LA FILOSOFÍA Y UNA VISIÓN CRÍTICA DEL MUNDO

LA FILOSOFÍA Y UNA VISIÓN CRÍTICA DEL MUNDO

En el libro de Jostein Gaarder, Sofía se convierte en alumna de un misterioso filosofo llamado Alberto Knox, el cual le da un curso por correspondencia dejándole en sobres y cartas, extrañas preguntas filosóficas que la preparan para una próxima lección. Knox quiere adentrar a la joven Sofía en el mundo del conocimiento, a enseñarle como a través de la historia las personas también habían intentado encontrar respuestas a estas interrogantes que él le proporcionaba antes del inicio de cada lección, mostrándole lo importante que ha sido la filosofía en el transcurso de la historia.

Ya que desde tiempos antiguos los seres humanos han tenido la necesidad de explicar los fenómenos del mundo en el que vivimos y esa forma ha sido la mítica en la cual los humanos crean historias fantásticas de dioses que provocan los fenómenos naturales o cambios climáticos, con el fin de darle una explicación religiosa a estos extraños sucesos. Estas creencias era precisamente lo que los filósofos rechazaban dado a que el mito trataba de dar respuestas a algo que las personas del común no comprendían. Pero alrededor del año 600 antes de cristo surgió un pequeño grupo de libres pensadores “filósofos” que rechazaban este tipo de planteamientos, afirmando que los seres humanos no debían fiarse de ese tipo de explicaciones, sino más bien por cuenta propia plantear cuestiones o preguntas filosófica y tratar de encontrar respuestas a estas interrogantes sin tener que recurrir a los mitos heredados. Podemos afirmar que en esta época tuvo lugar una evolución de una manera de pensar mítica a un razonamiento basado en la experiencia y la razón. De esta manera la filosofía se independizo de la religión y dieron los primeros pasos a una manera científica de pensar, dando comienzo al largo camino de la filosofía a través de la historia.

“nada puede surgir de la nada”

Bajo esta perspectiva, los primeros filósofos de Grecia se interesaron en primer lugar por la naturaleza y sus procesos. Por lo cual son conocidos como los filósofos de la naturaleza. Hoy en día las personas más o menos se imaginan que algo habrá surgido, en algún momento, de la nada. Sin embargo esta idea no era tan corriente para los griegos de la época, por alguna razón para ellos ese algo había existido siempre. Ellos tenían en común la creencia de que existía una materia primaria, que era el origen de todos los cambios sucedidos en la naturaleza, ese algo de lo que todo procedía y a lo que todo volvía.

Estos cambios los intentaron explicar a través de leyes naturales constantes, querían entender este tipo de sucesos sin tener que recurrir a los mitos tradicionales, buscado sus respuestas estudiando la misma naturaleza. Que era algo muy distinto a explicar los relámpagos y truenos, el invierno y la primavera con referencias a suceso mitológico, como anteriormente sucedía, desligando de esta manera la filosofía con la religión.

En base a, la anterior referencia también cabe mencionar a tres filósofos muy importantes de la ciudad de Mileto. En primer lugar encontramos a Tales quien opinaba que el agua es el origen de todas las cosas, con esto a lo mejor se refería a que toda clase de vida tiene su origen en el agua, y que toda clase de vida vuelve a convertirse en agua cuando se disuelve, puede llegara a esta conclusión tras observar como todo crecía en cuanto las agua del Nilo se retiraban de las regiones de su delta. El siguiente filósofo es Anaximandro, el cual pensaba que nuestro mundo es uno de los muchos mundos que nacen y perecen en algo que llamo lo indefinido. Con esto trató de decir que aquello de lo que se ha creado todo debe de ser muy distinto a lo creado. Alegando que la materia primaria no podía ser algo tan normal como el agua, sino algo indefinido. El tercer filósofo de la ciudad de Mileto fue Anaxímenes, quien opinaba que el origen de todo era el aire o la niebla. Pensaba que para que surgiera vida, tendría que haber tierra, aire, fuego y agua. Pero el punto de partida en si era el aire. Esto significa que compartía con Tales la idea de que tiene que haber una materia primaria, que constituye la base de todos los cambios que suceden en la naturaleza.

Para cerrar este ciclo, hablaremos del último gran filósofo de la naturaleza. Él se llamaba Demócrito, el cual estaba de acuerdo con sus predecesores en que los cambios en la naturaleza no se debían a que las cosas realmente cambiaran. Suponía, por lo tanto que todo tenía que estar construido por unas piececitas pequeñas e invisibles, cada una de ellas eterna e inalterable. A estas pequeñas piezas Demócrito la llamo átomos. Con este planteamiento Demócrito puso un fin

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