"Mezcla de claroscuros" Análisis de Macbeth

“Macbeth”, obra escrita desde Inglaterra en el siglo XVI, es una tragedia inglesa del famoso dramaturgo inglés William Shakespeare, en la que se ven dramatizados escenarios con dañinos efectos físicos y psicológicos que provoca la ambición política en aquellos que la buscan por sí mismos.

Durante la historia, la cual se halla dividida en cinco actos, se presentan distintos tópicos muy relevantes y que compaginan entre sí. En esta ocasión, se hará alusión a la dualidad entre el bien y el mal y el desarrollo de dos personajes importantes, Macbeth y su esposa, Lady Macbeth.

En primer lugar, este escrito más que únicamente tratarse de la historia y muerte de un tal “Macbeth”, describe con amplitud el carácter del ser humano en todas sus expresiones, y que, en efecto, somos individuos cambiantes, evolutivos y pensantes. Dicho esto, es importante resaltar que tanto en la vida real como en esta obra, las personas no poseen exclusivamente blancos o negros, sino que somos una mezcla de estos dos colores, adquiriendo la capacidad de incluso expresarnos con grises. Así mismo es el mal, debido a que dependiendo de la postura en la que se esté, se verá favorecedora, malintencionada y cruel, o por el contrario, conveniente, justa e ineludible.

Este tipo de cambio y evolución, se ve reflejado en los personajes planteados, tanto como el protagonista como su esposa. En el caso del primero, se puede percibir al principio una personalidad completamente distante de la del final, ya que mostraba ser débil de carácter, manipulable, blando, con falta de malicia y de ambición. Todo esto cambia al enterarse de las proezas que lograría en un futuro por boca de las tres brujas, sembrándose así en la cabeza la primera semilla de esperanza por un futuro lleno de riquezas y alabanzas.

Su primer error fue relatarle esto a su esposa, ya que de manera inmediata, esta le propone el plan que supuestamente acabaría con todos sus problemas: asesinar al Rey Duncan para así cumplir con la profesora de las tres brujas. Macbeth se hallaba completamente en desacuerdo, él en ese punto de la historia era un personaje bueno con todas sus letras, estaba seguro de lo que era el bien y el mal, y también concordaba con que el asesinato era sin duda alguna un mal irrepetible. Sin embargo, con la notable astucia y capacidad de Lady Macbeth, su esposa, de manipularlo y hacerle ver las cosas a su antojo, cede tras varios intentos. Esto nos deja en claro quién termina siendo la mente del regicidio y nos da un pequeño abreboca de lo que era el alma de Lady Macbeth; y es que lo que tenía el protagonista de leal y puro, lo tenía su esposa de oscura y retorcida.

“Espíritus agitadores del pensamiento, despojarme de mi sexo, haces más espesa mi sangre, he chisme de crueldad de pies a cabeza, ahogas los remordimientos, y ni la compasión ni el escrúpulo sean parte a detenerme ni a colarse entre el propósito y el golpe.” —Lady Macbeth (I, v, 41)

Esta cita sirve para ilustrar a la lady como inicialmente era, un personaje de gran ambición, con visión unívoca que estaba dispuesta a llegar a tal punto de abandonar su feminidad con tal de acá lanzar sus objetivos.

“Pero mira que a veces el demonio nos engaña con la verdad, y nos trae la perdición envuelta en dones que parecen inocentes.” —Banquo (I, iii, 38)

Esta cita, a pesar de estar en un contexto completamente distinto dentro de la obra , se le puede atribuir el significado de la situación exacta de los esposos, ya que tras aquellas promesas por parte de Lady Macbeth prometiéndole un futuro certero a su marido siendo señor de Crowl, recordándole todas las riquezas, facilidades y poder que obtendrían; evadió una parte muy importante, y es que el asesinato lo marcaría para siempre.

Una vez cometido el asesinato, ambos sufrieron cambios sutiles en sus comportamientos. Y es que se puede ver como poco a poco Macbeth va tornándose más frío y calculador, robándole en su totalidad el papel que tenía su esposa en aquella obra, debido a que esta se fue perdiendo lentamente en el transcurso de las páginas, llegando a ser una versión desconocida de sí misma por completo.

Ambos fueron víctimas de la culpa, siendo esta representada de distintas

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