Indignaos
Enviado por ramonvx • 14 de Noviembre de 2011 • 483 Palabras (2 Páginas) • 359 Visitas
¡Indignaos!
De Stéphane Hessel
Reflexiones
Para poder entender plenamente o casi totalmente las palabras del autor hay que tener unos ciertos conocimientos culturales, económicos, sociales y, sobre todo, históricos sin los cuales sería imposible saber qué es lo que está intentando decirnos.
Pocos capítulos breves en los que desarrolla una idea central en cada uno pero todos ellos relacionados, buscando siempre la indignación y el compromiso. El mayor mal de nuestra sociedad es la indiferencia, que nos lleva a no hacer nada y ver las cosas pasar por delante de nosotros como si nada.
Por un lado es cierto que tiene razón en la idea de que la sociedad actual está un poco “resignada” o indiferente ante muchos problemas, no toda, pero sí una gran parte de la misma, siempre hay unos pocos que luchan contra muchas de estas situaciones
Cierto es que las sociedades modernas parece que aprendieron muy poco de los errores de la historia, sobre todo de la más reciente y parece inevitable que siempre tropecemos en las mismas piedras. Sobre todo ahora, sumergidos en una crisis económica en la que los que ganan dinero quieren seguir ganando lo mismo o más que en las épocas de bonanza, cosa bien difícil y de la que parece que no se quieren dar cuenta. Por otro lado tengo la impresión, triste impresión, de que va a quedar casi como una anécdota, como un “bestseller” más que llama la atención por todo lo que dice, pero que no puede hacer que las cosas cambien, podéis llamarme pesimista, pero como dice el prólogo, las palabras hoy cada vez tienen menos peso, por eso el viento se las lleva con facilidad.
Lo que más llama la atención es la continuidad que establece entre el totalitarismo nazi y la situación actual. Es cierto que hace algún matiz, pero en lo esencial viene a decir que hoy seguimos viviendo bajo una dictadura, sólo que los que mandan son financieros globales.
De acuerdo: gran parte del poder que decide nuestras vidas se halla al margen de cualquier control democrático, como en una dictadura.
Pero la diferencia es clara: la situación actual de dominio es mucho más compleja que la que se daba en la Europa ocupada.
Si la dictadura es la del capitalismo global, pensemos que no hay capitalismo sin la extensión de una clase social propia
Pagamos hipotecas desorbitadas y nos quejamos por ello, pero luego queremos que el plan de pensiones produzca, sin que nos importe que los intereses vengan de esa misma política hipotecaria.
Condenamos las consecuencias éticas y ecológicas del consumo, pero luego compramos el producto más barato sin atender a cómo se produce. Etc., etc.
En fin, que no sé si es justo una insurrección lo que hace falta, como en la India colonial o en el África del apartheid. Probablemente es algo más
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