La Raza Cósmica/ José Vasconcelos

Márquez García Adriana

Lunes 29, febrero 2016

Análisis del Mercado

La Raza Cósmica/ José Vasconcelos

Históricamente Latinoamérica ha tenido la mala suerte de querer ser erradicada culturalmente. La imposición de la cultura y la subyugación de otra nación son algunas de las claves para entender la cosmovisión en nuestro país.

Considero que Vasconcelos contextualiza de una manera apropiada cómo es que se encuentra dividido el mundo. De este a oeste y de norte a sur, el mundo había estado habitado por cuatro razas superiores: blanca, negra, indígena y mongol. Partiendo de este supuesto, hace especial énfasis en la raza que particularmente se encontraba en Latinoamérica antes de las colonizaciones de 1492.

Sin embargo estas razas son efímeras. Hubo un tiempo en que en Latinoamérica predominaban los indígenas, a la llegada de los españoles, surgió un fenómeno llamado mestizaje. Los Antiguos Mexicanos como Miguel León Portilla se refería a los aztecas, texcocanos y tlaxcaltecas.

A la conquista de Tenochtitlan, españoles e indígenas fueron mezclándose diferentes linajes para dar como resultado una nueva cultura. Latinoamérica es el medio ambiente de una quinta raza, que según Vasconcelos impondrá su propia pureza: una Universópolis, “una raza universal, fruto de las anteriores y superación de todo lo pasado”: La raza cósmica.

Para Vasconcelos la sede principal de la Universópolis se dará entre los límites de Brasil, Perú, Venezuela, Bolivia y Argentina. Es bien sabido que el continente Americano goza de un clima privilegiado, agua dulce y terrenos fértiles mismos que permiten el cultivo de diversos frutos que son exportados a gran parte del mundo.

Gracias a este adjetivo, y aunado a la gran diversidad que tiene Latinoamérica respecto a otras razas, Vasconcelos apunta que gran parte de la población mundial buscará estadía en América Latina, pues es una cuna donde abunda cultura, poesía, música y arte prehispánico.

La condensación de esta raza, menciona Vasconcelos, no excluirá a ninguna de las razas superiores, sino que aprovechará lo más importante de todos los pueblos, llenando su espíritu de una identidad nueva.

Traspolando parte de este ensayo al mundo actual, me gustaría retomar un punto anterior que, a pesar del presunto desfase de tiempo, no deja de ser tema de interés hoy en día: la identidad.

Latinoamérica se ha ido componiendo de una serie de elementos y culturas ajenas como la de Europa, misma que indirectamente ha provocado un sentimiento de inferioridad, tema abordado en El Laberinto de la Soledad de Octavio Paz, pues nuestra cultura no se considera pura, sino una imitación de otra.

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