La Odisea
Enviado por pphaola • 28 de Junio de 2014 • 1.417 Palabras (6 Páginas) • 236 Visitas
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La Odisea empieza en Grecia años después de la Guerra Troyana. Odiseo (o Ulises, la versión latinizada de su nombre), el rey de Ítaca, no ha logrado volver a casa y muchos creen que está muerto. Sabemos desde el principio del cuento que eso no es verdad. Se lo llevaron preso a la isla de la diosa Calipso. De hecho, es prisionero del amor. Además, Poseidón, el dios del mar, no está contento con Ulises y no está dispuesto a dejarle volver a casa.
En Ítaca, la esposa de Ulises, Penélope, es asediada de pretendientes que quieren casarse con ella ahora que su esposo no está. La diosa Atenea, quien ha sido siempre una amiga de Ulises, guía a su hijo, Telémaco a que vaya en busca de información sobre su padre.
Primero, Telémaco va a Pilos para visitar al Rey Néstor, que le da una muy buena acogida, le da de comer y le dice que vaya a ver al Rey Menelao en Esparta. El príncipe itacense lo hace y se entera de que su padre está vivo y de que es prisionero en la isla de Calipso. Oímos muchas veces la historia del hermano de Menelao, el Rey Agamenón, quien fue asesinado por su esposa infiel y su amante. Su hijo, Orestes, se venga de ellos. Esto no es muy importante para el trama sino que es un punto temático importante en el épico en cuanto a la venganza y la lealtad.
Mientras tanto, en Ítaca, los pretendientes hacen planes de matar a Telémaco cuando vuelva. ¡Mucha tensión!
En Olimpos, donde los dioses pasan el rato, Atenea le ruega a su padre Zeus, el rey de los dioses, que tenga piedad de Ulises y que haga que Calipso lo deje marcharse. Zeus lo hace y Ulises emprende su viaje pronto, con muchas quejas de Calipso. La balsa de Ulises se chocaa en la tierra de los feacios, donde lo ayuda Atenea, quien hace que la princesa se enamore de Ulises y que convenza a sus padres que le den comida y refugio. A cambio por su ayuda, los feacios le piden que cuente su historia y aquí se empieza el largo cuento de las aventuras de Ulises durante los años posteriores a la guerra.
Ulises salió de la Guerra de Troya con una nave llena de itacenses. Primero llegaron a una tierra extranjera y saquearon el pueblo. Unos días de tormentas más tarde, llegaron a la tierra de los lotófagos, donde los hombres comen el loto y se olvidan de sus casas y sus familias. Luego a la isla de los cíclopes, monstruos enormes con un solo ojo. Por desgracia, los itacenses se encuentran en la cueva de uno de estos monstruos, quien bloquea la salida con una piedra grande y se come a algunos de los hombres. Ulises, sin embargo, mantiene la calma y le dice al cíclope que su nombre es "Nadie", lo emborracha y el monstruo se duerme. En la noche, Ulises y sus compañeros afilan un palo grande y ciegan a Polifemo con él. El monstruo llama a los otros, "¡Nadie me ha arruinado!", lo cual los hace pensar que nadie ha lastimado a su compañero. Tal es la inteligencia de Ulises.
Pues, todavía queda el problema de salir de la cueva. Ulises ata a sus hombres a los estómagos de las ovejas de Polifemo. Cuando el cíclope mueve la piedra para dejar que salga el rebaño, toca los dorsos de las ovejas para asegurar que no hay nadie escapándose y así lo engañan otra vez. Por desgracia, cuando está huyendo en su nave, Ulises revela su nombre mientras se mofa del cíclope. Resulta que Polifemo es el hijo de Poseidón y ora a su padre, el dios del mar, y le pide que Ulises sufra. Y que sufra más y que pierda a sus compañeros y que tal vez muera. Ésta es la razón por la que Poseidón odia a Ulises tanto.
Ulises sigue con su historia. Él y sus compañeros llegan a la isla de Eolo, el dios de los vientos. Eolo los ayuda y pone todos los vientos menos el poniente en una bolsa, de modo que los marineros vayan directamente a Ítaca. Por desgracia, Ulises no les dice a sus compañeros qué hay en la bolsa. Creen que es un tesoro y la abren durante el viaje
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