Informe el 12 planeta
Enviado por gerardmusic93 • 1 de Noviembre de 2016 • Reseña • 1.997 Palabras (8 Páginas) • 242 Visitas
Sitchin, Zecharia (1976). El 12º Planeta. 7 edición (2010). Barcelona, Ediciones Obelisco. ISBN: 978-84-7720-860-0
Una de las preguntas que mas inquietud ha generado en la especie humana durante toda su historia, ha sido precisamente su propio origen, así como el sentido de éste.
La ciencia intenta dar respuesta a estos interrogantes, asumiendo que aquello que durante cientos de años se había tomado por verdad innegable carece ahora de sentido, y juzgando, en consecuencia, todo relato mítico como fantasioso. O como mínimo, con infinitamente más sentido metafórico que literal.
Después de la mediática carrera espacial durante los años sesenta, y su culminación con el alunizaje, el hombre daba un paso de gigante y su evolución se salía de su propia órbita. Este hecho cambió la manera de ver el universo de muchas personas, planteándose la pregunta de que, si nosotros hemos podido...¿Podrían otros?
A partir de entonces a algunas personas, cuando releyeron su preciada Biblia, les pareció algo más que curioso las apariciones de Yhaveh rodeado de humo y fuego en el monte Sinaí ante Moises, la famosa visión de Ezequiel de un Dios descendiendo del cielo con lo que parecía ser una máquina de metal con ruedas, fuego y relámpagos, y demás pasajes bíblicos de apariciones que se parecen más a aquel mediático alunizaje, que la revelación de un supuesto Dios omnipotente. Lo mismo ocurrió con las demás mitologías de las antiguas culturas, con sus dioses desplazándose en “carros de fuego”, y siempre habitantes del cielo.
Todo esto planteó una pregunta tan atractiva como extravagante: ¿Se produjo un “alunizaje” en nuestra Tierra en el pasado?.
Un buen número de autores, algunos de ellos muy populares, han especulado con la idea de que la tierra haya sido visitada por seres extraterrestres en el pasado. Existe, sin embargo, una gran diferencia entre todos ellos y Zecharia Sitchin.
Zecharia Sitchin se educó en Palestina, donde adquirió un profundo conocimiento del hebreo moderno y clásico, les lenguas semíticas y europeas, el Antiguo Testamento y la historia y arqueología del Oriente Próximo. Estudió en la London School of Economics and Political Science y se licenció en la Universidad de Londres donde se especializó en Historia económica. Sitchin fue uno de los pocos eruditos que leían y entendían el Sumerio, la lengua de la primera civilización conocida del hombre, sobre la cual basó sus investigaciones.
El resultado de estas investigaciones fue revelado en la serie de 10 libros “Las crónicas de la tierra”, donde aborda la historia y la prehistoria de la tierra y el hombre basándose en la información y los textos grabados en las tablillas de arcilla por las antiguas civilizaciones de Oriente próximo.
Las teorías de Sitchin se basan en la reinterpretación de las mitologías, asumiendo que no se tratan de fantasías o metáforas, sino que reflejan recuerdos y acontecimientos de un tiempo ancestral.
El primer libro de la serie, El 12º planeta, será el que reseñaremos aquí. Éste está organizado en 15 capítulos haciendo un total de unas 400 páginas donde el autor nos presenta la primera parte de sus teorías después de 30 años de investigación, y que va a acabar de desenvolver en los 6 siguientes libros de la serie.
En los primeros capítulos, Sitchin hace un repaso de las teorías oficiales de la época prehistórica y los descubrimientos arqueológicos y históricos que han escrito nuestro pasado. Nos presenta el proceso que dio lugar al desarrollo de la primera civilización haciendo hincapié en el enigma que supone este repentino comienzo para la vida civilizada, sin precedentes ni procesos graduales. El autor nos describe la cultura y señala su avanzado conocimiento en matemáticas, astronomía y sus capacidades tecnológicas impropias de una civilización emergente hace 6000 años.
En estos primeros capítulos, el autor también nos hace un repaso de las mitologías del mundo antiguo y nos muestra las innumerables similitudes entre ellas.
Después de esta primera parte, más bien introductoria, el autor nos expone sus teorías, basadas en la traducción de miles de tablillas de arcilla, textos y mitologías antiguas, y el Antiguo testamento. Sitchin defiende la existencia de un cuerpo celeste más en nuestro sistema solar, al que los Sumerios llamaron Nibiru. Sumado a los ya conocidos, a la Luna y al Sol darían un total de 12. Este Planeta, con una órbita elíptica de 3600 años más allá de Plutón es, según Sitchin, el hogar de origen de los “Anunnaki”-en Sumerio: aquellos que del cielo a la tierra vinieron-, el panteón de Dioses Sumerio, que habrían venido a este planeta hace 450.000 años en busca de oro para reparar su atmósfera. A falta de mano de obra para su empresa, y después de varias disputas entre ellos, los Anunnaki deciden manipular genéticamente a una raza homínida ya existente para que trabaje para ellos, y después de algunos intentos fallidos consiguen insertar su adn al homínido terrestre para crear al Homo sapiens sapiens, un ser que se adapta a esta tarea.
El autor nos explica cómo pudo existir tal compatibilidad entre estos dos seres vivos, a partir de la epopeya babilónica de la creación Enuma Elish. Este texto, tradicionalmente interpretado como la historia de la creación del mundo a partir de una pelea entre monstruos o dioses primitivos, coge otro sentido para el investigador. Según él, no se trataría de tales seres, sino de cuerpos celestes, y el texto narraría la creación del sistema solar. De esta manera, el texto toma otra forma, y nos narra como Nibiru colisionó con un protoplaneta llamado Tiamat partiéndolo por la mitad. Una mitad se acabaría convirtiendo en la Tierra, i la otra se fragmentaría y se convertiría en el cinturón de asteroides. Así, a causa del contacto entre estos dos planetas ambos tendrían una composición natural parecida, originando la vida de formas similares.
El autor continua exponiéndonos pruebas de su tesis mientras nos describe a estos extraterrestres y sus lazos familiares, disputas y rivalidades que se verían reflejadas directamente en la historia del hombre y su mitología, de donde interpreta tal información. Termina explicando como hace unos 12.000 años se produjo un desprendimiento de una gran placa de hielo a causa del final de la era glacial, creando un tsunami que hubiera exterminado a gran parte de la especie humana, de no ser por la intervención de estos extraterrestres salvando a algunos individuos. Este fenómeno quedaría registrado en multitud de mitologías. A partir de entonces se deja al hombre establecerse en 3 regiones -Mesopotamia, valle del Nilo, y valle del Indo- apareciendo así las primeras civilizaciones humanas. A partir de entonces, estos extraterrestres tomarían un rol divino, interviniendo en los asuntos humanos a través de sacerdotes y reyes, aportando conocimiento y ayuda al ser humano a la vez que creaban lugares de culto y actuaban como soberanos de su tierra, mientras cumplían su propósito en diversos lugares del mundo. Resultado de todo esto serían las mitologías y religiones del mundo antiguo. La historia del ser humano se vería, por lo tanto, condicionada inevitablemente por las acciones y decisiones de estos seres.
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