379.[pic 1]
Eduardo Galeano, escritor Uruguayo nacido en Montevideo hacia 1940; a pesar de pertenecer a la clase alta tuvo numerosos trabajos menores y a sus apenas 14 años comenzó a trabajar en el seminario “EL Sol”. En 1973, durante un golpe de estado fue encarcelado y desterrado a la Argentina. Es considerado un autor prolífico y con una vasta ideología, marcada por la huella que dejó la guerra y los numerosos movimientos sociales surgidos en América Latina; Galeano es uno de los primeros en denunciar los males del pueblo, causando polémica con sus textos y dejando a su vez un indicio que marcaría un cambio de ideas en Latinoamericana.
Las venas abiertas de América Latina es el escrito más conocido de Galeano, seguido de la trilogía Memoria del fuego y el libro Espejos. Sus textos han sido traducidos a numerosas lenguas; sin duda es un autor que se ha encargado de cruzar las fronteras tanto literarias como sociales. Galeano recoge las memorias de las almas y el sentir del pueblo, realiza magistralmente una síntesis filosófica, poética, social y narrativa que exalta las voces perdidas en el tiempo.
Las venas abiertas de América Latina no es una simple novela que cuenta la historia de algunos personajes inmersos en una época, en un mismo contexto o con un mismo objetivo; es un texto que nos cuenta la historia de millones de personas a lo largo de la historia; es el libro de las raíces y las consecuencias, de la abundancia y la carencia, de la diversidad y la semejanza, de la esperanza y el abatimiento. Este texto no son solo palabras al viento, para muchos Latinoamericanos resultó ser como un grito de aliento en medio de la oscuridad; cientos de años de silencio y ceguera condensados en un escrito. Este tomo puede considerarse una especie de manual de política y economía, más no es sólo esto, de ser así, no sería distinto a cualquier libro de historia; y esto, sería tanto como ir en contra del propósito mismo de este libro que busca antes que nada desvanecer el velo de ignorancia de una sociedad que ha vivido bajo el yugo de la miseria y el silencio que Latinoamérica ha guardado durante años, denunciando aquellos hechos perdidos de la historia causa de nuestro presente y producto del fatal pasado que hemos estúpidamente aceptado.
“La historia es un profeta con la mirada vuelta hacia atrás: por lo que fue, y contra lo que fue, anuncia lo que será” (Galeano, 2004). Situándonos en el centro de la tormenta, donde ciento veinte millones de niños habitan; en las venas que conforman Latinoamérica corre la sangre del subdesarrollo y las ansias de revolución, una revolución que ha sido acallada desde que la fiebre del oro y la plata arrasó con nuestro continente dejando solo el nombre, designio del cruel destino. Donde una vez se erigieron majestuosos palacios e iglesias solo la huella queda, ruinas de polvo y arena; del Potosí escombros, de la riqueza, el ocaso del siglo de la Plata; nada más que memorias de la ostentación, hoy no son más que miseria y frío.
La pobreza viene de las raíces: de lo dulce, de lo amargo, de lo suave y lo mundano. Latinoamérica aceptó su destino, se estructuró bajo la impotencia y cedió el triunfo a sus captores patrocinado por brazos baratos. Sudamérica se alimentaba de aire y sacrificios. Mientras el rey azúcar y los monarcas agrícolas desfrutaban de su auge la revolución se forjaba; la violencia y la muerte arrullaron esperanza, de la injusticia nacieron Bolívar, Artigas, Artemio y Zapata.
Pero no fue suficiente, el subsuelo también es causa de golpes de estado. El tesoro del Amazonas no resultó ser distinto a la caja de Pandora, el bendito petróleo fue luz y sombra para países como Venezuela, México, Brasil y Bolivia; del metal que antaño fue riqueza se forjaron las armas con las que inició la historia de la muerte temprana; pero que mejor arma que la industrialización: signo desarrollo e injusticia; base del sistema capitalista, de la deformación de Latinoamérica y de la estructura contemporánea del despojo.
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