Informacion sobre Sufrimientos del joven Werther

1. Los textos escritos en forma epistolar están basados, básicamente, en la comunicación escrita a través de cartas entre un remitente y un destinatario especial, temporalmente distanciados. La comunicación mediante cartas está plasmada desde hace siglos en la historia; pues son predominantes en el Nuevo Testamento de La Biblia con la finalidad de ser una exposición consecuente de su doctrina y en torno a su Mesías (tal como hacían los Neólogos de transferir lo sagrado a las escrituras). Posteriormente se desarrolló un afán en una narrativa que implicara el ‘autoanálisis’, como un especie de confesionario.

Ahora bien, la novela epistolar es un subgénero de la novela, y éste conlleva un eje epistémico que hace al hombre un objeto de interés, la interioridad del individuo. Los sufrimientos del jóven Werther es una novela que funciona como una suerte de precursora para ésta idea, pues en esta obra se hace una recopilación de cartas en el libro I y II. Además, debido a que su narrador es ‘autobiográfico’, todo el desarrollo de los acontecimientos está planteado desde la subjetividad, pues es un narrador en primera persona. De Werther solo se conoce su perfil psicológico gracias a la intimidad con la que cuenta las cosas, como una especie de diario. Es un hombre de naturaleza irracional, sentimental, fatalista: un romántico extremo.

Es cierto que la novela de Goethe está contada de una forma autobiográfica, sin embargo, esta autobiografía de todas formas implica ficcionalidad. Es ésta ficción lo que permite que el ‘yo’ escritor realizar un proceso de selección en cuanto a la información que éste suministrará en las cartas; debido a que el receptor está envuelto en un marco de cooperación con su interlocutor, no tiene alguna forma de verificar que lo que está planteado sea cierta, dicha inverificabilidad significa un proceso de mentira. Y como ya se sabe, la historia está contada desde la perspectiva de Werther, la perspección que él tiene sobre los personajes planteados es la que plasmará en las cartas, es imposible determinar si los detalles que cuenta sobre Carlota o Alberto son reales. Son personajes que no existen, pues está planteados a través de la escritura, no existe una visualización corpórea de ellos.

Bien se sabe que Werther era un hombre apasionado, en cada una de las páginas de sus cartas dejaba ver de sí mismo lo más recóndito de su sensibilidad. Es evidente que aquello que le causaba toda la pasión del mundo era el alocado e incontrolable amor que sentía por Carlota, era admirada por él como si se tratase de los apóstoles venerando a Jesús, Carlota es construida gracias a dicho proceso de admiración: idealizada y exhaltada como la propia virgen María. Es evidente en la carta del 16 de junio del libro I: “…no estoy en condiciones de decirte qué perfecta es, y por qué es tan perfecta: basta, me ha apresado todos mis sentimientos. Tanta sencillez, con tanta inteligencia, tanta bondad con tanta firmeza, y la paz del alma en la vida verdadera y en la actividad…”

Werther parecía estar completa enceguecido por todo el amor que le ocasionaba Carlota, gracias a la exposición meticulosa de sus sentimientos es evidente el apego emocional que presentaba hacia ella. Además de presentar rasgos de la religiosidad pietista, en la misma carta  del 16 de junio se queja de la imposibilidad del lenguaje para plasmar sus sentimientos: “Todo esto es un feo garrapateo, lo que digo de ella; meras abstracciones, que no expresan ni un rasgo de ella misma.” La experiencia de su amor divino es sublime, es traducido a la experiencia de amor que  tiene por Carlota, el cual no puede ser expresado en su totalidad.

Mientras más tiempo compartía con Carlota, más se enamoraba de ella. El incorrespondido amor de ella hacia él es lo que lleva a Werther a producir esta mitología melancólica, la imposibilidad de tener a Carlota es lo que lo hace entrar en dicho estado de negatividad. Anteriormente había indicios de que Werther veía el suicidio como un acto de valentía y liberación, en la carta del 12 de agosto cuando se encuentra con Alberto discutiendo sobre el tema: “Pero así se justifica el ser humano, cuando cree haber dicho algo precipitado, común, medio verdadero”. Es la idea del suicidio lo que lo hace ser un ‘héroe’ romántico y que además se apega a los pertenecientes al movimiento Sturm und dranger, quienes rechazaban a la sociedad, sus ordenes, clases sociales, así como eran rechazados por la misma. La única salida que veían era el suicidio, como una especiede liberación, pues era un acto elegido y no impuesto.

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