Morfologia de relato

El regresivo

Dios concedió a aquel ser una infinita gracia que era permitir que el tiempo retrocediera en su cuerpo, su pensamiento y sus acciones. Después de tener un carácter insoportable, nació a los setenta años que era la edad en que debía de morirse, pasó a una edad de sosiego que antecedía a aquella. El Creador lo formaría entonces, me imagino, para demostrar que la vida no sólo puede realizarse en forma progresiva sino alterarse este orden, naciendo en la muerte y pereciendo, en lo que nosotros llamamos origen, sin dejar de ser en suma la misma existencia. A los cuarenta años el gozo de aquel ser no tuvo límites y se sintió en poder de todas sus facultades físicas y mentales. Las canas volviéronse oscuras y sus pasos se hicieron más seguros. Después de esta edad la sonrisa de aquel afortunado fue aclareciéndose a pesar de que se acercaba a su propio e inevitable desaparecimiento, proceso que el ser parecía ignorar. Llegó a tener treinta años y se sintió apasionado, seguro de sí mismo y lleno de astucia. Luego veinte y se convirtió en un muchacho feroz e irresponsable. Transcurrieron otros cinco años y las lecturas y juegos ocuparon sus horas, mientras las golosinas lo llamaban desde los escaparates. Durante ese lapso lo llegó a ruborizar más la inocente sonrisa de una colegiala que una caída aparatosa en un parque público un día domingo. De los diez años a los cinco, la vida se le hizo más rápida y ya era un niño a quien vencía el sueño.

Aunque el ser hubiera pensado escribir esta historia no hubiera podido pues las letras y símbolos se le fueron borrando de la mente y si hubiera querido contarla, para que el mundo se enterara de esta extraña disposición de Nuestro Señor, las palabras no hubieran acudido entonces a sus labios inocentes sino en la forma de un balbuceo.

1. Morfosintáctica

1. Secuencias:

: La vida en forma regresiva otorgada por un ser omnipotente [pic 1]

: La muerte transitoria de anciano a bebé         [pic 2]

La temporalidad de ambas secuencias se presentan como un todo en la vida de un actante, divididos en dos periodos: la vida y la muerte de un ser en una forma diferente al resto de la humanidad.

Las acciones que existen dentro de la  narrativa son las que permiten conocer las dos partes distintas que conforman el relato.

La primera secuencia     está caracterizada por un actante individual, Dios, que es el que dispone que la vida adulta de un ser, no se desarrolle de forma progresiva, sino regresiva; ya que su existencia de vida comenzaba donde debería de terminar,  viviendo así cada una de sus etapas  de forma normal; y la muerte de ese ser cuando era un bebé. Las dos temporalidades demuestra la denotación semántica del texto:[pic 3]

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