Nada (Carmen Laforet), El Niño Que Enloqueció De Amor (Eduardo Barrios) Y Tarde De Agosto (Emilio Pacheco)

“Decepción” es el tema que se trata en las tres lecturas; Nada (Carmen Laforet), El niño que enloqueció de amor (Eduardo Barrios) y Tarde de Agosto (Emilio Pacheco); ya que en ellas se inicia con una ilusión, una ilusión por comenzar una vida nueva, una ilusión por un amor no correspondido o tal vez una ilusión por amar y ser amado. Pero llega el momento del desengaño, de la perdida de esas ilusiones por la realidad, la verdad que parece cruel, el momento de sentirse decepcionado “Me parecía que de nada vale correr si siempre ha de irse por el mismo camino, cerrado, de nuestra personalidad. Unos seres nacen para vivir, otros para trabajar, otros para mirar la vida. Yo tenía un pequeño y ruin papel de espectadora.” Nada, pág. 201.

En las tres lecturas se describe la realidad tal cual, de hecho se describe una realidad mala y fría, una realidad bastante pesimista y cruel, por lo que se llega al punto del sufrimiento “[…] pero él se agacha y le da un beso en la cara, [...] yo no podía contener el llanto, que ya era como un ataque y me venía como hipo que me ahogaba y me hacía doler el corazón.” El niño que enloqueció de amor, pág. 35.

Son lecturas simples y fáciles de leer ya que el lenguaje que se usa no es complejo, en algún momento te sientes identificado con los protagonistas y te transmiten y describen muy bien los momentos que pasan.

La forma de describir las cosas es diferente en cada lectura, en Nada la protagonista es la que te describe las cosas como ella las ve y no como son “El olor especial, el gran rumor de la gente, las luces siempre tristes, tenían para mí un gran encanto, ya que envolvía todas mis impresiones […]” Nada, pág. 8; en Tarde de Agosto te describe las cosas como si tu fueras el protagonista, como si te estuvieran sucediendo a ti “Sentiste miedo de caerte o morir o, lo peor de todo, de perder ante julia.” El viento distante, pág. 23; y en El niño que enloqueció de amor se describen las cosas por el sentimiento que le producen al niño, se trata de su diario “...Me voy a acostar […] para estar completamente solo, a obscuras, y poder sentir bien esta especie de sed y de felicidad, este ahogo tan dulce, este amor tan grande, y suspirar, y llorar de gusto…” El niño que enloqueció de amor, pág. 11, “Bueno, hoy no necesito escribir nada.” El niño que enloqueció de amor, pág. 20.

Estas tres lecturas se diferencian en muchas cosas, el final de sus ilusiones, el tiempo, el lugar, el sufrimiento de diferente forma, la percepción del protagonista de su entorno y las acciones tomadas; pero los temas que tratan al final son los mismos, soledad, desilusión, tristeza, enojo e impotencia al no poder hacer algo para sus ilusiones, trata el tema de la juventud en diferentes etapas.

En lo personal el que más me gusto fue El niño que enloqueció de amor de Eduardo Barrios, ya que aquí se trata el tema de la desilusión

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