Marta mi querida Marta...

(Sobre la ruda del jardín se encontraba una carta, la cual marta la toma y comienza a leer)

Marta mi querida Marta…

No me culpes ni me odies por dejarte con nuestra hija fue demasiadas cosas para mí, soy un cobarde al dejarte sola con la enferma de nuestra hija sin apoyo tanto emocional como físico pero no soporte no aguante verte en esa situación de hacerte cargo de la enferma de verte cambiarles los pañales de peinarla de manejarla como un bebé que no crece una muñeca sin vida.

Pero mi ida no fue solo con eso, fue que cada vez que llegaba era un problema en casa era la relación de Alicia y Rubén si esa relación no era adecuada pero, ¿porque no hablaste? ¿Porque no explicaste tu posición? yo no estaba casi en casa y luego el brutal aborto que obligaste a nuestra  Alicia, la sangre derramada eso fue una de las cosas más dura que intente soportar.

Otro tema que era duro para mí que hería mi orgullo del hombre de la casa era el dinero, el dinero  que Alicia necesitaba dinero para remedios, yo trabajaba y trabajaba cada vez más  mis ausencias fueron que trabajaba  horas extras changas y lo que aparecía lo hacía para juntar dinero para nuestra hija.

Pero nunca te serbia necesitábamos más, si concorde contigo alquilar una habitación y  la alquilamos la situación mejoro a costas que mi cabeza se adornaba de cuernos, intente soportar sé que yo estaba ausente que no tenía tiempo que Isidoro si te daba la atención que tú necesitas y te hacia tener esos semblantes ojos pero cada día era más difícil imaginarte con otro hombre no soporte.

 En mi trabajo una mujer me ayudaba con todo lo de Alicia era una mujer por la cual me hice fuerte y no puedo vivir más siendo el otro y me fui con ella. Lo siento Marta mi deber como padre y esposo era estar a tu lado pero no soporte más ser el cornudo y el padre de la boba Alicia, espero que seas feliz y no hagas sufrir a nuestra enferma hija…

                                                        Saludos: Aníbal el cornudo

...