Maestro De Ladrones

El cuento Maestro de Ladrones, de los Hermanos Grimm, comienza con una pareja de campesinos que reciben en su humilde morada a un desconocido pero aparente refinado caballero. La historia despierta la chispa del interés en el momento en que dicho caballero le revela al viejo campesino su identidad y aquello que ha estado haciendo para ganarse la vida: es hijo de los campesinos que lo han recibido en su morada y, a parte, es un maestro de ladrones.

Lo particular de este personaje es su ingenio y astucia a la hora de planificar y efectuar sus fechorías. Él mismo afirma no ser un ladrón común y corriente, ya que solo le roba a los ricachones y a los menos afortunados no los toca; también asegura que si el robo no representa un desafío o no requiere de su astucia, entonces no procede. Para este hombre, robar es un verdadero arte.

Al final del día, ¿estaría este hombre haciéndole un favor a quienes les quitaba? Tal vez. Tal vez estos acaudalados señores necesitaban un llamado de atención, necesitaban revalorar lo que tenían y replantearse qué les sobraba; sin embargo, desde mi punto de vista, este hombre no actúa en función de darles una lección a los derrochadores, pues sus intenciones son puramente egoístas. Él quiere dinero y quiere lujos, pero no los quiere conseguir de manera honrada, lo cual, no lo hace mejor persona que aquellos a los que quiere pintar como los malos de la historia por sus excesos.

La excusa del ladrón, que protagoniza este cuento, para realizar sus fechorías radica en su creencia de que a los afectados les sobra tanto que no se dan cuenta de que algo les fue arrebatado, y puede que sea así en algunos casos, puede que en otros a las víctimas les resulte indiferente sustituir lo perdido; en cualquier caso, nada le da derecho a nadie de arrebatarle a quién sea algo de su propiedad, algo por lo que ha trabajado para conseguir.

A pesar de saber que este personaje es poco honorable y que sus actos podrían clasificarse como despreciables, hay algo sobre este ladrón que hace imposible que se le rechace totalmente. Sus planes son tan brillantes y su astucia tan sorprendente a la hora de ejecutar su cometido que evoca cierta admiración y, ¿por qué no? Una sonrisa pícara también. Después del primer reto que realiza el distinguido ladrón para dar fe de sus habilidades, nos damos cuenta de que tiene razones justificadas para jactarse de ser un maestro de ladrones, y en los próximos dos retos no se puede evitar intentar anticiparse a los movimientos del ladrón, quién supera todas las expectativas de manera brillante e impecable.

No hay blanco y negro en este cuento, y es por eso que resulta tan atrayente. Sabes que las acciones del personaje principal van en contra de la moral pero no puedes despreciarlo del todo. A medida que va realizando los retos que le ha impuesto el Conde para medir su capacidad como ladrón, uno

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