Introducción: Historia del Arte de Gombrich
Enviado por juliiserr • 20 de Octubre de 2020 • Resumen • 658 Palabras (3 Páginas) • 1.598 Visitas
El capítulo que se va a resumir a continuación pertenece la obra emblemática “La Historia del Arte” del autor E. H. Gombrich. Publicada por primera vez en 1950, a día de hoy cuenta con unas 16 ediciones y ha sido traducida a numerosas lenguas. Es por ello por lo que se ha convertido en una obra de referencia a la hora de impartir la historia de arte, elevando a su autor como uno de los más célebres historiadores de dicha disciplina del siglo XX, siendo además director del Instituto Warburg de Londres.
En la parte introductoria del libro, la idea principal que nos quiere hacer llegar Gombrich es que para comprender y disfrutar del arte con minúsculas, debemos de despojarnos de cualquier idea preconcebida. Para ello, el autor se apoya de la mano de numerosas obras que sirven para ejemplificar las ideas que quiere hacernos comprender.
Ligado a ello, el primer conflicto que nos comenta es en sí mismo el término de Arte con mayúsculas, alegando que lo que realmente existen son los artistas. Asimismo, hay que tener en cuenta el contexto en que éstos se enmarcan, de forma que podamos comprender mejor qué es lo que quieren expresar con sus obras y qué les ha motivado a tomar un camino u otro.
Entre las ideas preconcebidas que Gombrich intenta despojarnos, encontramos el conflicto de la belleza, y lo vemos reflejado en numerosos ejemplos expuestos como la inclinación a rechazar los temas más escabrosos porque no es bello, o las obras que no son fáciles de comprender porque nos producen una menor emoción, etc. Sin duda, el tema más conflictivo que presenta es el juicio a la destreza del artista: cuanto menos realista es aquello que representa sus obras, menor valor tiene y, como indica el autor, esta situación es a la que se enfrentan sobre todo los artistas modernos, ya que, por el contrario, no se juzgaría con los mismos baremos a los artistas de la prehistoria.
Este problema queda reflejado en el caso de la representación del galope del caballo, donde los artistas al darse cuenta de que lo habían plasmado erróneamente se lamentaban, cuando en realidad, y así lo expresa el autor, la realidad no es exacta, cada uno la interpreta a su forma y ello no quiere decir que sea errónea. Sin embargo, la existencia de estos perjuicios terminan despreciando y censurando obras por motivos erróneos, a pesar de que lo bello no es solo aquello que lo es a simple vista, sino que también hay belleza en el trasfondo.
En relación con esto, Gombrich manifiesta que no debemos de desdeñar tan rápido una obra, llegando a tener en cuenta que el artista tendría sus motivos para alterar la realidad. Por ello, no podemos dejar de lado que las obras están realizadas por y para seres humanos: el artista no busca que sean gozadas artísticamente, sino que está más preocupado por acertar y en encontrar el equilibrio justo.
Es más, en un intento de que comprendamos ese deseo, el autor compara la búsqueda de ese equilibrio que los artistas persiguen en sus obras, con el que las personas llevamos a cabo en la vida cotidiana, como el ejemplo de la armonía en la forma de arreglar un ramo de flores. Con este caso, el autor quiere transmitir que, y conectando con la idea del principio, si logramos entender la mente del arista, podremos comprender sus obras y, por ende, disfrutarlas plenamente.
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