MODELOS EDUCATIVO DE LA UACH
Enviado por pedro1538 • 16 de Agosto de 2014 • 20.511 Palabras (83 Páginas) • 252 Visitas
I. El contexto
Los rápidos cambios mundiales en distintos campos, las reestructuraciones
constantes de las actuales formas sociales,
la progresiva diversificación y relativización del conocimiento,
entre otros factores, señalan la urgencia de delinear algo más
que modelos pedagógicos para atender la docencia. Es imperativo
acudir a la construcción de modelos educativos, en atención
a que su alcance rebasa el espacio del aula al proponer
nuevas relaciones educativas en y con la sociedad; no pretenden
sólo realizar simples cambios por adición de elementos
didácticos; buscan dar el salto cualitativo capaz de romper usos
e inercias que nos lleven a innovar prácticas educativas.
En los ámbitos educacional y social, cualquier esfuerzo encaminado
a lograr cambios cualitativos, siempre involucra las
voluntades y capacidades de las personas que en ello participan.
La construcción de un modelo educativo parte de las concepciones
sobre educación y formación de recursos humanos.
Esto se plasma en los diseños curriculares dados al interior de
la institución, en el tipo de pedagogía desarrollado en nuestras
prácticas educativas y en el significado e impacto sociales de
los aprendizajes que se generan como producto de la formación.
Estas cuestiones sitúan frente a la reflexión sobre el tipo de
educación y aprendizaje más idóneos para promover la autonomía
y libertad de las personas, que les lleven a participar de
manera innovadora y creativa en la transformación de la sociedad,
en su futuro desenvolvimiento social y productivo.
El Consejo Nacional Técnico de la Educación de la Secretaría
de Educación Pública (SEP) en su presentación del modelo educativo
concibe a la educación como ubicada en espacios continuos
de convivencia, en ese sentido estima que lo educativo
EL MODELO EDUCATIVO DE LA UACH: ELEMENTOS PARA SU CONSTRUCCIÓN
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se da en términos de relaciones: uno aprende cuando se relaciona
con el mundo, con otros seres humanos, consigo mismo; pero este
mismo aprender consiste en adquirir formas y maneras de relacionarse
con lo que constituye nuestra realidad, incluido en ella nuestro
propio organismo y sus capacidades. De hecho, el ser humano
está en relación desde antes de su nacimiento, pero el proceso educativo
orienta, organiza, da significado o resignifica, e incrementa
esas relaciones (Hacia un nuevo modelo educativo, 1991: 101).
De esta forma y desde esta perspectiva, la educación es entendida
como
un esquema de relaciones que producen aprendizaje y como un
aprendizaje de modos y maneras de relacionarse, supuesta la
intencionalidad de la convivencia y el desarrollo armónico de las
facultades humanas, la educación vendrá a ser la transformación
de las personas concretas en sus tres centros de relación: relación
consigo mismo; relación con otras personas; relación con lo que a
ambos les es externo (su planeta, otros seres vivientes, el cosmos,
en síntesis, su contexto histórico y social) [Hacia un nuevo modelo
educativo, 1991: 101].
Las relaciones anteriores: con el entorno, con los demás y
consigo mismo representan el qué de la educación. Estas se dan
en diferentes ámbitos, entre otros: el personal, que implica la
adopción de un sistema de valores; el científico, que representa
la adquisición de los lenguajes y los métodos propios del conocimiento;
el cultural, que permite la participación crítica en la
cultura actual y el social que logra despertar el interés por los
fenómenos socioeconómicos en un contexto socio-histórico
concreto.
Con esto, puede apreciarse que hablar de la educación es
abordar una de las partes medulares del desarrollo de la sociedad.
Representa el espacio donde por naturaleza se dan las relaciones
pedagógicas que significan el ejercicio del quehacer del
profesor, el cual tiene implicaciones que involucran necesariamente
concepciones diversas sobre educación, persona y sociedad.
Esto sugiere el estudio de estos elementos a partir de
sus dimensiones filosóficas, sociológicas y epistemológicas que
sustentan, orientan y dan sentido a cualquier modelo educativo.
¿Por qué se dice que estos aspectos son fundamentales? La
respuesta es sencilla. Si se parte de conceptos claros y sólidos
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I. EL CONTEXTO
sobre los fines, objeto, límites, valores y dimensiones de la educación,
resultará relativamente más sencillo entender y
contextualizar los aspectos pedagógicos y didácticos, basamento
de toda práctica docente. Es decir, si se logran engarzar estas
concepciones a procesos concretos de práctica docente, se estará
en vías de superar visiones estrechas de la docencia, rebasando
las dimensiones intráulicas e instrumentales que muchas
veces convierten al docente en un mero transmisor de conocimientos,
esto es, en un simple aplicador de métodos y técnicas.
Así, estas reflexiones se convierten en sí mismas en una importante
asignatura pendiente de estudio: la educación en general,
y la superior en particular.
La educación superior dentro del sistema educativo mexicano,
regularmente reproduce el modelo educativo napoleónico,
donde se desempeñan funciones específicas en la formación,
relacionadas de manera fundamental con la división social del
trabajo. La educación nacional a través de su desarrollo histórico,
señala que los mecanismos y prácticas en la transmisión del
conocimiento no están diversificadas, conservándose una metodología
común de la enseñanza que se organiza y articula
sobre la estructura formal del conocimiento.
Las universidades constan de entidades separadas (escuelas,
facultades, institutos) que cobran expresión en el marco de
la disciplina formal que les da sentido.
Regularmente dentro de estas entidades, la transmisión del
conocimiento se realiza mediante la enseñanza de asignaturas
o materias en donde alumno y maestro agotan semestral o anualmente
el campo de conocimientos de cada una de ellas.
En ese contexto, el currículo universitario se articula combinando
disciplinas científicas con asignaturas propiamente técnicas
o aplicadas,
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