La rebelion de los colgados
Enviado por A6852430102 • 27 de Octubre de 2022 • Resumen • 5.899 Palabras (24 Páginas) • 117 Visitas
INTRODUCCION
La rebelión de los colgados es mas que una simple historia, va más allá de un contexto histórico común ya que abarca abusos, explotación que una persona real vivió en un México en el que había disputa por el poder entre Porfirio Días y Francisco Madero. En el cual, a una persona con el simple hecho de ser indígena, se refleja la situación de explotación, engaño y de maltrato a la que estaban sometidos los indígenas por parte de los terratenientes. En cuanto mas avanza la historia cada abuso cometido va agitando las aguas y esto provoca una revuelta de los peones que eran oprimidos en contra de los patrones, en su lucha por alcanzar la libertad e independencia.
EN un ranchito que formaba parte de la colonia agrícola libre de Cushing, en los alrededores de Chalchihuite, viva Cándido Castro, indio tzotzil, en compañía de su mujer, Marcelina de las Casas, y de sus hijitos, Angelino y Pedrito. Su propiedad alcanzaba más o menos dos hectáreas de un suelo pedregoso, seco, calcinado, que exigía un trabajo durísimo a fin de obtener de l el alimento necesario para los suyos. Los grandes terratenientes de los distritos de Jovel y de Chiilum, a quienes se llama finqueros, habían intentado en varias ocasiones convencer a Candido de que abandonara su miserable ranchito y se fuera con toda su familia a trabajar en calidad de pen. Los finqueros se hallaban constantemente a caza de familias indígenas, mano de obra indispensable para los trabajos de sus fincas, y empleaban los medios ms carentes de escrúpulos para conseguir arrancarlas de sus pueblos y colonias. La posesión de esas familias era disputada entre los finqueros, como si se tratara de ganado sin hierro cuya propiedad trataran de asegurar. Las disputas por la propiedad de las familias indígenas y de sus numerosos progenitores se eternizaban, se transmitan de padres a hijos y subsistan aun cuando el objeto de ellas hubiera desaparecido mucho tiempo atrás, no sabiéndose ya exactamente cuál era la causa del odio mortal entre algunos finqueros vecinos. Los jefes políticos, así como todos los otros funcionarios de la dictadura, se hallaban siempre, naturalmente, del lado de los poderosos finqueros. Cuando se les pedía que despojaran a alguna familia indígena de su pedacito de tierra, declarándola desprovista de derechos o valindose de cualquier otro medio criminal, inmediatamente lo hacan, dejando a las 4 vctimas a merced del finquero. ste se encargaba de pagar las deudas de la familia y las multas exorbitantes que se le infligan, por motivos la mayora de las veces inexistentes, pero que tenan por objeto ahogarla en deudas de tal manera que el finquero quedara en posibilidad de adquirir derechos absolutos sobre la familia. El hecho de que un finquero fuera pariente o amigo de un jefe poltico o de que asegurara a ste o a cualquier otro miembro de la tirana una existencia larga y fcil, era suficiente para que la mano de obra indgena no faltara jams en su finca. Cndido haba podido conservar su independencia y vivir libremente, gracias a su innata cautela de campesino, a su buen sentido natural y a la lnea de conducta que se haba trazado de no ocuparse ms que de su tierra, de su trabajo y del bienestar de los suyos. La ranchera estaba compuesta por cinco familias que, como Cndido, pertenecan a la raza tsotsil. Sus tierras eran pobres como la suya. Sus jacales eran de adobe, con techos de palma, miserables. Llevaban una existencia tan dura como solo los humildes campesinos indgenas son capaces de soportar. Sin embargo, todos los esfuerzos de los finqueros para convertirlos en peones haban fracasado, al igual que con Cndido. Los indios no ignoraban que la vida en la finca les sera menos dura pero preferan quedarse en su tierra rida, seca por ello a la colonia se le llamaba Cuishin, que quiere decir ardiente, y vivir su vida precaria, con la agona constante de ver destruidas sus cosechas, a perder la libertad, aun cuando a cambio de su servidumbre se les hubiera ofrecido el Edn. Preferan morir de hambre libres, independientes, a engordar bajo las rdenes de un amo. Si se les hubiese preguntado el porqu de su eleccin, habran contestado lo mismo que la vieja negra de Luisiana, esclava en su juventud, antes de la guerra de secesin. Entonces eran sus amos quienes deban de preocuparse por su existencia ella coma tanto como quera. Ahora viva en una choza mi- 5 serable y lavaba la ropa de sus vecinos para poder vivir, sin saber jams si podra comer al da siguiente, si se vera obligada a robar para vivir y si la meteran a la crcel. Un da en que le preguntaron Pero vamos a ver, vieja, es que no vivas mejor cuando eras esclava, contest S, antes viva mejor pero ahora soy feliz, porque no es el estmago lo nico que hace feliz al hombre. Y en Cuishin no era el estmago lo nico que mandaba. Solo as poda explicarse cmo esos indios aceptaban su penosa vida, habiendo podido dejar al finquero los cuidados de su estmago a cambio de la obediencia a sus rdenes. En el fondo de su alma, el indio cree ms en la fuerza de su destino que en el poder de no importa qu Dios. Sabe que haga lo que haga, no podr escapar a ese destino. Cuando lo ve aproximarse, el indio se porta como todo ser humano y el puro instinto biolgico de conservacin lo empuja a resistir por todos los medios de que dispone o por los que considera capaces de ayudarlo, y entre los que se cuentan la invocacin de los santos, que se comunican, como todos sabemos, con Dios pero sabe perfectamente que es como un centinela perdido y que si se opone a su destino es solo para retardar un poco la accin. Cuando Marcelina, la mujer de Cndido, cay enferma sbitamente y cuando ninguno de los remedios habituales fue capaz de aliviar sus dolores, Cndido tuvo la intuicin de que se encontraba en un momento crucial de su existencia. Marcelina tena un dolor horrible del lado derecho del vientre. Deca sentir que se inflaba en tal forma que pareca iba a reventar. La vieja partera de la familia declar que tena los intestinos hechos nudo. Para desanudrselos le recet purgas capaces de hacer desalojar el vientre de un elefante y que solo vinieron a redoblar los dolores y las lamentaciones de la infeliz. Ahora senta que tiraban de sus intestinos hasta desgarrrselos. La vieja partera opin que aquello era la seal de una muerte 6 prxima y aconsej se enviara a uno de los nios a ver a Mateo, para encargarle que fuera haciendo el atad a fin de dar cristiana sepultura a la pobre Marcelina. Pero la solucin estaba muy lejos de satisfacer a Cndido. l amaba a su mujer y no estaba dispuesto a dejrsela quitar tan fcilmente. Decidi llevarla a lomo de mula hasta Jovel, para que la viera un mdico de verdad. Reuni hasta el ltimo centavo que pudo encontrar en la casa. Cont y recont el dinero y se convenci
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