Hidroelectricas

INTRODUCCIÓN

Las hidroeléctricas es un recurso para la población ya que nos ayuda con el uso y abuso del consumo de la energía eléctrica es beneficioso para el ser humano desde el punto de vista del consumo aunque no lo favorece ya que los elevados costos que esto implica causan daños en la economía de las familias guatemaltecas.

Historia de la Electrificación en Guatemala.

La generación de energía eléctrica en Guatemala, se inicia en 1884 al instalarse la primera hidroeléctrica en la finca El Zapote, al norte de la capital.

Al año siguiente se forma la Empresa Eléctrica del Sur por empresarios alemanes que instalaron la hidroeléctrica Palín de 732 KW., la cual brindó servicio a los departamentos de Guatemala, Sacatepéquez y Escuintla.

El potencial de generación de los ríos de Guatemala seduce Hidroeléctricas, el negocio del siglo

a los inversionistas.

Los ríos que nacen en las montañas de Huehuetenango, Quiché y Alta Verapaz atraen con sus caudales y caídas de aguas a los desarrolladores de proyectos hidroeléctricos.

Se estima que los ríos de Guatemala tiene un potencial de generación eléctrica de 10 mil 900 Megavatios (MW) de los cuáles 5 mil MW son técnicamente aprovechables, según los estudios recopilados por el Instituto Nacional de Electrificación (INDE).

Ese potencial de generación ha llevado a los grandes capitales nacionales e inversionistas extranjeros a comprar propiedades en las montañas de Huehuetenango, Quiché Alta Verapaz y otros departamentos con potencial para construir hidroeléctricas, lo cual en algunos casos ha generado conflictos con las comunidades aledañas a los proyectos que se oponen a ellos.

El consultor independiente, Roberto Barrera, explica que la inversión en una hidroeléctrica oscila entre US$1.5 millones a US$2 millones por cada MW instalado. Aunque existen factores como la marca de las turbinas, tipo de suelos, cercanía de carreteras y la distancia de las centrales con las redes de transmisión que encarecen los proyectos.

Eso sí, afirma que se trata de una inversión sumamente rentable dado que la vida útil de una hidroeléctrica supera los 50 años de operación, algunas pueden operar por más de 80 o 100 años con un buen mantenimiento y trabajos hidrológicos y de reforestación. Mientras que la inversión se recupera en un plazo promedio de 10 años y el plazo restante es para generar utilidades, restados los costos de operación y el mantenimiento de la central.

El agua de los ríos es un recurso renovable que no tiene coste, con un costo de generación entre los US$0.07 y US$0.08 por kilovatio, si el inversionista logra un contrato a largo plazo para vender la energía a US$0.12 o más el kilovatio, el período de retorno de la inversión se puede acortar hasta los 5 años, es un negociazo, agrega Barreda.

Lo anterior explica el porqué 43 empresas participaron en la primera licitación de 800 megavatios para garantizar el suministro eléctrico de los próximos 15 años y otras 42 han hecho lo propio para la segunda licitación para contratar los 610 MV que no fueron adjudicados en el primer evento. Además, la implementación del SIEPAC (Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central), permitirá la creación de un gran mercado eléctrico regional, en el cual los generadores

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