Historia de“El cobrador”

 Historia de“El cobrador”

Este era un día cualquiera en la universidad para mí, aunque fuera el primer día seguía siendo algos sin importancia para mí, los días serían más aburridos que de costumbre por el hecho de casi no tener clases junto a Yelko, Samuel y mari pero no tenia de otra, al entrar al salón simplemente me puse mis audífonos y me senté en la parte trasera y solo miraba por la ventana, repentinamente volee a la puerta y la vi una chica de una altura perfecta para ella, una cabellera larga color rojo oscuro, unos hermosos ojos y una sonrisa muy bonita, me le quede viendo de una forma sutil para que no pensara mal de mí, normalmente lo que la gente piense de mí no me importa pero sentía que era importante dar una buena impresión, comenzaron las clases y yo no sabía su nombre, era la primera vez que tenía nervios de acercarme a hablar con alguien así que opte por esperar a que opte por esperar a que digieran su nombre en la lista, Elizabeth Teller un nombre que nunca pensé que sería tan importante para mí. Me fui a mi casa después de ese día de clases y solo fui a mi casa, mi padre se había ido de viaje hace unas semanas pero igual no me importaba, tengo años que no tengo una conversación con el que no supera las 4 oraciones, pensé ir a visitar el mausoleo de mi madre pero ese día comenzó a llover, me fui a mi habitación con una caja de piza y un six de cerveza, me senté puse música y una serie, aunque trataba de concentrarme en mi rutina solo podía pensar en ella, Elizabeth no superaba lo hermosa que era y lo buena persona que se miraba – Mañana la invitare a comer algo en la cafetería, aunque parezca un vago es posible que eso no le importe- dije para darme ánimos.

Este día compartía una clase con Yelko, Samuel y Mari así que me parecía demasiado cómodo eso, para mi suerte Elizabeth también tendrá la misma clase conmigo así que me entusiasme más, al finalizar la clase el maestro había encargado hacer equipos Yelko se fue con otros compañeros de clases y yo me junte con Mari y Samuel pero nos faltaba uno de repente Samuel se acercó a Elizabeth y la invito a unirse a nuestro equipo, ella acepto sonriendo y nos organizamos en el salón, cunado Mari y Samuel se iban me acerque a ella – ¿Qué flojera lo de la exposición de artes no?- le pregunte, ella solo se rio y respondió – para mí no es molesto ni nada, me gusta la ida aunque no soy muy buena exponiendo pero hare mi mejor esfuerzo- solo me reí y decidí a invitarla a comer algo, ella acepto. Los días pasaron hicimos el trabajo y lo expusimos todo salió muy bien, después de eso ella y yo comenzamos a hablar mas y debes en cuando salir a lugares cerca de la universidad antes de que la recogieran de la escuela. Ya habían pasado 2 meses desde que nos conocíamos y hablábamos éramos buenos amigos, de hecho a mí me gustaba ella, no era la primera vez que me interesaba una chica pero en esa ocasión me comporte muy tímido y pensaba que ella me rechazaría porque en cierto punto yo era un chico muy diferente a lo que alguien como ella merecería, así que decidí mejor no hacerlo hasta que estuviera seguro de que si le gustaba, curiosamente ese día Yelko decidió hacer una reunión en su casa e invito a todos  incluyéndola a ella y ella dijo que si así que todos nos fuimos a la casa de Yelko compramos cerveza, comida y papitas para pasar el rato, a medida que fue avanzando la reunión yo comencé a acercarme más y más a Elizabeth, comenzamos a hablar y a reír ignorando nuestro alrededor, un nuevo amigo Francis decidió dejarnos solo sacando a todos de la sala, Elizabeth y yo estábamos tan entrados en nuestra platica que no nos dimos cuenta cuando se habían salido todos, estando solo los 2 decidí tomar su mano y sorprendentemente ella me tomo igual de la mano y me la apretó, estaba feliz y con un poco de alcohol en el sistema así que decidí confesarle lo que sentía – oye Elizabeth te puedo decir algo… la verdad es que me gustas mucho- ella me voltio a ver sorprendida y me hizo la pregunta más seria que nunca antes me habían hecho – ¿Esto que me estás diciendo es enserio o es puro juego? Porque la verdad yo no estoy jugando, tu si me gustas así que dime la verdad-, sentí como todo el mundo se había detenido, la mire a los ojos y solo le dije – claro que me gustas de verdad y yo no solo quiero decirte eso también quería preguntarte si ¿Quieres ser mí novia?- ella solo ario más los ojos, se sonrojo y rio pero no de burla sino con nervios y emoción, me pidió que le diera unos días para pensar esa respuesta ya que yo sería su primer novio. Ya habían pasado unos 4 días desde que le pregunte a Elizabeth y seguíamos hablando normal, un miércoles 3 de noviembre nos decidimos ver en el campus de la universidad, ella sonriendo llegó me abrazo y me dijo- ya pensé bien las cosas y la verdad si quiero ser tu novia Jackson- yo solo sonreí de una forma que creo que no lo hacía desde niño, la abrace y la bese, solo le pude decir- gracias Eli, por esta oportunidad de ser feliz con alguien genial-, los meses comenzaron a pasar y a medida que estábamos junto ella y yo madurábamos, aprendíamos cosas del uno y el otro, nuestra relación se comenzó a hacer más y más profunda, el cariño que sería por ella repentinamente se convirtió en amor, un amor tan puro que no creía que me pasara a mí, cumplimos un año juntos, podía jurar que era el año más feliz de toda mi vida en realidad estaba dispuesto a hacer todo por ella y sin importar que sacrificio, todo era genial en mi vida tal vez nunca tuve una familia de pequeño pero ahora la tengo parecía un sueño hecho realidad pero recordé una gran enseñanza de vida, no importa que tan maravilloso sea un sueño, tarde o temprano tenemos que despertar de él.

Una tarde lluviosa me encontraba en casa alistándome para ir a comer con Elizabeth, cumplíamos 14 meses de estar juntos, decidimos que ese día iríamos a cenar y nos quedaríamos en casa, mi teléfono sonó y la voz de Mari se escuchó por la bocina – ¡JACK! ¡JACK!, ¿DÓNDE ESTAS? ALGO HORRIBLE HA PASADO, ¡VEN AL HOSPITAL PRONTO!- yo desconcertado le pregunte qué había pasado si todos estaba bien, le dije que me dría unos minutos para avisarle a Elizabeth pero Mari con una voz, triste y quebrada dijo – Jack tu no entiendes, es Elizabeth la que está en el hospital-, solté el teléfono y sin pensarlo salí de mi casa corriendo, subí al carro y fui lo más rápido al hospital. Cuando llegue al hospital mire a Yelko, Samuel, Mari, Francis y los padres de Elizabeth, al verme llegar solo me vieron con rostros de lastima y tristeza, pase de largo de todos y entre a su habitación y la vi, era Elizabeth postrada en la cama de un hospital, inexplicablemente había desarrollado cáncer en el cerebro que este no mostro síntomas hasta hacer metástasis cuando ya era demasiado tarde, ella me miro. Yo solo me acerque a ella y la tome de la mano tan fuerte como la primera vez que lo había hecho. Me acerque y le di un beso en la frente y me quede así, mientras mis lágrimas caían y ella solo tocaba mi rostro, acariciándolo suavemente como normalmente lo hacía, mientras ella igual lloraba porque ambos sabíamos que esa sería la última vez.

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