La constitucion como instrumento de dominio- ensayo.

                “LA CONSTITUCION COMO INSTRUMENTO DE DOMINIO”

                                                    INTRODUCCION.

En el siguiente ensayo expreso mi opinión personal sobre el escrito del autor CLEMENTE VALDES S. quien es autor del libro “la constitución como instrumento de dominio, el cual nos permite obtener un panorama más amplio del constitucionalismo en México y de la forma en que el sistema político en nuestro país se fue degenerando con el paso de las décadas logrando una estructura que establecía la impunidad del presiente, blindando a los funcionarios públicos quienes se enriquecen con el dinero del pueblo y desde luego la sutil forma de ocultar los ingresos y gastos de los empleados del presidente.

El autor realiza una severa crítica al sistema político mexicano y la forma en que se desarrolla su trabajo, como ejemplo el hecho patético que fue descubierto en 1995 sobre la inutilidad de los mecanismos de control que existen en teoría para evitar que los funcionarios públicos se roben el dinero del pueblo que se le es quitado a través del cobro de los impuestos.

El autor realiza un severo análisis a la política en México atacando a los funcionarios que se aprovechan de sus cargos para enriquecerse sin recibir sanción alguna pues gozan de impunidad, también habla de los sistemas de registro patrimonial de los empleados y funcionarios públicos en México los cuales no han logrado cumplir su función para la cual se crearon, es así que realizan lo contrario encubriendo la corrupción y apoyando el control del gobierno sobre la sociedad.

Clemente Valdés dice que en nuestro país es imposible hablar de un estado de derecho pues la constitución misma está redactada y estructurada para permitir a los funcionarios ciertas atribuciones como disponer de nuestros impuestos y no rendir cuentas de su uso.

Así también critica las reformas que la constitución ha sufrido de forma “sutil” para darle mayor poder y control al presidente, es así como la corrupción de nuestro gobierno emana directamente de la constitución tal y como lo dice el autor.

CAPITULO 1: EL MANEJO OCULTO DE LOS ASUNTOS DEL GOBIERNO.

En el primer capítulo del obro no explica la manera ingeniosa en que el gobierno oculta los gastos realizados con el dinero del pueblo y los movimientos ilícitos que los gobernantes y funcionarios realizan para enriquecerse a costa de los gobernados, es por eso que es difícil  hablar de un estado de derecho en nuestro país cuando la ley misma sirve para favorecer a los gobernantes. Hablar de una constitución se remonta a la época medieval donde en los reinos los decretos elaborados por el rey son considerados una constitución para enseñarles a los súbditos su lugar en el reino, pero la idea de una constitución republicana surge del poder constituyente del pueblo.

El autor toma como referencia el libro de George Orwell “rebelión en la granja” donde explica que quien tiene el poder altera los textos sagrados que en este caso son las leyes de forma sutil y discreta, es por eso que en la constitución de 1917 se cambian algunas cosas de la anterior de 1857donde en el artículo 103 se precisaba que el presidente solo podría ser acusado por delitos de traición a la patria, violación expresa de la constitución, ataque a la libertad electoral y otros delitos graves del orden común. En el nuevo documento ya solo podía ser acusado por traición a la patria y delitos graves del orden común desapareciendo las frases que hacen referencia a la violación de la constitución y ataque a la libertad electoral, así es como se ha ido deformando el sistema político de nuestro país para cada vez blindar a los funcionarios y protegerse bajo la misma constitución.

Es posible que se le puedan exigir responsabilidades a los funcionarios públicos quienes se supone son empleados del pueblo si es que no existiera en la ley los mecanismos de ocultamiento y control que dejan sin efecto algunas declaraciones en la constitución, por desgracia esto es inexistente, es por eso que es necesario analizar detenidamente la frase “juicio político” que suena como algo bastante importante pero al ser revisada se entiende su poco valor que tienen sus efectos pues simplemente llegan a la destitución del servidor público y as la inhabilitación para poder desempeñar ese tipo de funciones durante unos años.

Parece ser que por desgracia el país está demasiado inmiscuido en asuntos de corrupción realizados en su mayoría por políticos quienes están al frente de nuestro gobierno, no obstante estos servidores están severamente protegidos por la ley y la constitución que es nuestra ley suprema para así no poder ser acusados ni juzgados por algún delito.

CAPITULO 2: LA RAZON DE SER DEL GOBIERNO Y DEL DERECHO PÚBLICO.

Es necesario comprender el uso del poder público para comprender la razón de ser del gobierno, el poder público solo se justifica si es en beneficio de la población pero si cualquier manifiesto en interés propio es reprobable y siembra muchas dudas sobre la razón del ser gobernado. En teoría las leyes se supone están elaboradas para asegurar el manejo del poder en beneficio del titular original en este caso el pueblo, así el régimen de un derecho y su propósito no es que la sociedad se someta si no que las leyes provengan de la voluntad del pueblo, para así asegurar que los gobernantes no tengan mayor poder que el pueblo le confiere, por desgracia estos ideales han sido olvidados en México, pues el gobernante cree que es dueño del poder que se le otorga olvidando su condición de servidor.

En el país existen diferentes “gratificaciones” que los políticos reciben como compensaciones, bonos, sobresueldos entre otros, estas cantidades no se hacen públicas y por más que parezca extraño este modo de pagarles resulta acorde a lo que la ley establece, siguiendo lo dictado por la constitución se les autoriza para  hacer lo que quieran con los impuestos.

No obstante con esto, el poder del presidente en México no es absoluto pero si suficiente para su protección, esto solo ha sido posible porque la población así lo permite, de hecho Clemente Valdés nos culpa por haberlo aceptado.

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