La verdad sobre el caso Savolta

LA VERDAD SOBRE EL CASO SAVOLTA

La verdad sobre el caso Savolta es una novela escrita por Eduardo Mendoza y publicada en 1975. Supuso el punto de partida de un profundo cambio en la narrativa española: recuperar el interés por los hechos relatados y el gusto por leer y contar historias, pues desde la década de los 60 (por la complejidad de la sobras y la aparición de la televisión) esto se había perdido.

Esta novela reconstruye la agitación revolucionaria acaecida en Barcelona durante el período 1917-1919. Se trata de un argumento complejo en un marco histórico atractivo, con altas cotas de prosperidad burguesa pero con una clase proletaria que rozaba la miseria y el hambre. La burguesía, que ha acumulado grandes capitales durante la I Guerra Mundial (1914-1918), gracias a la rentabilísima neutralidad, ve cómo se resquebraja su imperio económico desde el fin de la Guerra y contempla asustada las convulsiones sociales por la grave crisis que se avecina.  El enfrentamiento entre patronos y obreros desembocó en una lucha de clases. La situación llegó a ser insostenible: dirigentes sindicales fueron asesinados. La obra se inspira en uno de estos asesinatos, en torno a cuya investigación se desarrolla toda la trama.

        Los personaje más destacados son Javier Miranda, quien narra la historia pues es testigo de los acontecimientos; Lepprince, que, como su nombre indica, es elegante pero oculta un ingenuo que le lleva a manipular a los demás para obtener sus propios beneficios; y Domingo Pajarito de Soto, quien arriesga su vida por la lucha obrera desvelando los entresijos de la empresa Savolta.

        En la novela se entrecruzan la novela social, política, histórica o policíaca. Está dividida en dos partes bien diferentes en estructura y complejidad: la primera, que se compone de cinco capítulos organizados en secuencias narrativas o fragmentos hasta un total de 111; y la segunda, que presenta diez capítulos que alcanzan un total de 73 secuencias, si bien a partir del capítulo VI, secuencia 53, la narración es lineal hasta el

final del relato.

        En cuanto a la técnica narrativa, la obra destaca por, sin dejar atrás la tradición, implantar nuevas técnicas contemporáneas como el caos, los saltos temporales y el punto de vista múltiple. Se usa la 1.ª persona del singular, la 3.ª con un narrador omnisciente y también se aparecen documentos como declaraciones de un caso, artículos periodísticos, etc.

        La novela presenta una amplia variedad de registros lingüísticos. Pueden agruparse en tres grandes apartados. Según el tipo literario el lenguaje puede ser: narrativo, descriptivo, detectivesco, sentimental de novela rosa, místico y epistolar. Según el origen social puede ser: formal, coloquial cursi, coloquial vulgar y vulgar incorrecto. Según el origen cultural se puede diferenciar entre lenguaje humanístico-histórico, político, judicial, administrativo y periodístico.

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