Libro De La Regenta

La historia narra la vida de Ana Ozores, “la Regenta”, en busca de algo superior que llene su vida.

La acción discurre en el marco de Vetusta, nombre bajo el cual el autor se refiere a Oviedo. Su matrimonio con el regente de la Audiencia, don Víctor Quintanar, hará que sea aceptada por la más alta sociedad, aunque muy a pesar de ella, su hermosura, su delicadeza, su superioridad, la conviertan en víctima de la envidia. Ana, es dentro del ambiente en que se mueve, un ser diferente; eso la lleva a sufrir una angustia y un desasosiego que se bifurca en un doble camino de búsqueda, donde siente un vago deseo de huida de ese mundo chato que además está dominado a la vez por tradiciones antiguas y fuera de uso, por tradiciones que inspiraran al autor el nombre del pueblo donde se desarrollará la historia: Vetusta.

Le queda a Ana, como única posibilidad soñar y tratar de encontrar en sí misma, en la profundidad de sus sentimientos para definir ese vago anhelo que la carcome y le quita la paz. Para ello busca apoyo en el círculo de los que la rodean, principalmente en los tres hombres a que se siente unida por motivos muy diferentes: su esposo, don Víctor Quintanar; el magistral, don Fermín de Pas y el joven y elegante jefe del partido liberal, don Álvaro de Mesía.

Su esposo, un hombre mucho mayor que ella, que nada tiene en común con la protagonista, es para ella “como un padre”; además en un inconsciente egoísmo, el antiguo regente vive sólo para sus intereses, lo cual lo aleja por completo de los intereses de ésta y sumergido en su mundo de incomprensión, le es imposible ayudar a su esposa.Por otro lado, Ana, la Regenta, se siente atraída por dos llamadas distintas y opuestas: la de la exaltación mística y la de los ignorados deleites de la proximidad amorosa. La primera parece vencer y hace que la otra sea considerada por la conciencia de la protagonista como un gran peligro del que hay que huir.La amistad que une al magistral y a Ana acabará transformándose en el primero, que en un principio intentará en vano engañarse, en una fuerte y sacrílega pasión amorosa. Ana, horrorizada por el descubrimiento, se aproxima con toda la fuerza de la nueva vida que se abre ante ella, a don Álvaro de Mesía, que llevaba mucho tiempo realizando una lenta labor para vencer la castidad de “la Regenta”, utilizando para ello toda clase de recursos. Álvaro de Mesía no la ama, es un Don Juan y sólo se ha propuesto derribar la castidad de la protagonista, sólo por considerarla un trofeo más, ya que entre todas las mujeres del pueblo a las que ha podido vencer, la más difícil, ha resultado ser la Regenta.

La caída de Ana es favorecida por el propio don Víctor, que ha hecho de Álvaro su amigo fiel, convirtiéndolo en el confidente de su vida privada. El adulterio es descubierto por el esposo, gracias a Petra, la joven criada de la casa, que hace a la vez de encubridora de los amantes

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