Los elementos culturales de la organización empresarial
Enviado por ubeimar • 4 de Abril de 2012 • Ensayo • 1.936 Palabras (8 Páginas) • 711 Visitas
Los elementos culturales de la organización
empresarial
Percy Arrosquipa
Introducción
El desarrollo de la pequeña y microempresa, en el contexto socioeconómico de América Latina, representa un sector importante de la actividad económica de los países en general y del Perú en particular. En este contexto, la pequeña y microempresa dinamiza la economía local, regional e interregional, y se constituye, en casi todas las zonas del interior del país, en uno de los sectores empresariales más importantes, en torno al cual gira el desarrollo económico.
Por tanto, la institucionalidad de las organizaciones empresariales,
en el tiempo (duración) y espacio (lugar de la empresa), son
importantes para el desarrollo sostenido de los mercados locales
o regionales, lo que contribuye a dinamizar la economía del país.
La permanencia en el mercado de una empresa u organización, un
hecho importante para el funcionamiento del mercado, depende
no solo de las políticas económicas y tributarias, sino también
del grado de institucionalidad de la cultura empresarial que
haya desarrollado, donde los elementos culturales (valores,
creencias y símbolos) sean aceptados y compartidos por los
trabajadores de diferentes niveles de la empresa.
Este trabajo no pretende ofrecer una interpretación completa
de la cultura empresarial en el ámbito de las pequeñas y
las microempresas, es un aporte más sobre el tema, con el que
pretendo resaltar la importancia de una cultura empresarial
institucionalizada para contribuir a una mejor gestión de las
empresas u organizaciones.
Aproximación etnográfica a la cosmovisión
empresarial
Antes de profundizar sobre los elementos culturales de la
cultura empresarial, es preciso realizar una aproximación a la
cosmovisión de la empresa, que está reflejada en la imagen del
estilo de vida organizacional. En este ámbito de la cosmovisión
que caracteriza a la empresa, se estudia los elementos culturales,
considerando que las investigaciones etnográficas sobre
cultura empresarial o cultura organizacional, fue precedida
desde la década de los cuarenta del siglo pasado, cuando la
antropología empieza a interesarse por la vida urbana, realizando
estudios etnográficos y transculturales de la urbanización
global, de las organizaciones y de la vida en ciudades. Realizar
un estudio antropológico de las (sub)culturas empresariales
significa realizar una etnografía de las empresas, es ascender
etnográficamente a la organización empresarial. El análisis
etnográfico, señala Geertz, «es descripción densa que consiste
en desentrañar la estructura de los significados»1. Desde esta
perspectiva, un análisis etnográfico de la cultura empresarial,
no sólo es importante para entender la dimensión cultural,
sino que ayuda a comprender cómo la cultura configura y da
sentido al desarrollo de las actividades empresariales.
Mientras tanto, en el escenario mundial desde la década
del ochenta del siglo pasado, especialmente en organizaciones
empresariales (así como en economía y administración), el tema
de cultura irrumpía para alcanzar cada vez mayor relevancia
explicativa (lo que no era novedad para la antropología, que
siempre lo destacó). Las investigaciones sobre cultura o realizadas
desde una perspectiva cultural, que pusieron más atención
al estudio de la vida organizacional que al análisis cuantitativo
en sí mismo, llevaron también a considerar el recurso humano
como el más preciado que puede tener un país, una comunidad
o una empresa, ya que es la persona quien produce y para
quien se produce, junto al conocimiento como recurso primario
y esencial de la civilización actual, que ha modificado la forma
de hacer empresa en un nuevo contexto global y transnacional,
dando lugar al surgimiento de nuevos paradigmas en gestión
empresarial. Desde entonces, los especialistas en el tema han
concebido que toda empresa es, y desarrolla, una cultura propia,
que es algo compartido por los miembros que la integran,
«es algo que se hace», «se construye», «se inventa» en contraposición
a lo que nace. Por consiguiente, la cultura puede
facilitar u obstaculizar el desarrollo empresarial, al prescribir
ciertos patrones de comportamiento grupal y las transacciones
comerciales a lo largo del tiempo y del espacio.
Si uno empieza considerando que la empresa es y desarrolla
cultura, encontrará que en las pequeñas y microempresas
los aspectos culturales como valores, creencias y símbolos,
no constituyen (todavía) parte importante de la organización
empresarial. Algunos líderes empresariales creen que «no es
importante para la economía de una empresa», señalando que la
actividad empresarial es un aspecto económico sin relación con la
cultura. No obstante, quienes consideran la dimensión cultural,
perciben que las actividades empresariales también dependen y
son configuradas por (los elementos de) la cultura empresarial.
Hoy sabemos que cada vez que se forma un grupo, una institución,
una organización, una empresa, se está creando (o se
construye) una cultura, un grupo étnico, que representa una
imagen, una realidad. Estos aspectos cognitivos y existenciales
se han designado con el término cosmovisión, que contiene las
ideas más generales del orden de esa empresa, donde el estilo
de vida o el ethos de la empresa, es su imagen real configurada
culturalmente.
Cuando la cosmovisión empresarial representa un estilo
autoritario y egocéntrico, es decir, rígido y directo en la gestión,
paraliza la creatividad y el cambio, excluye y no favorece el
trabajo en equipo. Aunque gran parte de empresarios o gerentes
propietarios señalen lo contrario, deslizando opiniones en apoyo
de la gestión compartida, hecho que devela disonancia entre lo
que se dice y hace en el momento dado, debido a que poseen
un conjunto de valores, creencias e influencias sociales que así
lo determinan. Esta situación en la pequeña y microempresa
es frecuente y notoria, lo que no corresponde a una cultura
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