Historia De Tbc
Enviado por dilmagarcia • 16 de Noviembre de 2011 • 2.022 Palabras (9 Páginas) • 549 Visitas
DEFINICION
La tuberculosis (abreviada como TBC) es una enfermedad infecto-contagiosa causada por el microbio Mycobacterium tuberculosis, conocido como el bacilo de Koch. Conocida en algunas partes del mundo, la TBC es posiblemente la enfermedad infecciosa, más prevalente en el mundo.
CIFRAS (alarmantes)
En 1999 la OMS cifró en 3.689.833 nuevos casos de tuberculosis en el mundo, aunque este organismo cifró en 8.500.000 casos totales con una tasa global de 141/100.000 habitantes. En el informe OMS de 2003 ,se estima en 8 millones (140/100.000) de nuevos casos de TBC, de los cuales 3,9 millones (62/100.000) son bacilíferos y 674.000 (11/100.000) están conifectados con VIH. La tuberculosis mantiene una prevalencia de 245/100.000 habitantes, y una tasa de mortalidad de 28/100.000. La tendencia epidemiológica de la incidencia de TBC sigue aumentando en el mundo, pero la tasa de mortalidad y prevalencia están disminuyendo (OMS-2003). Ataca preferentemente los pulmones, pero puede también enfermar a otros órganos como lo son los riñones, el hígado, la piel, meninges, etc. Es precipitadamente más grave en los niños y ancianos, que pueden morir por ella.
CAUSAS Y FACTORES DE RIESGO
La tuberculosis se puede desarrollar cuando se inhalan pequeñas gotas de saliva que la persona contagiada con M. tuberculosis expulsa al toser o estornudar. La enfermedad se caracteriza por el desarrollo de granulomas (tumores granulares) en los tejidos infectados.
El sitio habitual de la enfermedad es el pulmón, pero también puede afectar otros órganos. La infección primaria es generalmente asintomática (sin síntomas). En los Estados Unidos, el 95% de las personas se recuperan de la infección de tuberculosis primaria sin evidencia posterior de la enfermedad.
La tuberculosis pulmonar primaria se desarrolla en pocas personas cuyo sistema inmune no contiene con éxito la infección primaria. En este caso, la enfermedad puede aparecer unas semanas después de la infección o puede permanecer latente por años y reaparecer después de que la infección inicial ha sido contenida.
Los niños, los adultos mayores y las personas que están inmunocomprometidas, como los enfermos de SIDA, los que han recibido quimioterapia o quienes han sufrido trasplantes y toman medicamentos antirrechazo, tienen alto riesgo de desarrollar la enfermedad o reactivar la afección latente. En la tuberculosis pulmonar, el grado de diseminación de la enfermedad puede variar de un nivel mínimo de invasión a una invasión masiva y sin una terapia efectiva, la enfermedad empeora progresivamente.
El riesgo de contraer la tuberculosis aumenta con el contacto frecuente con personas que padecen la enfermedad y por condiciones de vida insalubres o de hacinamiento, así como una dieta pobre. Últimamente se ha notado un aumento en los casos de tuberculosis en los Estados Unidos. Los factores que pueden contribuir al aumento de esta enfermedad infecciosa en una población son:
Aumento en el número de casos de infección por VIH
Aumento en el número de casos de personas sin hogar (ambiente de pobreza y mala nutrición)
Aparición de cepas resistentes a las drogas antituberculosas
El tratamiento incompleto para las infecciones de tuberculosis, por ejemplo, no tomar los medicamentos durante el tiempo prescrito, puede contribuir a la aparición de cepas de bacterias resistentes a la droga.
Las personas con el sistema inmunológico afectado por el SIDA casi siempre tienen un mayor riesgo de desarrollar tuberculosis activa, ya sea por la exposición nueva a la tuberculosis o a la reactivación de la micobacteria en estado latente. Además, sin la ayuda de un sistema inmunológico activo, el tratamiento es más difícil y la enfermedad más resistente a la terapia.
HISTORIA
La historia de la tuberculosis es un tema apasionante. En pocas enfermedades es posible documentar su estrecha relación con la Historia de la propia humanidad como en la que nos ocupa. Existen evidencias paleológicas de tuberculosis vertebral en restos neolíticos precolombinos, así como en momias egipcias que datan aproximadamente del año 2400 a.C.
Quizá la primera "cita bibliográfica" que podemos hallar en relación a ella se encuentre en los libros de El Antiguo Testamento, donde se hace referencia a la enfermedad consuntiva que afectó al pueblo judío durante su estancia en Egipto, tradicional zona de gran prevalencia de enfermedad.
En Europa se convirtió en un problema grave en el momento en que el hacinamiento en los medios urbanos asociado con la Revolución Industrial generó circunstancias epidemiológicas que favorecieron su propagación. En los siglos XVII y XVIII la TB fue responsable de una cuarta parte de todas las muertes en adultos que se produjeron en el continente europeo (la palabra tuberculosis ha sido uno de los grandes "tabúes" en la historia de la cultura occidental).
El médico inglés Benjamín Martenl en, en su obra A New Theory of The Comsumption fue el primero en aventurar que la causa de la tuberculosis podría ser una "diminuta criatura viviente", que, una vez en el organismo, podría generar los signos y síntomas de la enfermedad.
Fue Robert Koch, en 1882, al utilizar una nueva técnica de tinción, el primero que por fin pudo ver al "enemigo oculto". En el año 1895 Wilhelm Konrad von Rontgen descubre la radiación que lleva su nombre, con lo que la evolución de la enfermedad podía ser observada.
Con el conocimiento del agente causante y el mecanismo de transmisión proliferó la aparición de los famosos sanatorios, con los que se buscaba, por un lado, aislar a los enfermos de la población general interrumpiendo la cadena de transmisión de la enfermedad, y por otro, ayudar al proceso de curación con la buena alimentación y el reposo.
Pero no fue hasta 1944, en plena II Guerra Mundial, con la demostración de la eficacia de la estreptomicina, cuando comienza la era moderna de la tuberculosis, en la que el curso de la enfermedad podía ser cambiado. En el año 1952 tiene lugar el desarrollo de un agente mucho más eficaz: la isoniacida. Ello hace que la tuberculosis se convierta en una enfermedad curable en la mayoría de los casos.
La rifampicina, en la década de los 60, hizo que los regímenes terapéuticos se acortaran de una forma significativa.
Se produjo un descenso progresivo de casos hasta mediados de los 80, en los que la irrupción del sida, la inmigración desde países en los que la enfermedad es muy prevalente (no hay que
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