La Casa De Los Espiritus
Enviado por jennifer0001 • 12 de Septiembre de 2011 • 3.693 Palabras (15 Páginas) • 857 Visitas
Resumen de La Casa de los Espíritus
I.- Rosa, la Bella
Clara es una niña hipersensible que desde muy temprana edad se destacó por sus poderes sobrenaturales como hacer que las cosas se movieran por sí misma como si tuvieran vida propia, leer la suerte y predecir el futuro.
Con la ayuda de estos poderes ella presagió una muerte en su familia, una muerte que sería por equivocación.
Y así fue. Rosa, su hermana, una mujer de una belleza inhumana, tan hermosa como un ángel, falleció. Rosa estaba comprometida con Esteban Trueba, un esforzado hombre que trabajaba juntando dinero para casarse con ella en unas vetas en el norte del país.
Luego de la muerte de Rosa la bella, Clara no volvió a hablar hasta nueve años más tarde cuando anunció que se iba a casar con el novio de Rosa.
II.- Las Tres Marías
Esteban Trueba, al fallecer su prometida, se queda viviendo en la ciudad, pero ya al cabo de un tiempo y cansado de la miserable viva en la ciudad, decide irse al campo al fundo Las Tres María, que estaba convertido en una ruina. Pero eso no importaba pues él estaba decidido a nunca más ser pobre.
En el campo puso a trabajar a los campesinos como nunca lo habían hecho, y él así con tanto trabajo logró olvidarse de Rosa. Pero se dio cuenta que necesitaba una mujer para satisfacer sus deseos sexuales por lo que se buscó una. Se llamaba Pancha García, tenía quince años y era virgen hasta que Esteban abusó de ella. Luego de esa tarde, Esteban la llevó a vivir a la su casa, donde siguió disfrutándola por algún tiempo hasta que Pancha, con un estado maternal notable, abandonó la casa patronal y volvió a vivir con sus padres. Pancha llamó a su hijo Esteban, al igual que su padre.
Esteban se convirtió en el patrón más respetado de la zona. Los campesinos todavía vivían en los tiempos de la colonia, nunca habían oído hablar de sindicatos ni de domingos festivos ni de sueldo mínimo, pero ya empezaban a infiltrase en el fundo delegados de los nuevos partidos de izquierda.
Una vez Esteban, buscando placeres, prestó cincuenta pesos a Tránsito Soto, una prostituta que trabajaba en el Farolito Rojo pero que quería surgir en la vida. Ella prometió que se los pagaría. Esteban pensó que nunca más la volvería a ver.
Poco después Esteban recibió una carta de su hermana Férula que decía lo grave que estaba su madre y que estaba muriendo. Entonces Esteban pensó que era el momento preciso para volver a la capital luego de nueve o diez años que había estado en Las Tres Marías.
III.- Clara, clarividente
Antes de morir doña Ester Trueba, la madre de Esteban, hizo prometer a su hijo que se casaría con una mujer decente y cristiana. Entonces Esteban decidió ir a visitar a la familia Del Valle para ver si les quedaba alguna hija soltera. Es entonces cuando los Del Valle recordaron lo que había dicho Clara cuando volvió a hablar.
Clara lo estaba esperando, y lo aceptó sin conocerlo. Dejaron pasar algunos meses por respeto al duelo de Esteban y a fin de año anunciaron su noviazgo de forma oficial.
El año siguiente transcurrió con los preparativos para la boda. Esteba puso a trabajar una cuadrilla de albañiles para construir una casa sólida que luego la llamarían “la gran casa de la esquina”.
Apenas terminó el duelo y estuvo lista la casa, se casaron en una discreta ceremonia y se fueron de luna de miel a Italia durante tres meses.
Al volver se fueron a vivir a la gran casa de la esquina junto con Férula, quien sería la persona que cuidaría a Clara durante su embarazo.
Esteban pasó más de un año sin visitar Las Tres María y cuando lo hacía, Férula lo disfrutaba mucho pues se sentía mucho más cerca de Clara.
Esteban quería un hijo hombre para que su apellido se mantuviera por generaciones, pero Clara dijo “Es una niña y se llama Blanca”. Esteban, al nacer Blanca, estaba decepcionado.
IV.- El tiempo de los espíritus
Un verano, la familia decidió ir a pasar las vacaciones a Las Tres María, fundo que Clara sólo conocía por referencias ajenas. Al llegar a Las Tres Marías, todos los inquilinos los esperaban para darles la bienvenida encabezados por el administrador Pedro Segundo García, hijo de Pedro García el viejo. Nadie prestó atención a un niño desnudo y moquillento que se encontraba ahí y que tenía la misma edad de Clara. Era Pedro Tercero García, hijo de Pedro Segundo. Ese mismo día Blanca y Pedro Tercero se hicieron amigos.
Desde el primer día Clara comprendió que había un lugar para ella en Las Tres Marías. Las vacaciones se alargaron y Clara no mostraba interés por querer volver a la capital.
Clara estaba embarazada de nuevo y anunció que eran dos hombres y se llamaría Jaime y Nicolás, por lo cual Esteba se enfureció. Esa noche, Esteban se tentó y salió. Fue al Cristóbal Colón, un lugar mucho mejor que el Farolito Rojo. Le ofrecieron lo mejor y apareció Tránsito Soto. Ella quiso pagarle la deuda, pero Esteban dijo que prefería que le debiera un favor.
Pocos días después, cuando Clara estaba casi lista para parir, murieron los padres de Clara, Severo y Nívea Del Valle. Clara se había enterado antes a través de un sueño en cual su madre caminaba sin cabeza. Efectivamente Nívea había sido decapitada en el accidente y la policía no pudo hallarla. Cuando terminaron los funerales, Clara convenció a Férula que la acompañara a buscar la cabeza de su madre pues ella sabía donde estaba. Fueron a buscarla con un chofer en un auto de alquiler y la encontraron, entonces Clara se dio cuenta que sus hijos estaban por nacer. El chofer alcanzó a volver a casa y Jaime y Nicolás nacieron sin problemas. Clara se recuperó rápidamente del doble parto.
Esteban volvió a pecar en ocasiones en que Clara se quedaba con los niños en la capital y él tenía que hacerse cargo del campo.
Con el paso del tiempo, Esteban estaba seguro que Férula había sembrado en Clara la incapacidad para amarlo. El odio entre Esteban y Férula demoró mucho tiempo en estallar. En una ocasión, Esteban regresó a la capital sin avisar. Esa noche había temblado y Férula se acostó con Clara en busca de calor y tranquilidad pues ella le temía mucho a los temblores. Allí la encontró Esteban. Se abalanzó sobre ella y la acusó de pervertir a su esposa con pensamiento de solterona y la echó de la casa.
Los años pasaron, y Blanca y Pedro Tercero había crecido. Este último había comenzado a hablar de justicia entre los trabajadores de Las Tres Marías.
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