La ética Explicada A Todo El Mundo
Enviado por cespn7 • 4 de Noviembre de 2013 • 3.234 Palabras (13 Páginas) • 7.960 Visitas
Capítulo 1. Las aventuras de una palabra.
La palabra ética viene del griego “èthos” que significa “hábitat”, ellos se referían exactamente a la manera cómo una especie animal “habitaba el mundo”. Hoy en día existe una disciplina científica llamada Etología, que estudia el comportamiento de los animales.
Pero èthos también significa “carácter”, “costumbres” y “comportamiento”. Es decir, la manera que tienen los hombres de vivir, las costumbres que observan, el tipo de reglas que sigue y las leyes a las que se atienen.
Pero la palabra ética deriva directamente de “èthikè” que literalmente se traduce como “comportamental” y este término fuer forjado por Aristóteles para designar un conocimiento relativo a la manera de comportarse.
Sin embargo podemos encontrar juicios morales sobre los comportamientos que nos señalen que es lo que está “bien” y que esta “mal” y de aquí podemos hacer referencia a la “moral”.
La moral no es lo mismo que la ética. Se trata de dos términos parecidos pero diferentes a un nivel distinto. La moral viene del término romano “moralia” que en latín dice exactamente lo mismo que èthikè en griego. Así se podría decir que “ética y moral” se preocupan indistintamente de los valores, y primordialmente del bien y del mal.
Pero para diferenciarlas se puede decir que “moral” se refiere a las normas heredadas y “ética” a las normas en construcción. “Moral” designará principalmente los valores existentes y transmitidos y “ética” el trabajo de elaboración o de ajuste que exigen los cambios que se están produciendo en la actualidad.
La ética es el nombre que recibe la moral que se está forjando, en particular la que se ocupa de temas nuevos que suscitan preocupación, ya que nuestra época ha dejado de vivir bajo la influencia de una moral dominante capaz de regirlo todo. En las sociedades contemporáneas, las evidencias morales son menos obvias porque siempre hay varias manera de enfocar las cuestiones morales ya que no hay respuestas únicas, así la pluralidad de morales y la reflexión ética han de ser más activas.
El desafío actual consiste en proponer soluciones que puedan suscitar un acuerdo aceptable para todos. La nueva tarea de la ética consiste en organizar la vida común de las diferentes morales y para conseguirlo es necesario haber comprendido las principales actitudes que se registran en nuestras sociedades.
Capítulo 2. Un ámbito sin fronteras
Entonces, la ética se ocupa de nuestras acciones, de nuestras ocupaciones de cada día y de las grandes decisiones que tomamos en momentos determinados, ya que toda nuestra vida, tomamos decisiones hasta en las cosas más simples que hacemos.
La ética es ante todo, el conjunto de reflexiones derivadas de estas dos cuestiones: “¿Qué debo hacer? y ¿Cómo debo actuar?” porque como buenos miembros de una sociedad siempre queremos hacer lo mejor.
Pero ese “mejor” no siempre es lo que la mayoría de la gente considera que está “bien” porque hasta cuando se desea hacer lo “peor” lo queremos hacer de la mejor manera. Sócrates fue el primero en mencionar esta paradoja: También el ladrón, el criminal y el dictador quieren el bien. Según Sócrates, no existe una voluntad eternamente negativa, parece que se elige el mal, pero en realidad se quiere el bien. El problema es que se confundes, se equivocan de bien.
De todos modos, el campo de la ética es mucho más vasto, ya que concierne también a las decisiones de la vida internacional, como son la guerra y la paz, o la lucha contra las desigualdades entre los países del mundo.
El ámbito de los interrogantes éticos no tiene fronteras, lo encontramos por todas partes, en todos los sectores de las actividades humanas, individuales o colectivas. Se trata también de saber en nombre de qué vamos a tomar una decisión, la cuestión fundamental es entender en función de qué asumimos o rechazamos una solución entre dos o más posibilidades que se presenten, y también saber qué justifica y sobre que se basan las alternativas que se nos ofrecen.
Muchas veces tomamos decisiones sin pararnos a pensar, es porque consideramos que nuestra manera de actuar es la mejor, o la menos mala, hacemos lo que creemos que hay que hacer y con esto estamos proponiendo a los otros, por el mero hecho de actuar así, una especie de modelo de conducta.
Está idea fue defendida por el filósofo francés Jean-Paul Sartre, que decía que cuando hacemos algo que en apariencia solo nos concierne a nosotros, en realidad estamos proponiendo u ejemplo a todo el mundo, las elecciones que hacemos, aunque parezcan egoístas, afectan a los demás.
Si actuamos de la manera que consideramos mejor, estamos planteando una regla de conducta, la ética consiste en realizar el esfuerzo de deducir esas reglas y criterios y preguntarse cuáles son las reglas por las que nos regimos y con que criterio valoramos las actuaciones de otras personas
En el mundo encontramos puntos comunes en la sensibilidad de los seres humanos que los lleva a conmoverse espontáneamente por la desgracia ajena. Estos sentimientos ya sean llamados amistad, humanidad, piedad o compasión se tratan de un fenómeno natural y universal considerado el punto de partida de la moral.
La ética pone de relieve el preguntarse si existen reglas válidas que sean aplicadas para todos y en todas partes, pero lo que es considerado “bueno” en un determinado lugar y en un determinado tiempo tal vez sea condenado en otro tiempo y en otro lugar, lo que aquí es ético, allá no lo es y a la inverso. La verdad de ayer se ha revelado hoy como un error.
Podemos afirmar que existen algunas reglas generales, respetar la dignidad humana, no humillar o maltratar, si buscamos un denominador común, la ética es, en primer lugar, la preocupación por lo demás. Los problemas éticos existen solamente en función de nuestras relaciones con los demás.
La ética es, en primer lugar, la preocupación por el prójimo, el interés que no suscita su existencia, su presencia, sus expectativas, sus deseos, su dignidad y su libertad. En última instancia, se trata de elaborar las reglas que ayuden a vivir mejor, estas reglas pueden ser distintas de una cultura a otra, porque pueden darse conflictos entre diferentes reglas según las circunstancias.
La mayoría de los “casos de conciencia” surgen de un conflicto entre reglas éticas, y por eso hay que distinguir entre la ética general y ética aplicada. La primera reflexiona sobre los principios, las normas, los valores, sin entrar en el detalle de las situaciones ni de los casos concretos. La segunda se ocupa de adaptar las reglas generales a las situaciones individuales, siempre particulares.
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