Los Hornos De Hitler

Los Hornos de Hitler

Olga Lengyel.

Introducción.

Anteriormente había tenido la oportunidad de ver películas acerca de lo que fue la segunda guerra mundial y todo lo relacionado con los campos de exterminio, que liderados por los alemanes acabaron con la vida de miles de personas inocentes, pero nunca imagine que al leer este libro pudiera conmoverme tanto al grado de tomar conciencia de lo afortunada que soy por tener la dicha de tener a mi familia unida, de poder vivir en un mundo aparentemente en paz, y de mirar a mi alrededor y disfrutar de las sonrisas de los demás, de saber que vivimos rodeados de seres vivos los cuales merecen respeto y amor.

Muchas veces sin darnos cuenta el odio se apodera de nosotros como individuos y dañamos a muchos seres que están a nuestro alrededor, vivimos en un mundo tan lleno de apatía, que no nos interesa ver por los demás, solo por nosotros mismos y si acaso por nuestra familia, a nadie le interesa si el vecino tiene que comer, si el chico que va por la calle tuvo que dejar la escuela porque ya no tiene recursos para seguirla pagando, si el perrito callejero lleva tres días sin alimento o si el árbol que lleva cientos de años creciendo tiene que ser derrumbado por que pretenden construir un nuevo edificio en ese lugar.

¿Qué pasaría si de un día para otro perdiéramos todo lo que tenemos? Y no me refiero solo a lo material sino también a nuestros seres queridos. A caso solo así valoraríamos lo maravilloso que es la vida y lo bien que se siente el poder ayudar a los demás.

Desarrollo

Olga Lengyer, autora de este libro y sobreviviente de los campos de concentración, narra de una manera tan detallada la terrible historia que vivió al lado de muchos otros prisioneros; ella vivía en la capital de Transilvania, al lado de su esposo y de sus dos hijos, su esposo era un medico muy reconocido en su ciudad y tenían un sanatorio el cual habían construido con mucho esfuerzo y dedicación, sabían de la guerra continuamente y de cómo los alemanes se iban apoderando de ciudades enteras, oían hablar sobre los terribles abusos que estos ejercían sobres las personas, pero nunca imaginaron el tener que vivirlos en carne propia. Uno de los relatos que a mí me impacto mucho fue cuando un ex militar conocido de ellos, llego a cenar a su casa y para recibirlo prepararon una cena típica de lugar de donde era nativo, el platillo era a base de pescado, pero en cuanto le sirvieron, el ex militar empezó a vomitar interrumpiendo la cena, después de lo sucedido y ya estando en confianza les conto que él había tenido que presenciar la ejecución de un pueblo entero, sin importar edad ni sexo fueron obligados a caminar desnudos hacia un rio el cual se encontraba congelado porque era invierno, y una vez penetrando en las aguas frías con pedazos de hielo dieron la orden de abrir fuego contra las personas, unos días después le toco ver como los pescadores de los alrededores encontraban entre las entrañas de los pescados partes humanas como dedos, esa situación le aterrorizo tanto que decidió huir y desertar del ejercito ya que él había sido participe de esa masacre. No es difícil imaginar como esos cuerpos que cayeron en el agua sirvieron para alimentar a los peces.

Tiempo después los alemanes invadieron la ciudad donde radicaban, a Olga y a su esposo los obligaron a cederles todos sus bienes incluyendo el hospital, sin importarles desalojaron a los pacientes que ahí eran atendidos, entre ellos un hombre de avanzada edad padrino de Olga y por lo tanto amigo muy querido de la familia el cual murió al poco tiempo a falta de atención médica adecuada.

Olga y su familia fueron trasladados a los campos de concentración en trenes al lado de muchas otras familias, pasaron 7 días en vagones para ganado, 96 personas entre hombres mujeres y niños hicieron caber ahí en un espacio destinado para 8 caballos, sin lugar para ir al baño mucho menos para sentarse y apenas y les proporcionaban una pequeña cantidad de agua a cambio de sus joyas la cual solo alcanzaba para humedecer la boca de algunos cuantos todo eso parecía un infierno pero nada comparado con lo que vivirían más tarde.

Cuando llegaron a los campos fueron separando a las familias clasificaron a mujeres y hombres sanos, los ancianos, niños y enfermos eran mandados a la cámara de gas, los que quedaban ahí eran despojados de todas sus pertenencias los rapaban y los obligan hacer trabajos inhumanos, narra que pasaban horas teniendo que trasladar piedras hasta el lugar que les indicaban siempre bajo la supervisión de los alemanes sin tiempo para descansar y bajo el sol, cuando por fin acababan y parecía que su trabajo había terminado las golpeaban y las obligaban a regresar todo al lugar donde lo habían tomado. Esto no es nada, había muchas otras cosas terribles que tenían que realizar para sobrevivir entre ellas robar, gente muy reconocida e intachable se vio en la necesidad de mendigar migajas de pan, de golpear a otros para proteger lo poco que tenían para comer, hasta de prostituirse para poder conseguir un poco de alimento.

Los alemanes pretendían acabar con todo ser humano que no fuera de su raza por que se sentían superior a todos, el odio y el racismo los hizo acabar con muchas vidas sin tocarse ni tantito el corazón. Entre ellos había una chica aproximadamente de 22 años de edad, la describen hermosa, casi perfecta incluso le apodaron el ángel de la muerte capaz de deslumbrar con su hermosura a cualquiera, sin embargo era la encargada de seleccionar a las mujeres para que fueran enviadas a la cámara de gas, todas le temían más aún si ella se sentía amenazada por la belleza de alguna recluta inmediatamente la torturaba y la enviaba a acecinar, nadie se explicaba como un ser tan bello era capaz de realizar tales actos. Como alguien podía tener el poder de decidir por la vida de alguien más.

Que tan lejos estamos de la realidad si vivimos siendo manipulados por unos cuantos, nos hacen creer que existe igualdad y que tenemos los mismos derechos que todos, cuando en realidad aquel que tiene el poder puede desaparecer a quien le estorbe sin que nadie le diga nada, pasar por encima de los demás con tal de conseguir lo que quiere, puede vivir lleno de lujos gastando miles de pesos en un restaurante cuando hay muchas personas muriéndose de hambre, mamás pensando si podrán alimentar a sus hijos mañana, muchos enfermos en los hospitales sin poder ser atendidos, gente sin tener un lugar donde pasar la noche y aun así vivimos tan cegados creyendo que todo está bien.

En los campos de concentración instalaron enfermerías las cuales siempre carecían de material y personal necesario para poder atender a todas las personas que llegaban a diario ahí, era una burla porque aunque

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