Prueba Completa Los Cretinos

Nombre: Curso: fecha:

Objetivo: análisis comprensivo del texto.

Reconocer palabras en vocabulario. Puntaje Real:

I- Lee el siguiente texto y responde las preguntas de la 1 a la 4.

A la mañana siguiente, Pancho despertó de pronto como asustado por la claridad que se filtraba por las innumerables rendijas que existían en la pared. Se sentó restregándose los ojos y al ver la cama del abuelo vacía como queriendo encontrarlo. En eso estaba cuando entró el viejo Aníbal con un cubo de agua fresca, al ver al chico con esa cara de sorpresa se sonrió y lo saludó como si nada especial ocurriera.

-Buenos días hijo -- ¿Cómo te encuentras hoy?

--Buenos días abuelo ---respondió Pancho, sin entender lo que ocurría.

--Abuelo, ¿qué hora es?

--Alrededor de las ocho, contestó el viejo.

--¿Qué pasa?, ¿está usted enfermo?

--Pensé que anoche me lo preguntarías – pues no arreglamos los espineles –respondió el abuelo.

--Es verdad, tal vez fue el cansancio o quizás la visita de Juano, pero yo lo olvidé.

--Bueno, bueno, desayunemos pronto propuso el anciano con su acostumbrado tono fuerte.

--Si abuelo –respondió el chiquillo—me lavo y me visto enseguida.

El abuelo encendió el fogón, mientras el muchacho se lavaba. Vestido ya, salió a tirar afuera el agua sucia del recipiente. La mañana estaba nubosa y fría como casi siempre en esa zona del país. Mirando al cielo encaminó sus pasos a la vivienda convencido que el día abriría, por lo menos un poco.

Un buen tacho de café con leche y dos huevos duros para cada uno fue el desayuno que tomaron.

--Bien –dijo el abuelo—te diré lo que sucede, he decidido ir al puerto.

--¿Al puerto? interrumpió el niño sin poder creerlo.

--Sí, al puerto. Quiero hacer allí un par de cosas que ya no deben esperar más. Lo prepararemos todo temprano y a la tarde, cuando pase, el barco carguero, nos embarcaremos si hay lugar. Y el abuelo continuó:

--¿Te gusta la idea?

--Estoy muy contento—replicó el niño –agregando, ha sido una gran sorpresa.

--Bien, dijo entonces el anciano, ordena un poco tu ropa y prepara una muda para llevar, pues alojaremos por lo menos una noche en la Isla Grande.

--Si, pues el barco llega solo hasta la Isla Grande, dijo Pancho como eco de su abuelo.

--Mientras tanto yo iré a hablar con don José Avendaño, tu maestro, necesito conversarle ciertas cosas. Tú Pancho, prepara comida para dejarles a estos brutos, al negro y a los dos plomos.

--No se preocupe abuelo, dijo Pancho muy dispuesto.

En realidad lo que le hubiese pedido lo habría hecho igualmente feliz, tal era su disposición.

1- Tú Pancho, prepara comida para dejarles a estos brutos, al negro y a los dos plomos, se refiere

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