Las diferencias de clases sociales

Linda 67

Ensayo

Las diferencias de clases sociales se han convertido en un tema por demás trillado hasta nuestra época. Recurrentemente utilizadas para captar la atención de las personas, que esperan, pueda llegar a pasarles algo similar a lo ocurrido con Leticia y Felipe.

David Sorensen hizo algo similar con su esposa Linda, que por los nombres puede llegar a confundirse su procedencia: el primero mexicano, y la segunda ‘gringa’; sólo que en lugar se ser el tan utilizado cuento, se hace notar su relación algo más real, dinero es prácticamente lo que hace que se mueva.

Ponerse del lado de alguno (Linda, Dave, Olivia) resulta algo difícil; Linda es caprichosa y malcriada, Dave un aprovechado y cínico, Olivia la amante que consuela. Los valores se te mezclan al pensar en como es que David trama tan concienzudamente el falso secuestro de su esposa muerta (por él mismo) para cobrar recompensa de su suegro y largarse con la amante, pero cuando te pones a pensar en Linda y su horrible manipulación no sientes tanta pena por su fallecimiento.

Del lado de la infancia de Dave se antoja un tanto inestable, eso de ser mexicano, vivir en Londres y terminar llegando a San Francisco no le deja mucha identidad que digamos a nadie, precisamente entra en la necesidad de reencontrarse con sus raíces y ahí es donde entra Olivia tan amablemente. La forma tan descuidada, respecto al dinero, en que actúan los padres de Dave resulta sospechosamente familiar, el despilfarro y la forma de intentar sobresalir, creyendo en ciertos hechos que nos meten a la cabeza sin pararnos a analizar es, penosamente, el modus operandi de la gran mayoría de nuestra identidad mexicana.

Algo traumático para muchos, también, suele ser la percepción de que lo tienes todo y no debes preocuparte por nada más, para después caer de narices al suelo y descubrir que no, realmente no tienes nada y haber que haces para conseguirlo. Pensando en eso, algo aún más frustrante es tenerlo sin que sea tuyo, es de alguien a quien se lo dieron y finalmente ese alguien te lo dio a ti.

El machismo mexicano se caracteriza, tristemente, por le hecho de que los hombres se creen que pueden tenerlo todo porque se lo merecen, merecen ser dueños hasta de las mujeres; Sorensen no se comporta igual, ni siendo mexicano, ni siendo asesino. Por lo menos no es el típico asesino que te imaginas, es algo carismático y frío en sus cálculos a la hora de ocultar pistas. Muy extraño perfil, no concordante con su personalidad bonachona y hasta cierto punto amable.

Es extraño que al ir descubriendo sus artilugios y mañas para matar, esconder el cadáver, bloquear pistas, fingir secuestro y cobrar la recompensa, te resulte de lo más cotidiano del mundo, casi igual que tomar leche. Definitivamente es como si tu mismo mataras sin más y de la forma más común maquinaras cada detalle para evitar

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