Geografia De Cortazar

Para que una novela sea policial, y en especial policial negro, tiene que tener un crimen, asesinato, un engaño, algún personaje misterioso con algún secreto, pistas falsas, una crítica social, credibilidad, verosimilitud, sospechosos, fuertes connotaciones, significancias, y procedimientos que ayuden a estas características, tales como, una trama cerrada, un narrador que sea cuidadoso con sus palabras y distraiga al lector, un tema que aparece comúnmente en alguno de los relatos pertenecientes al género policial, entre otros que analizaremos luego. Para argumentar esto, vamos a centrarnos en el análisis del género y para fundamentar y comprobar esta hipótesis realizaremos un análisis textual, un análisis formal y un análisis de la noción de ficción.

Esta argumentación se desarrollará a través del marco teórico: para el análisis textual, Roland Barthes; para el análisis formal, Juri Tinianov y Víctor Shklovski; para la noción de ficción, Elsa Drucaroff; y para el análisis del género, Mijail Mijailovich Bajtín, Daniel Link, Jorge Lafforgue y Jorge B. Rivera.

Rosaura a las diez, El halcón maltés y El misterio del cuarto amarillo son novelas de policial negro. El género está definido por su contenido temático, estilístico (ambos refieren a los recursos léxicos, fraseológicos y gramaticales) y composicional (hace referencia a la estructura del texto, se relaciona con la teoría de Ferdinand de Saussure sobre el sistema de signos). El estilo es muy importante en la novela Rosaura a las diez, pero eso lo discutiremos más adelante. Además, son géneros complejos, secundarios, porque tiene una comunicación cultural más compleja, desarrollada y organizada, conformada por un conjunto de géneros discursivos simples que pierden su relación inmediata con la realidad, pierden su valor cotidiano para funcionar en el contexto de la narración. Éstos son los diálogos (Hammett, 2000; 32), (Leroux, 2000; 62), (Denevi, 2006; 72); documentos escritos, como cartas, notas o artículos (Leroux, 2000; 125), (Denevi, 2006; 35), el relato enmarcado (Hammett, 2000; 78-79), (Leroux, 2000; 259-263), (Denevi, 2006; 222-224). Asimismo, este género está clasificado por tres criterios: novela, policial y específicamente, policial negro. (Bajtín, 1998; 248-293).

Podemos decir que estos textos son novelas modernas porque utilizan la técnica del diálogo (el cual presenta el idiolecto) y se centran en la psicología de los personajes y la participación del lector en la decodificación y entendimiento del texto. Esto fue introducido por Cervantes en 1605 con la aparición de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, una narrativa en prosa que surge como combinación de otros textos anteriores. Con el pasar de los años se fue modificando. En el siglo XVIII, se acentúa la crítica social y en el siglo XIX, se caracteriza por centrarse en los hechos, narrar detalladamente, tener un

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