LA POLÍTICA CAPÍTULO V DIVISIÓN DE LOS GOBIERNOS

LA POLÍTICA

CAPÍTULO V

 DIVISIÓN DE LOS GOBIERNOS

El gobierno puede ser entendido como el señor supremo, es decir, quien(es) tiene(n) el poder de llevar acabo ciertas acciones que lleven a un país a un bien en general, sin embargo esto se ve opacado por la guerra de intereses que se ve diariamente para satisfacer los requerimientos de alguna parte de la población.

Según Aristóteles el poder relacionado con el gobierno puede tener varias formas de expresarse, liderado por un solo individuo, por una minoría o por una gran multitud, todo depende de cómo sea la organización política de un estado, todas estas formas de gobernar están regidas por la constitución que trabaja por el beneficio general. Sin embargo, cuando no se trabaja tan solo por beneficios individuales y no comunes la constitución tiende a perder su propósito inicial.

Cuando el autor hace referencia a que solo hay un gobernante se denomina monarquía, teniendo en cuenta que trabaja por el bien común de lo contrario se llama tiranía; asimismo la aristocracia es el poder repartido en una pequeña porción de la población que al igual que la anterior también tiene una variación cuando los intereses propios exclusivamente en la parte con mayores facilidades económicas se convierten en primordiales, denominada oligarquía. Finalmente la república es donde el poder lo tiene la mayoría y priman los intereses de los más pobres y en su desviación es también llamada demagogia.

A la distribución de poderes se le suma la democracia que es practicada en la república o demagogia, en donde se manifiesta el derecho a la igualdad o desigualdad según la posición social en donde se encuentre cada individuo y con este derecho surge la forma de juzgar o ser juzgados en pro de los intereses particulares, es decir, los ricos son juzgados más levemente que los pobres gracias a la doble moral que se maneja en la mayoría de gobiernos.

Estas relaciones (gobierno/intereses y ricos/pobres) son la base de donde se forman las comunidades y seguidamente las grandes ciudades que en lugar de generar unión entre pequeñas fracciones de población  crea una individualidad y rivalidad que lleva a la violencia, además desde las familias (que son la base de toda sociedad) se difunde una comodidad que lleva al consumismo en extremo que da la ilusión de felicidad a través del conformismo.

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