Oferta y demanda con gobierno
Enviado por veronik16 • 28 de Febrero de 2016 • Ensayo • 3.284 Palabras (14 Páginas) • 376 Visitas
Universidad Don Bosco
Facultad de Ciencias Económicas
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Oferta y demanda con gobierno
Integrantes:
Manuel Alejandro Hernández Valle. HV151492
Luisa Verónica Magaña García. MG151519
Luisa Delmy Lozano Moreno. LM151501
Ángela Yessica Rivera Hernández
Macroeconomía
Año: 2015
Fecha de entrega: 11 de febrero
Introducción.
El siguiente trabajo tiene como objetivo comprender la importancia del estudio del tema oferta y demanda con gobierno.
Donde a continuación explicamos detalladamente cada uno de los elementos importantes de la oferta y demanda con gobierno.
Entre ellos tenemos: El precio tope, El salario mínimo, Los impuestos, Impuestos en una demanda elástica e inelástica, Los impuestos a una oferta elástica e inelástica, Keynes, oferta y demanda con gobierno en El Salvador, Temática en la actualidad.
Todos los subtemas anteriores los veremos y conoceremos con su respectiva explicación ya que es de mucha importancia saber un poco más de estos temas importantes tanto nosotros como alumnos o cualquier otra persona que quiera entender más sobre este tema y los subtemas que nos presenta la oferta y demanda con gobierno.
Objetivos Específicos
- Conocer los principales términos de oferta, demanda y intervención del mercado.
- Conocer como se regulan los precios de bienes y servicios de el salvador.
- Definir como el estado intervención en el mercado.
- Conocer los datos económicos de El Salvador
Oferta y demanda con gobierno
El control de precios que suele introducir el estado, tiene un efecto sobre la oferta y la demanda de los bienes y servicios sujetos al control de precios, que suelen ser objeto de estudio por parte de los empresarios.
Según la teoría del libre mercado, el mercado mismo mediante la conocida ley de la oferta y demanda, debe regular los precios de los bienes y servicios, pero en ocasiones el estado decide intervenir mediante la fijación de precios máximos al público.
Ya sea por la detección de fenómenos especulativos o por una medida social encaminada a proteger derechos básicos de los ciudadanos como la salud o la alimentación, el estado fija un sistema de precios máximos sobre determinados bienes y servicios que tienen un fuerte efecto tanto en la demanda como en la oferta.
La intervención del estado puede conseguir resultados diferentes como la corrección de imperfecciones del mercado o simplemente distorsionarlo afectando desde oferentes hasta consumidores.
La discusión sobre cómo y cuánto debe intervenir el Estado en el mercado tiene distintos exponentes en la economía, tales como Paul Krugman, Joseph Stiglitz y Amartya Sen. En la ciencia política la discusión ha encontrado a sus máximos académicos en Adam Pzreworski, Seymour M. Lipset y Francis Fukuyama. Sin embargo, en los análisis de los politólogos se suelen analizar las variables macroeconómicas (PBI, Ingreso per cápita, Gini, etc.), no desarrollando con minuciosidad las consecuencias que las regulaciones del Estado generan en la microeconomía, es decir, en los consumidores y productores de bienes.
A continuación presentamos sólo tres formas comunes como el Estado interviene en el mercado: el precio tope, el salario mínimo y los impuestos. Esto nos dará un panorama muy general sobre las consecuencias que ello tiene en las políticas económicas y cómo no todo impuesto de por sí es bueno, ya que depende del carácter elástico o inelástico de la oferta o la demanda para saber a quién finalmente terminará beneficiando o perjudicando: ¿a los vendedores o los compradores?
a) El precio tope
El precio tope consiste en promulgar una ley que pone un precio máximo al consumo de un bien. Si este precio está por encima del precio de equilibrio del mercado no hay consecuencia significativa, debido a que no se afecta el punto de confluencia entre la curva de la demanda y la oferta.
Sin embargo, cuando el precio tope se encuentra por encima del punto de equilibrio sí hay consecuencias importantes en tres dimensiones. Primero genera una escasez del bien regulado, porque con el nuevo precio máximo la cantidad del bien demandado excede a la cantidad del bien ofrecido. Asimismo, ello produce una mayor actividad de búsqueda del bien porque es menor la oferta, lo cual origina una mayor inversión de tiempo y esfuerzo para encontrar la disponibilidad del bien. Por último, aparece el mercado negro como una alternativa a la disminución de la oferta, por lo cual los precios pueden ser mucho más elevados que los del equilibrio en este nuevo escenario, ya que no está normado el precio y ante la escasez los contrabandistas pueden elevar mucho el precio.
Ahora bien, la razón detrás del precio tope implementado por los gobiernos está en que se busca imponer un criterio de reglas justas. Por ejemplo, imponer un precio tope al alquiler de viviendas lograría que los desfavorecidos y pobres logren acceder
a un alquiler a un precio más barato. No obstante, no se logra en la práctica dicho resultado porque se produce un alto excedente del consumidor (hay viviendas más caras que el precio tope), un excedente del productor (hay viviendas más baratas que el precio tope) y una pérdida potencial de dinero y tiempo en la búsqueda tediosa de viviendas ante la disminución de la oferta (una pérdida económica irrecuperable).[pic 2]
Por esa razón, los precios topes suelen ser ineficaces porque los gobiernos suelen utilizar tres principales criterios para la asignación justa de los bienes. El primero es similar a ganar una lotería: logran obtener un bien los que tuvieron suerte de encontrar la oferta en el tiempo y el lugar preciso. Segundo, los que se anotaron primero en la fila de espera de la asignación del bien son beneficiados. Finalmente, ganan aquellos que tienen vínculos con algún funcionario público que puede ayudar a la obtención del bien. En todos los casos, la determinación del precio tope no genera un resultado que beneficia a los más pobres, sino que distorsiona por completo la oferta y por tanto la forma como se soluciona el problema de la demanda.
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