Laberinto De La Soledad
Enviado por bolamaster • 11 de Noviembre de 2012 • 4.630 Palabras (19 Páginas) • 353 Visitas
I. EL PACHUCO Y OTROS EXTREMOS
Octavio paz abre el profundo análisis del mexicano de este libro yéndose a la parte que nos desagrada y que curiosamente nos atrae, aquella que es grotesca y reflejo de nosotros mismos
El pachuco, mexicano que no es de aquí, ni de por haya ni de nadie y que para colmo esta falta de encontrarse lo deprime, esa depresión que se saborea y se disfruta, se presume y jactanciosa se cree lo mejor se viste con galas exuberantes, se burla de aquello que quiere ser pero que no admite y crea un margen grotesco en el que enmarca a su cultura madre, estampa a la virgencita de Guadalupe sobre un escudo de los Yanquees de New York satiriza con cómica irreverencia lo que es y se niega a si mismo... ¿acaso el mexicano no es nada? No solo los pachuchos niegan sus raíces y adoran a la sociedad gringa por repudiarlos, toda la sociedad mexicana ahora en nuestros días se siente dichosa de comprar y usar la moda norteamericana pero reprocha la falta de valores, el materialismo y la poca felicidad en esa sociedad, abraza a su religión, pero lo hace en el secreto... ¡no! Que pena, no vaya a ser que piensen que soy un ratón de iglesia, que soy aburrido y poco interesante... ¿perdón? ¿Ahora quien es el que no tiene bien puestos sus valores?
El mexicano es un lío de contradicciones, no es, no será, pero no deja de ser, grita con voz en cuello de jubilo por ser mexicano, mas tarde se deprime por que es un mexicano promedio sin grandes lujos y se acerca a ser pateado por su eterna vecina de fronteras, arriesga su vida y su dignidad con tal de “olvidar” sus raíces y entrar en ese mundo de formas grotescas para que el mundo lo mire con rostro de repulsión, de desaprobación, sentirse el triste foco de atención, el incomprendido, el solitario, el abandonado y el producto de una sociedad disfuncional... no, el pachuco no es producto mas que del mismo mexicano y de su sentimiento de soledad que lo acompaña latente el resto de sus días por ser individual
El mexicano no ve el precioso tesoro que le regala su individualidad, la ve como una penitencia de un pecado que por conformidad acepta, disfruta lastimarse, sentirse desdichado dice odiar la compasión de la raza humana, pero si no la tiene llega a ser pachuco, llega a ser pocho, llega a caer en los excesos, que por ley siempre son focos de atención.
El mexicano no tiene identidad, si es verdad... tiene una cultura hermosa, pero sin abrazar su identidad ¿de qué vale? ... bien tiene valores... ¿para qué si somos el país de la doble moral? ... díganme donde esta el verdadero mexicano... parece nunca haber existido, ¿cómo puedo definir a un mexicano si desgraciadamente no conozco a ninguno? Somos un país tan mestizo que en algún punto nos perdimos dentro de nuestra misma identidad, debe estar en algún lugar aun latente... ¿tendremos la valía de recuperarla de nuevo?
II. MASCARAS MEXICANAS
El mexicano no existe por que se lo impide, se niega ese derecho concedido en su naturaleza humana, el mismo se encarga de encerrarse en la infranqueable muralla de su propia intimidad, aquí bien nos es empleado el termino de “rajarse” que llanamente se traduce en abrirse a los demás, no hay cabida para la vulnerabilidad del macho y en la mujer es sentenciado por ridícula regla genética.
Se encierra en su cuerpo, ese cuerpo que el mexicano disfruta, no se trata de un trasporte del alma, el mexicano es cuerpo, lo mueve, lo cuida, lo baila, lo idealiza y hace a los dioses merecedores del cuerpo, lo deidifica y a la vez también sufre del, por que significa vulnerabilidad, se siente acechado por la mirada de sus congeneres, lo oculta pues siente que esas miradas penetran su intimidad tan celosamente guardada por que el cuerpo no guarda este preciado tesoro, si no que la descubre y que para salvaguardarlo se creo el pudor que actúa como defensa, he aquí la razón del por que la virtud mas admirada en el mexicano es el recato.
Ahora bien, mencionando cuestión de pudor miremos a la mujer mexicana, la mujer mexicana se convierte en un misterio, algo así como un mito inalcanzable, pasiva, misteriosa, pudorosa, creadora y destructora, pero estas es la cuestión que ven LOS mexicanos, pero ¿y la mujer? La mujer simplemente no es ella, es un objeto al que se le puede atribuir, más no que se atribuya a ella misma, pasa a ser un objeto de contemplación, débil de carácter por ser sentimental y por tener un sexo distinto, por entregarse sin contemplaciones, por que pierde su intimidad al ofrecerse a otros con el sentimentalismo femenino. La mujer pues no tiene la capacidad de moverse, si previamente no la han movido, y no tiene esta capacidad por que se la han negado, se le a educado para ser como aquellas estatuillas que pasivas y misericordiosas nos miran al entrar en los templos impávidas y con una sola expresión en el rostro que a la vez nos intimidan y nos dan lastima. esta es una verdadera actitud mediocre.
El mexicano (y llamémoslo así, por simple tecnicismo, por que mantengo que el mexicano no existe) en su celo por mantenerse cerrado y no “rajarse” se convierte en el perfecto camaleón bípedo, y de repente se transforma, como dicen Octavio Paz en “ninguno” me causo gracia el ejemplo que se nos ilustra, el de la muchacha que al hacer ruido y al preguntarle que quien esta ahí ella naturalmente responde “no es nadie, solo soy yo” y me da risa por que yo misma, he respondido con ese argumento tan incoherente que parece insignia en el mexicano, nos desaparecemos. ¡Sin embargo estamos ahí! Es como el camaleón, insisto, a la vista se vuelve imperceptible, aun así él permanece estático en espera de todo y de nada, silencioso y en apariencia inexistente
¿Qué es lo que estamos esperando para movernos y salir de ese fingido letargo del que tenemos miedo de “despertar”?
III. TODOS SANTOS, DÍA DE MUERTOS
Somos un país fiestero a morir, como ningún otro, nuestras fiestas son la clara evidencia del lujo, las extravagancias y las exageraciones, es el despilfarro total, podemos quizás no comer al día siguiente, sin embargo la fiesta tiene que ser magnifica, pero ¿por qué? Es simple y las leyes físicas nos lo pueden explicar, si a un globo le aplicas exagerada presión (es decir demasiado aire) el cuerpo del globo se dilatara hasta alcanzar su limite de elasticidad, pero si aun así le agregamos más presión... la respuesta es obvia, el globo reventara, pasa lo mismo con el mexicano y sus fiestas, acumula tantísima presión al querer protegerse a si mismo de los demás que decide perderse en la multitudinaria congregación de una fiesta, gritar a coro con cientos de voces que en fondo arrastran el mismo lamento,
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