La Corrupcion

No es exagerado decir que un problema grave de México es el de la corrupción y que se desarrolla de diferentes maneras en los más diversos ambientes, incluyendo aquellos que presumen de ser los promotores del comportamiento ético y moral. Según la Secretaría de Hacienda la contratación de financiamiento por parte de los estados y municipios se ha incrementado notablemente y en este momento se ubica en 404 mil millones de pesos el saldo de su deuda pública. De diciembre de 2008 a junio de 2012, la deuda pública de estados y municipios se incrementó en 199 por ciento. Con la reforma preferente propuesta se busca frenar los préstamos de los gobiernos estatales y municipales y evitar “una crisis económica” para las futuras generaciones.

Los diferentes grupos parlamentarios en el Senado expresaron que hay consenso para que se concrete la reforma, siempre y cuando se conozca primero un diagnóstico puntual de la homologación de criterios de contabilidad en estados y municipios, Por siglos la corrupción se ha metido en nuestra forma de relación social política y económica.

Es por esta vía que solemos tratar con el primer eslabón de la cadena de autoridad que es el policía a quien se suele burlar dándole una dadiva o “mordida” para que omita la falta administrativa o el delito cometido. En no pocas ocasiones la diligencia en un juzgado se inclina a favor de quien mejor “gratifica” al ministerio público. Es sabido que los contratos en el gobierno se consiguen dando a quien los otorga o autoriza el diez por ciento de la facturación. Los líderes sindicales no dan cuenta a nadie sobre los recursos de los trabajadores que les son entregados por el empleador. La lista puede ser amplia y nos pondría en evidencia la experiencia que tenemos en lo personal, social, político y económico.

El reto de revertir esta realidad es enorme, del tamaño de los intereses y fortunas dudosas que se han fraguado desde tiempos remotos. Es posible decir que atrás de muchas fortunas están muchas complicidades de corruptos y corruptores. No se va a cambiar la realidad con las leyes, el problema es de profundas raíces culturales. La solución ya se intentó desde el Estado. Dio origen a la Contraloría General de la Federación y de ahí a la Secretaría de la Función Pública y el resultado es que creció la burocracia y no se logro pescar a ningún “Pez Gordo”, cuando mucho cayó algún charal.

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