Influencia Del Extranjerismo En La Lengua Española
Enviado por paltery • 28 de Septiembre de 2012 • 924 Palabras (4 Páginas) • 4.039 Visitas
Titulo del problema
Influencia en el uso del anglicismo en el español contemporáneo
Problematización
La problemática de las voces ajenas, o sea, voces prestadas o los anglicismos que se han introducido en la lengua española son casi todos vocablos, no giros. Este fenómeno se explica con facilidad si tenemos en cuenta la desemejanza sintáctica entre ambos idiomas. En cuanto a los anglicismos el verdadero peligro surge al traducir palabras que se parecen a las del español, pero no son iguales. Nos referimos a palabras completamente iguales sensible, candid, consistent, emphatic, etc. Estas palabras no se pueden traducir como sensible, cándido, consistente, enfático porque no tienen el mismo significado y la frase será incomprensible. Hoy el uso corriente de estas palabras está relacionado con los significados de juicioso, sincero, compatible, categórico. Otro ejemplo de esta falsa traducción es la inglesa palabra capacity que se suele traducir como capacidad en vez de calidad.
La Real Academia Española (RAE), en la edición vigésimosegunda de su Diccionario (2001) y en el Diccionario panhispánico de dudas (2005), regula y aclara, aparentemente para siempre la problemática de los extranjerismos en nuestra lengua. Concluye por clasificarlos en dos grupos, digamos, definitivos: los extranjerismos crudos y los extranjerismos adaptados.
Los crudos son aquellos establecidos en nuestra lengua sin perder la forma original del idioma al que pertenecen, conservando, pues, su grafía y pronunciación. Generalmente son de uso internacional. Tales son, por ejemplo, «ballet», «jazz», «blues», «software», «hardware», etc. Para ellos la RAE estatuye la obligatoriedad de distinguirlos gráficamente, es decir, escribirlos entre comillas o en cursiva. ¿Por qué? Pues para que no quede duda de que se incorporen en su forma original y, por tanto, son ajenos a la ortografía y ortología del español.
Los extranjerismos adaptados, al contrario, implican una adecuación a la pronunciación y grafía de nuestro idioma. Se manifiestan en dos tipos: a) el que mantiene la grafía materna pero adapta la pronunciación española y se obliga, por ende, a nuestras reglas de acentuación. Ejemplos: los anglicismos «airbag» y «master» que se pronuncian como suenan en español y no como «érbag» ni «mástoer». Por tanto deben escribirse «airbag» (sin tilde por ser aguda terminada en consonante distinta a «n» y «s»), y «máster» (por ser grave terminada en consonante). Estos extranjerismos adaptados a nuestra pronunciación se consideran integrantes del léxico español y en consecuencia no se escriben en cursiva o comillas sino en letra normal o redonda (RAE dixit). En este mismo tipo se incluyen aquéllos que por su naturaleza no plantean problemas al español ni en grafía ni en pronunciación. Son vocablos como «set» y «box» los cuales, por su índole monosilábica, se escriben y pronuncian exactamente igual en su lengua original, el inglés, y en español. La RAE los incluye como extranjerismos adaptados y deben escribirse sin distinción gráfica. Sin embargo, en mi opinión, son extranjerismos crudos porque, a despecho
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