Mi Pequeño Vampiro

Primer capítulo: La cosa en la ventana

En este capítulo Anton cuenta la aparición de Rüdiger en la ventana de su cuarto, también el inicio de su amistad con el pequeño vampiro y la disconformidad de éste por un póster de King Kong que Anton tenía pegado en la pared de su cuarto. El gesto de alegría de Rüdiger al encontrar su libro preferido en la estantería de Anton.

Segundo capítulo: Sabiduría de padres

En este capítulo Anton cuenta su sueño, soñó que era perseguido por un bulto negro que resulta ser su amigo Rüdiger, pero aquel sueño es interrumpido por la voz de su papá anunciando la hora del desayuno y en el desayuno Anton habla a sus padres acerca de los vampiros, pero su madre que no creía en ellos esboza una sonrisa y se burla de estos.

Tercer capítulo: La punta misteriosa

En esten capítulo Anton hace unos dibujos, que le resultan horrendos a su madre, para la visita nocturna del pequeño vampiro, pero para su desgracia su madre se tuerce el pie, motivo por el cual se queda en casa. Ella propone para la velada jugar, pero Anton está muy preocupado por el posible encuentro entre su madre y el pequeño vampiro. También a la llegada de Rüdiger, este encuentra nuevos libros que pide prestados a Anton, que accede a la vez que pregunta por el otro libro, el pequeño vampiro se excusa alegando que lo tiene su hermana pequeña. La madre entra al cuarto motivo por el que Rüdiger se esconde en el armario. La madre de Anton descubre una capa, pero Anton se excusa diciendo que su amigo es fotófobo y que ha venido con su traje de carnaval.

Cuarto capítulo: La segunda capa

En este capítulo narra la noche en que el pequeño vampiro le regala una capa con la que Anton alza vuelo y acompaña a Rüdiger en una amena conversación.

Quinto capítulo: Murmullos de cementerio

En este capítulo se narra cuando Anton acompaña a Rüdiger al cementerio para recoger los libros, pero debían tener cuidado pues por allí andaba el guardian del cementerio que era un maniático que quería tener el primer cementerio sin vampiros.

Sexto capítulo: La cripta Von Schlotterstein

Tambien otro gran peligro la tía de Rüdiger, esta casi lo encuentra si no fuese porque el pequeño vampiro le dijo que se metiera en su ataud y también porque urdió una artimaña y engaño a su tía diciéndole que podría ser un hombre paseando a su perro.

Séptimo capítulo: Mal despertar

En este capítulo narra que Anton se despierta tarde y huele la comida que cocinaron para el desayuno, él no encontró la capa que Rüdiger le regaló y que según el pequeño vampiro perteneció a su tío Theodor, aquí se dio cuenta que en la cocina estaba funcionando la lavadora, Anton petrificado salió de la cama, se vistió y entró corriendo allí y encontró a su padre pelando manzanas; el padre le saluda y después de una corta conversación el padre le dice que su madre estaba zurciendo un enorme paño negro con agujeros. Anton estaba enojado puesto que su madre seguía zurciendo su capa y por la tontería de haber dejado aquella capa a merced de cualquier mano, pues sus padres siempre asomaban por su cuarto, en el desayuno Anton cuenta a sus padres el apellido de Rüdiger y la madre desdeñosa se burla de este. Anton malhumorado sale de casa a llevar la capa a su amigo.

Octavo capítulo: Lápidas en forma de corazón

Anton revela que los domingos desde el mediodía, de doce hasta las tres, eran las horas más aburridas porque ningún niño tenía autoridad, a esa hora él va llevando la capa a Rüdiger. Después de unas horas de caminata se llegó al cementerio, entonces se dio cuenta que había lápidas en forma de corazón y allí estaban los nombres de cada uno de los vampiros, salió de allí y afuera se encontró con un amigo llamado Udo, finalmente decide que él se haría pasar por el pequeño vampiro.

Noveno capítulo: Ana, la desdentada

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