La Politica: Giovanni Sartori Parte I

Para empezar es indispensable citar a Sartori: “La Política es el hacer del hombre que, más que ningún otro, afecta e involucra a todos. Esta no es una definición de la política. Es para proclamar desde el principio que lo que me interesa es llegar al hacer, a la praxis”. Se dice que el hombre es considerado (según Aristóteles) un “animal político”, ya que sus comportamientos se encuentran regidos por la filosofía, por el conocimiento empírico, y por el lenguaje común sobre la política como tal. El lenguaje común, o el discurso común sobre la política, es aquel que asume tonalidades emotivas, y que llega hasta el punto de convertirse en un discurso “ideológico-emotivo”.

El lenguaje como tal tiene tres modalidades para comprenderlo: el conocimiento filosófico, el conocimiento científico, y el discurso común. Grosso modo, el lenguaje se constituye por palabras y significados.

Se plantea que a cada palabra le corresponden una serie infinita de significados. A este concepto se le llama polivalencia. La polivalencia de las palabras tiene, como todo concepto, una serie de ventajas y de desventajas. La ventaja consiste en que, se pueden traspasar los límites establecidos estrictamente del vocabulario, que este mismo no tiene fronteras. Por otro lado, la desventaja consiste en que las palabras pueden sufrir de un tipo de ambigüedad.

Para definir los significados, se tiene que considerar que existen diversos “tipos de significado”. Esta el significado filosófico, el significado científico, y el significado simbólico. El significado filosófico tiene su propio vocablo técnico. El significado científico, a la vez, se enviste en la característica (como tal) del significado. Por último, el significado simbólico utiliza símbolos, valga la redundancia, para describir y acercarse a la definición del significado.

El lenguaje tiene, en cada tipo de conocimiento, dos dimensiones; la dimensión emotiva y la dimensión lógica. Se utiliza el ejemplo de la poesía y la filosofía. La poesía se encuentra completamente en la dimensión emotiva ya que su lenguaje proviene del corazón, mientras que la filosofía, al utilizar un orden lógico y estricto, se encuentra netamente en la dimensión lógica. Al lenguaje que proviene de la dimensión emotiva, se le llama o se le conoce como lenguaje ideológico-emotivo ya que proviene de las ideas conjuntas con los sentimientos personales. Se plantea que cuando se expresa una idea siempre existe una sedimentación emocional, que nunca una idea puede ser puramente objetiva, pero que si se puede reprimir hasta unos mínimos la subjetividad.

El lenguaje tiene tres corrientes o tres estilos: el lenguaje común, el lenguaje corriente, y los lenguajes especiales. El lenguaje común es aquel que está al alcance de todos. Se le conoce también como el lenguaje materno. Su problema es que es un lenguaje falto de conciencia de sí mismo, y que se usa instintivamente. El lenguaje corriente es aquel que radica en las conversaciones ordinarias. Se usa para transmitir mensajes cortos y separados. Su problema

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