La Montaña Es Algo Mas Que Una Inmesa Estepa Verde

ENSAYO SOBRE LA CEGUERA

Una obra escrita por José Saramago, en la que nos narra la historia de una ciudad que es contagiada por una ceguera no común ya que con ella se tenía una visión blanca como la leche; y no negra y oscura como la ya existente, y de la cual, no tienen explicación alguna, y del como ésta nueva sociedad, se desenvuelve en un medio ajeno donde todos son aprendices para él.

El relato empieza cuando, en medio de una inquieta espera para que un semáforo se pusiera en verde y poder avanzar, un sujeto cualquiera no avanza, por lo que varias personas se acercan a ver qué es lo que acontece. Entre insultos y groserías nadie toma en cuenta que, el conductor de ese vehículo se ha quedado ciego inesperadamente y que se encuentra asustado e intrigado por su situación.

Transeúntes y conductores desesperados por ir a sus destinos, no saben qué hacer con el ciego, así que un hombre, que se lo podría designar como buen samaritano, se ofrece a llevarlo a su casa en el vehículo del ciego y al llegar por fin a la casa este se ofrece a acompañarlo, pero el ciego se niega a que entre, por temor a que este personaje robe su casa. Al llegar la mujer del ciego a la casa y verlo en ese estado lo quiere llevar de inmediato al médico, pero hubo el gran problema de que el hombre que lo ayudo se había robado el carro del ciego.

En esta primera parte de la obra podemos ver la problemática, de que, el ciego al tener el gran temor de ser robado en su casa, decide no hacer entrar al ladrón. Pero al no dejar que el hombre pase, le roban el coche; tal vez porque el ladrón sentía que debía ser recompensado por su

obra del día o quizá por puro impulso o sentimientos de generosidad y altruismo, pero lo hizo sin saber que lo que hacía estaba mal, que aunque el señor haya quedado ciego, él no tenía el derecho de cometer ese acto que al final le traería grandes consecuencias, como la de que él también quedase ciego. Poniendo en cuestión la idea de que todo en esta vida se paga.

El ciego al no tener motivos para su ceguera acude junto a su mujer a un oculista. El médico que lo atendió no vio problema alguno en sus ojos, sino al contrario todo estaba perfecto en sus ojos, pero el problema era explicar el porque estaba ciego y más aún porque esta ceguera era blanca e inadvertida.

En el consultorio habían muchos pacientes, ninguno era semejante a otro, se podía apreciar que para problemas médicos no hay distinción entre la gente, así como no hay distinción para que a las personas ahí presentes incluyendo al médico a pesar de no hacer nada malo por así decirlo, también corran con el mismo destino que el primer hombre de quedar ciegos. En el consultorio se encontraba una chica de gafas oscuras que padecía conjuntivitis, un niño estrábico, un viejo con una venda negra, estos personajes no tenían nada que ver el uno con el otro, pero al final la ceguera los unirá en una misma historia.

Al principio del relato el caso de ceguera inesperada fue extraño, pero a medida que se presentaron más casos, que vendrían a ser todos los que estaban en el consultorio y los que tuvieron contacto con ellos, puso en alerta al ministerio de salud, con lo que tuvieron que tomar medidas drásticas. Todas las personas que habían sido contagiadas de esta ceguera fueron llevadas a un ex manicomio, donde serían puestos en cuarentena para evitar más infectados, lo cual afecto a todos los ciudadanos.

Al llevarlos a este centro, todos los ahí presentes tuvieron que organizarse de la mejor manera posible, creando normas de convivencia como la de cada uno utilizar su cama enumerándolas con la ayuda de la mujer del médico desde la puerta de entrada para no confundirse

con la cama de otro, así se fueron organizando creando una nueva sociedad de ciegos donde la colaboración era lo más importante.

En este lugar la mujer del médico representa un gran papel en esta novela, debido a que con su astucia, logró infiltrarse en el manicomio junto a su esposo, para no dejarlo solo y ayudarlo en la calamidad acontecida. Ella tuvo la gran iniciativa de hacerse pasar por ciega para llegar al lugar de cuarentena y en donde ella podrá ser de gran ayuda para todos los ciegos que llegaban, lo cual no cualquiera lo hubiese hecho sino por el gran amor que le tenía a su marido y al comprender que él iba a necesitar su apoyo. La mujer del médico entendió que al ver a todos quedarse ciegos, también ella podría quedarse, así que ella vivía con una resignación a la ceguera, que poco a poco pasaría a ser un deseo propio de ella, al ver como la sociedad de ciegos se desmoronaba con sus malos comportamientos al creer que nadie los juzgaría por el hecho de no verlos.

Otro personaje que deja mucho de qué hablar, es la chica de gafas oscuras, que sufría de una sencilla conjuntivitis, que con un buen tratamiento podía curarse. Ella no imagino que mientras ejercía su profesión de prostituta, que era como la de cualquiera persona común, su visión del mundo se apagaría, al quedar completamente ciega. Quien podría creer que una mujer como ella, podría quedar en ese estado, y más aún que cuando al quedar así se encontraba semidesnuda

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