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“No hay justicia al cumplir leyes injustas. Es hora de salir a la luz y, siguiendo la tradición de la obediencia civil, oponernos a este robo privado de la cultura pública”


Enviado por   •  5 de Mayo de 2017  •  Resumen  •  709 Palabras (3 Páginas)  •  207 Visitas

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2017

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LIBRO DEL FRACASO

 


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Fuck up!

Este trabajo está realizado para poder tener un derecho a calificación en la materia de Taller de Creatividad. Durante la etapa de nuestro desarrollo estudiantil, y en cualquier etapa de la vida, encontramos elementos que nos impiden hacer lo que realmente nos gustaría hacer; principalmente por el muy famoso “políticamente correcto” que nos cierra posibilidades de realizar actividades que realmente nos pudieran agradar. Ser rebelde a veces resulta ser sano, romper la barrera que nos bloquea e impide actuar de manera natural. Por esa razón, fuck up a todo, fuck up the system!!  

        “No hay justicia al cumplir leyes injustas. Es hora de salir a la luz y, siguiendo la tradición de la obediencia civil, oponernos a este robo privado de la cultura pública”. Aaron Swartz, programador, escritor y activista de Internet (08 de noviembre de 1986 – 11 de enero del 2013).

El tema que voy abordar en este reporte es el de Alejandro Almada, un emprendedor fracasado que su gran “Fail” fue por haber seguido las cuatro P’s que le enseñaron en su escuela de negocios, y no haber implementado a su manera éste aprendizaje. Él tuvo distintos negocios, uno relacionado con la comida japonesa, una pollería, una cafetería, además vendía bisutería en distintas estéticas.

El primer negocio que emprendió Alejandro Almada, fue un restaurante japonés. Realizó este negocio con la ayuda de su hermano, sus precios eran accesibles. Ellos contaban con la ventaja de que la novia del hermano les proveía los ingredientes para su menú a un precio económico. Al romper con su relación, ella dejó de proveerles ingredientes para su restaurante, al verse obligados a cambiar de proveedor. Ellos tuvieron que aumentar el precio de sus productos y las demás competencias les arrebataron sus clientes. De igual manera, tenían problemas con la pollería, pues ellos le vendían a un restaurante japonés. El problema de ese negocio es que los precios del pollo son variables y a los restaurantes no podían cambiarles el precio del producto, pues afectaría el precio del menú de aquel restaurante. Por ello, ellos no podían generar ganancias deseadas con ambos restaurantes.

Para evitar este tipo de problemas, es mejor establecer un plan de negocios antes de siquiera emprenderlos, pues hay que estar bien informado de lo que se quiere emprender para poder hacerlo bien.

Segundo, ellos explican que para poder emprender un buen negocio, es necesario enamorarte de tu producto, de otra forma, si lo haces de manera obligada te cansas y te aburre seguir emprendiendo el mismo giro. Es mejor buscar emprender en algo que realmente domines y poder llevarlo a cabo como si se tratará de un hobby.  Por último, intentar llevar las cosas a la perfección es seguir pasos establecidos por alguien ajeno, no se encuentran retos, y por ende, tampoco objetivos que motiven a mejorar el negocio. Armando cometió el error de no haber realizado un proyecto que realmente disfrutará hacer, se sintió obligado a emprender algo. Por ello, tuvo múltiples negocios y ninguno resulto exitoso. Aprender por uno mismo es la clave más esencial del éxito. No hay mejor maestro que el fracaso personal. Nosotros, como seres humanos, cometemos errores por cualquier tipo de ignorancia. Aprendemos cosas nueva cada que nos proponemos a realizar algo nuevo. En el caso del restaurante japonés, el hubiera podido asociarse con la ex novia de su hermano, sin importar los problemas sentimentales con su hermano, para seguir manteniendo el margen de precios con su competencia. Incluso haber podido ofrecer tortas dentro del mismo restaurante japonés, al fin y al cabo, ¿quién determina que un restaurante japonés no pueda vender comida local? Segundo, hubiera dejado de proveer pollos a los demás restaurantes  y haberlos usado para su propio negocio, hacerse autosustentable, le hubiera rendido mejor a tener únicamente pérdidas con los costos del producto. Tercero, si a él no le agradaba vender baratijas en las estéticas, ¿por qué no buscar lo que realmente le motivará? Usar un hobby para emprender un negocio es lo mejor, haces lo que te gusta y ganas por ello. Concluyo con la frase de Samuel Becket: “Siempre intentarlo, siempre fracasando. No importa, intente de nuevo, fracasa nuevamente, fracasa mejor”.

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